Les dejamos una historia que nos llego:
Les cuento mi historia. Tengo 27 años y actualmente soy maestra de
secundaria. Soy recién casada desde hace tres años, mi esposo tiene 35 años y
tambien es maestro, trabajamos en la misma escuela. Pues apenas tengo un año de
ejercer y es que si pasé mucho tiempo sin estudiar hasta que me decidí. Si tuve
problemas al inicio por que como que algunos alumnos no me respetaban mucho por
verme joven. Pero poco a poco fui agarrando ritmo.
Total, para no alargarme tanto. Unos chicos se me acercaron a platicar conmigo
desde la primera semana. Estaban de curiosos, que cuantos años tenía, si era
casada, etc. Unos chicos bien coquetos, pues hasta me dijeron que nunca habían
conocido una maestra tan linda. Con el paso de los dias hice una amistad con
ellos. Al principio eran como los mas rebeldes, pero ya después con la
convivencia se volvieron bien portados conmigo. Me ponían atención y se
volvieron buenos estudiantes, y otros maestros incluyendo a mi esposo decían
que esos chicos son una calamidad.
Pero para mí no, desde que llegaba al estacionamiento me ayudaban a bajar
mis cosas. Cuando me veían en áreas comunes de la escuela me saludaban y cuando
me tocaba con ellos en la hora antes del receso, se quedaban a acompañarme platicándome
de sus cosas de adolescentes.
Uno que llamaremos Betito, me decía como es que mi esposo me conquisto si
el profe estaba feo, yo los regañaba jaja de que no hablen asi de mi esposo. Y Betito
me decía —Que lastima que no este de su edad o yo la conquistaba. —Yo me reía
de las ocurrencias del chamaco.
Un día a solas Betito llega y me regala una rosa. Le di gracias, pero le
dije que no me este dando esos regalos. Me dijo —Es que me gusta mucho teacher.
—Se me hizo tierno, le dije que le iba a aceptar su regalo pero que ya no se
vuelva a repetir.
Y Betito quedó que en todas mis clases se me quedaba viendo demasiado.
Luego su amigo Luisito me regaló una rosa tambien. Les pregunté si era una
clase juego, pero solo dijo que Betito, él y Saulito estaban enamorados de mí,
y que sabían que no les iba a hacer caso, pero se sentían bien expresándolo. Tuve
que llamarlos a los tres a solas, y regañarlos. Les tuve que prohibir que estuvieran
diciendo eso o me iban a meter en problemas. Y me dicen —regálenos un beso a
cada uno y le prometemos que ya nos calmamos. —Les dije que no, que igual
podría hacer que los expulsaran. Pero me dicen que sabían que me caían bien y
no iba a hacer eso.
Yo reía, no estaba molesta. Pero les dije que en la escuela no. —¿entonces
si nos daría un beso? —Me preguntaron sorprendidos jajaja. Les dije que tal
vez. Y Betito me dijo que se los podía dar atrás de los laboratorios. Según el
nadie iba por ahí en horas de clases. Les dije que estaba bien.
En mi horario de viernes tenía dos horas de clases. Los tres chicos no
entraron, yo dejé tarea, y puse a cargo a una chica que hacía su servicio
social diciéndole que iba a salir un momento. Fui tras los laboratorios. Un poco descuidada
esa zona, había yerbas. Ahí estaban los tres, les dije rápido que tengo que dar
clases. Me causó ternura que los tres se pusieron en fila mojándose los labios
con la lengua. Primero Betito, comencé a besarlo en la boca, pero no fue corto.
Ahí estábamos pegados como 5 minutos. Luego Luisito y lo mismo su beso y de
ultimo Saulito. Pero pasó que tenía a los tres juntos y comenzaba darle besos a
los tres pasándome de boca a boca. Besaban pesimo jaja, pero con eso me
calentaron los chamacos. Y ellos igual que me dijeron —¡ya se nos paró! ¿quiere
verlos? Y yo afirme con la cabeza.
Los tres se bajaron los pantalones mostrándome sus penes. Les dije que ya
mejor me iba, eso se estaba descontrolando. Pero me agarraron de las manos para
evitarlo. Y de pronto ya tenía uno atrás de mí, y dos adelante sujetándome.
A veces no entiendo esta generación tan acelerada. Betito que habia quedado
atrás comenzó a alzarme la falda y bajarme el calzón lentamente. Yo tratándome de
soltar, pude gritar, pero me daba miedo de que yo me metiera en problemas y no
ellos.
Betito me besaba las nalgas y los otros dos me sacaban las tetas. Les dije
—¿están conscientes que me están violando? —Pero ellos entretenidos, uno pegado
a cada teta y Betito metiendo su lengua en mi culo.
—¡maestra que buen culo se carga! Me decía Betito mientras hundía mas su
cara. El chamaco se atrevió a acomodarse y comenzar e meterme su pitito en la
vagina. Yo ya me dejé llevar, me incliné y comencé a chupar los penes de los
otros dos mientras Betitó me daba rico en la conchita.
Les pregunté si eran vírgenes. Me dijeron que no, que los tres perdieron la
virginidad al mismo tiempo cuando se cogieron a la maestra Guadalupe. Los
pinchis chamacos, no era la primera maestra a quien se cogían, pero me dijeron
que yo estaba mas buena jajaj. Y la verdad si, la maestra Guadalupe era una
señora de 50 años, muy flaca un poco encorvada, nada agraciada jajaj. Creo que
se aprovecho de la calentura de los chicos para desvirginarlos.
Pero en ese momento Betito me estaba dando hasta en el culo. No se vino,
cambio con Saulito quien comenzó a metérmela por la vagina. Pero yo cometí el
error de mover las nalgas sacudiéndolas con su pene dentro, 3 minutos y el
chico comenzó a sacudirse de placer y me tiro su lechita dentro. Me agaché rápido
y comencé a hacer pipi para sacar todo el semen. Pero Betito y Luisito
acercaron sus penes. Comencé a chuparselas mientras me orinaba jaja.
Hice que se siente Luisito en un borde que tenía a las orillas los salones
y comencé a darles sentones violentos, yo ya estaba caliente. El abriéndome el
culo mientras miraba como entraba en mi concha. —¡La amo maestra Dalia! —me
dijo excitado jjaja, yo le dije —¡tambien te amo Luisito!
No se si un fetiche del Luisito, pero me metía el dedo en mi culo y luego
se lo olía. Afortunadamente le medí bien, vi su cara excitada que me salí y
comencé a jalársela, sacando toda su leche y derramándola en sus pantalones (no
se los habia quitado por completo)
Abrí mis nalgas para que Betito metiera su pito en mi culo. —¿tengo mejor
culo que la profe Lupita? —le pregunté, pero el estaba en otra dimensión, no me
contestó, solo me miraba mi culo mientras me penetraba duro. Derramó su lechita
en mis nalgas.
Yo igual quedé satisfecha. Me limpie un poco con papel que me dieron de sus
mochilas. Y los deje ahí y regresé a mis clases.
Si me arrepentí de cogérmelos. Luego los remordimientos, y aunque ellos
siguieron buscándome yo les corte diciendo que no se iba a repetir. Comencé a
portarme bien mamona, ni los volteaba a ver. Y pues eso fue hace tres meses. Y
actualmente tengo tres meses de embarazo jajaj, obviamente mi esposo feliz, lo habíamos
intentado y no lo habíamos logrado. Lo mas probable es que sea de Saulito que
fue el único que se corrió dentro de mi vagina ese día. Planeo dejar de dar
clases estos dias, mi esposo me apoya. Igual para no toparme con esos chicos,
por que igual se ve que la pasan mal al verme. Se ve que todavía me desean y
mejor alejar tentaciones.
Ah PTM que rica estas
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