La pandilla coge señoras

 Una historia que nos llegó

Hola, les cuento mi historia caliente.  Admito que no vivo en el lugar as bonito del mundo. Pero según yo, era un buen lugar para vivir ya que hay peores. Soy casada, tengo dos hijos y me dedico al hogar ahora. Aunque un tiempo atrás fui escort a escondidas de mi familia. Pero eso no tiene nada que ver en esta historia.

Resulta que, en el transcurso del año, nos robaron dos veces en la casa. Las dos veces que salimos de viaje. Si nos desesperamos por que con mucho esfuerzo y un poco de mis nalgas logramos conseguir las cosas.

Un vecino ya de pronto nos dijo que era una bandita de chamacos que hacían su desorden en el barrio. En la calle todo tranquilo, al menos para los que vivimos ahí. Nos ven y no pasa nada, nos conocen y con eso basta. Sin embargo, ya muchos sabían que eran los que robaban casas.

Luego andaban en un parque, chicos que igual ni pasaban de los 18, pero dos si tenían como 25 que eran como los lideres. Los vecinos, aunque sabían, preferían solo aseguraban sus casas, y ya.

Yo en mis cosas. Pero el vecino de a lado nunca lo habían robado, incluso cuando iba de viaje. Yo pensé que por que era ya un señor grande viudo y vivía solo. Pero me comentó que era por que a esos chicos les daba su mensualidad. Me dijo, no les doy mucho, como la mayoría no era cancha reglamentaria todavía, el señor le surtía de cervezas. Decía el vecino que era mas barato, a que le quitaran cosas de mas valor.

Se lo comenté a mi esposo. Mi esposo es un hombre muy difícil, de esos que quieren hacer “lo correcto” pero en un sentido como soberbio, de yo soy recto. Dijo que era mala idea eso. Asi es él, un poco cuadrado, de hecho, no tiene muchos amigos.

Pues pensé, yo gano un poco de dinerito vendiendo cosméticos por catálogo. Pasando por la casa de uno de ellos, vi que estaba llegando en su moto y le pregunté que si podía hablar con él. Me dijo que okey. Soy directa, le dije que quería llegar a un acuerdo para que no nos roben. El negó que eran ellos. En eso se asoma del pasillo de la casa otro, me dijo, pase ceñito y hablamos.   

Pasé hacia el patio de atrás y estaban reunidos como cinco, ya incluidos los dos primeros. Y de nuevo de quiero llegar a un acuerdo, les dije que no tengo nada en contra de ellos. Solo que quería evitar que me robaran. Seguían negándolo, pero les dije; Ya en serio, ¿con hombres? no, admítanlo para que sea más rápido arreglarnos.

Se rieron y ya uno me pregunto que era lo que ofrecía. Les dije que igual al vecino una mensualidad o que querían, solo que no mucho ya que no éramos de mucho dinero. Y me dijo; la neta al vecino por que es un don solo, le hicimos el paro, solo cervecitas y ya todo chingón. Y me dice, pero usted no necesita dinero vecina, tiene algo mas que si le aceptaríamos. Lo dijo como de broma, le dije, no te entiendo.

Pero me dice, usted dijo que hablemos directo y ahora usted se anda haciendo la pendeja. Preste ese culito y todo arreglado. Yo les dije que no, se carcajearon, me dijeron que era broma. Me dijeron, usted nos cayó chingón, invítenos un cebichito para la botana y ahí queda. Les dije que estaba bien, le di dinero a uno que fue con su moto a comprar, me iba a ir y me dijeron que me sentara a cotorrear un ratito. La verdad no los vi tan peligrosos, solo eran como unos mocosos marihuanos y ya.

Yo andaba con leggins porque había ido a correr antes. Ellos mirándome de ¿en serio no las presta? Y yo de no y se reían. Total, que comenzamos a platicar de cosas del barrio, sus vidas, etc. Como media hora llegó el otro con el cebichito. Junto con ellos comencé a comer y me invitaron un par de cervezas. Me incliné por una tostada que estaba encima de una hielera. Cuando lo hice, uno de ellos se restriega en mi culo y me dice, ¡UFF vecinita se le marca la tanga! Otro hasta em agarró de la mano por que casi me voy de frente con el restregón. Le dije ¡cuidado mocoso! Y otro me dice, vecina, ¿ya somos cuates no? ¿no deja agarrarse un poco las nalgas? Yo les dije, pueden nalguear si quieren, solo una y ya y suave. Y los cinco tomando turnos para nalguearme.

Pero aquel apodado Firus era el mas atrevido. Me agarró de la cintura y comenzó a untarse por atrás, de ¡Hay vecinita no me conformo con una nalgada! Comenzó a acariciarme la panocha sobre los leggins. Yo diciéndole ¡No te pases chamaco! Pero estaba rica la situación que me salio la voz de excitada. Otro se acercó por el frente como bailando, pero le dijeron sus amigos, ¡Quítate no dejas ver!

Yo dejando que me estuviera sobando abajo el Firus. Luego se sacó la verga y toda mojada untándomela en mi culo, sobre los leggins. Me inclinó fuerte y me apoye con las manos en una silla. El untándose, su verga directo en mi panocha, sobre los leggins. Otro se quitó los pantalones, le dije ¡Ni te lo quietes que de esto no pasara! Y el riendo se acercó con su verga en la mano y me la puso enfrente. Trataba de resistirme, pero la que es golfa es golfa. El aroma de esa verga joven, no aguanté que comencé a chuparla. El chico gemía mientras empujaba su verga en mi garganta. El firus comenzó a bajarme los leggins a media pierna, dejándome en tanguita. Siguió untando su verga sobre mi tanga, era lisita y se sentía deliciosa. Yo mojada, cuando me di cuenta otras tres vergas enfrente de mi. Iban pasando a que las chupara una a una. Yo bien caliente, chupando y sintiendo por atrás, no aguanté y yo movía las nalgas untándome en la verga. Una señal para Firus, que comenzó a hacer de ladito mi tanga, y comenzó a meter su verga en mi panocha.

Y yo de ¡asi papi, métela toda! Y el Firus comenzó a cogerme golpeando su verga dentro de mi panocha una y otra vez. Comenzaron a darme camarones en la boca jajaj, les dije que les iba a arde la verga cuando se las chupara. Pero uno me dijo que no había problemas, él había sacado los camarones del cebiche y los lavó bien. (Igual ni picoso estaba)

Le pregunté como para qué. Y se fue atrás, el Firus se hizo un lado y comenzó a jugar con un camaroncito en mi panocha. El travieso comenzó a meterme el camaroncito, según el, quería ver cuantos me cabían. Se sentía rico, metio un segundo camaron bien suave. Y yo de ¡meteme mejor la verga papi! Pero metió un tercer camaron. Ya comencé a sentir incomodo y puje expulsando los camarones, incluso con un poco de pipi jaja.

Pero el Firus cochino, pegó su boca a mi panocha para lamerme  y comerse uno de los camarones. El otro pidió chance, Firus se hizo un lado y su amigo comenzó a meterme su verga. Yo excitada con los cinco malandros, dándome verga por todos lados. Lamentablemente tenía que ir por mi hija que se habia quedado con una des sus amigas, me llamó y detuve la cogedera.

Tuve que sacar el chip que usaba de escort jajaj para darles el número a los chicos. Pero eso no acabo ahí. Me comentaron que iban a hacer un convivio con los de la banda, me dieron ubicación. Era lejos del barrio. Pues fui, una casa humilde de esas que da el gobierno. Música de corridos tumbaos a todo volumen.

Serpiente otro chico que no estaba entre los cinco del aquel día, me abrió la puerta. Uff en la sala sexo rico. Para mi sorpresa se estaban dando a cuatro vecinas mas del barrio jajaja. Cuando me vieron solo me sonrieron mientras se las estaban metiendo por el culo, llegue en la sesión de anal.

Me dieron una cerveza, los chicos sin pantalones. Serpiente dijo que la reunión era sin ropa y comenzó a bajarme los jeans que llevaba con todo y tanga. Mientras otro chico me ayudaba a quitarme la blusa.

Desnuda, comenzaron a chuparme las tetas y otro atrás se agachó a comerme el culo. En eso una que le daban dando de perrito, me dice, disfrute vecina, solo se vive una vez. Era doña Jade, la esposa del que vendía agua jaja

Eran como 15 chamacos, incluyendo a los de 25. Todos contra nosotras cinco. No al mismo tiempo, unos charlaban y bebían, fumaban. Mientras en el sofa nos la metían otros.

Pura señora necesita estábamos ahí jajaj disfrutando. Lo rico que el sexo no paraba, ya que se turnaban. La lechita lo echaban en una cubeta que si ya tenía algo. Doña Ursula una señora que solo veía de lejos, estaba gritando que en el culo no jajaj, le estaba ardiendo.

Yo soy buena para el anal, aguantando aquella verga dentro, sentándome encima una y otra vez. Como una hora después, hubo una pausa. Desnudas, las cinco señoras comenzamos a conocernos mas. Un chico dormido, con la cabeza en mis piernas.

Hubo otra ronda, de perrito las cinco en el sofa y los chicos pasando a cogernos uno a uno. Nunca había estado asi a pesar de mi historial de escort. La que me cayó mal fue doña Ursula, que es bien chillona. Decía que ya tenía la panocha sensible mientras se la metían. Pensé, si no quiere estar ahí pues que no vaya.

Al final pues terminamos. Las cinco señoras regresamos juntas al barrio. Resulta que eso de pedir el culo como tributo, se lo dijeron a las cinco. Con la diferencia que solo yo me negué por obligación y estaba ahí por placer. Me confesaron que ellas si dieron el culo por obligación jaja. Sin embargo, con el paso de las cogidas, comenzaron a disfrutarlo. Menos doña Úrsula que nos dijo que no sabía como zafarse, que ella ya no quería, que se sentía pésima engañando a su esposo de esa forma.

Hablamos con los chicos sobre doña Ursula, ellos dijeron que pensaban que lo hacia por placer jaja, no se si era verdad. Pero como que la liberaron diciéndole, no hay pedos todo bien con usted.

Las otras cuatro seguimos cogiendo con la banda hasta la fecha. Incluso ya se unió una vecina más, ya les apodamos la banda de las coge señoras.




Comentarios

  1. Los relatos donde hay pobreza economica como este y los dos anteriores no son tan buenos

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    1. Eres consciente que es un relato erótico, no uno de clases económicas?, se centran en la experiencia vivida busca recrearla de la forma más vivida posible por eso la descripción ya de ahí depende del fetiche gusto o preferencia y la descripción del escenario solo es para aumentar el morbo para demostrar que es una experiencia fuera de norma

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    2. jajaj pobreza extrema me causo gracia. Gracias por el comentario sean bueno o malos, si es con respeto son bienvenidos ☺ Lamentablemente pues es lo que hay jaja en todas las clases sociales hay golfes. Pero como que las chicas de barrio son las que mas se animan a contar cosas. Saludos

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  2. Ese wey, que tiene que ver lo económico ???
    a mí me excita imaginarme que soy alguno de los afortunados en sus relatos y es muy placentero, me excita mucho imaginarme que son mi pareja y que me las ando cogiendo y me excita mucho el pensar en verlas como se las cogen otros y verlas delante mio, creo que soy cuernudo y me gusta coger muchas mujeres pero con el permiso de mi pareja y cogernosla también (putita *w*) en este punto no entiendo que tiene que ver el dinero ...

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