Infiel en luna de miel

 Les dejamos un relato que nos llegó. Besos

Me llamo Cristina. Pues les cuento mi anécdota no tan larga creo yo. Hace un año me casé a mis 21 años, mi esposo es un año menor, pero le va bien y nos fuimos de luna de miel, todo bien rico el sexo con mi nuevo esposo, no hay queja. Lo que si no me gusto que se la pasó bebiendo mucho, resulto que era un borracho. Al menos en esa ocasión siempre tenia una cerveza en la mano.

Pues resulta que nos fuimos a una playa un poco alejada de la ciudad. Super hermoso, yo en bikini de hilo para mostrarle nalga a mi esposo. Pero para variar el desde que llegamos comenzó a beber. Nadamos un poco, comimos, platicamos, pero conforme pasaba el tiempo el se iba empedando. Pero a nuestro lado estaba un señor con su esposa, una pareja de extranjeros que ya era grande. El señor pelón, panzoncito y la señora igual gordita canosa. Luego comenzaban a platicar con nosotros, mi esposo les ofreció cerveza, pero ellos dijeron que no bebían. Luego me doy cuenta que el señor cada vez que podía me veía las nalgas. Igual yo sabia que se me veía hasta el interior con mi tanga cuando me inclinaba jaja.

Me sorprendió cuando el señor me dice, —que bonito culo tiene señorita, —yo le di las gracias, el señor bien descarado con lentes, pero se veía que me andaba mirando. Yo dije pues viejo cochino, quieres ver y hasta me ponía en cuatro según acomodando la toalla y limpiándola de arena. Incluso me moví un poca la tanga asomando un labio vaginal. El señor hasta se quitó los lentes y su esposa bien dormidita bajo la sombra de su sombría. Yo ahí moviendo la colita, se me ocurre voltear a ver y el señor sobándose sobre su short, yo me reí y el sonrió también.

Pues ya estaba la tarde, mi esposo roncando todo dormidote. Me senté por que la esposa del señor despertó, no quise problemas. Me fui a dar un regaderazo en unas duchas que estaban cerca y ya pues pedir un taxi para irme con mi borrachito. Al regresar me inclino para recoger la toalla donde estaba acostada y ciento una nalgada. Volteo a ver y era el señor con su verga de fuera, estaba grande. Su esposa a su lado me dice, —¿se te antoja la verga de mi marido? –caí en cuenta que era una pareja abierta. Le dije —si se ve deliciosa, el señor me dice —puedes comértela.

Pues observé a mi esposo y dije, te mereces unos cuernos por borracho. y fui me arrodillé y comencé a chupar esa verga deliciosa. La señora hasta me agarró de la cabeza diciéndome —trágatela toda corazon. —yo asfixiándome, hasta tosía y llenaba de babá toda esa cosota.  Algo gracioso que pasaban unos chicos y se nos quedan viendo y la señor grita —¡a chingar a su madre para otra parte! —toda alterada, pero algunos se quedaron a lo lejos mirando. Yo chupa y chupa hasta los huevos del señor. Luego me puse de pie, les pregunté —¿puedo meterla en mi conchita? —el señor contestando —para eso lo hizo dios.

Jajaj pues me acomodo encima dándole la espalda, el hizo un lado mi tanga y comencé a insertarme eso tan rico. La señora metiéndome dedo en mi culo mientras su esposo me metía toda su potente verga. Era una experiencia bien deliciosa, comencé a gemir de lo rico que estaba sintiendo. Me dijo que me volteé, cuando lo hice me sacó las tetas para chupar y me comenzó a meter su verga de nuevo y su esposa escarbándome el culo, ya hasta metía dos dedos. Luego dice —ya tienes el culo dilatado, ¿quieres por ahí? —yo excitada le dije sí.

Pues ella fue la que escupió mi culo, embarró su saliva y me introdujo la verga de su esposo. Yo sobando el clítoris. Ahí el señor se corrió en mi culo, el ardorcito rico cuando el chorro caliente sale. Todavía su esposa me lamio el culo con la leche de su esposo. Luego ella misma agarró una botella de agua y comenzó a lavarme la panocha, el culo y hasta le varga de su esposo.

Ya cogida, me preguntan cómo me iría con mi esposo borracho, les dije que llamaría un taxi. Me dijeron que eso era carísimo, amablemente me ofrecieron llevarnos por lo que acepté. En el camino me dijeron que solo estaban de vacaciones, pero querían seguirla pasando rico conmigo. Ese día dejamos a mi esposo en el hotel y me fui con ellos.

El hotel de ellos estaba cerca, nos fuimos a su habitación. Ahí me invitaron a cenar rico, luego comenzamos un rico trio. Aunque noté algo extraño, y era que el señor nunca penetró a su esposa. Ambos se la pasaron conmigo. El dándome rico de perrito, la señora besándome. O el chupándome la panocha y la señora poniendo la suya en mi cara. A ella le encantaba chuparme las tetas mientras montaba a su esposo. Me llenó de leche, siempre afuera o en el culo, hasta me los tragué cuando nunca lo había hecho por que me daba asco jajaja, pero los del señor sabia delicioso, dulcecito. Ahí le succione hasta la ultima gota mientras su esposa me dedeaba.

Ya de ahí me llevaron como las 4am a mi hotel de nuevo. mi esposo seguía dormido por lo que nunca se enteró. Ya no volví a ver a la pareja, ya que se regresaron a su país y con tanto sexo nunca les pedí redes. igual no es como que me interese contactarlos, para mi y para ellos fue sola una rica noches y ya. Y pues yo si la pasé rico en mi luna de miel y les juro que ya no he vuelto a ser infiel. Al menos no hasta el momento. Saludos a las ninfómanas y chicos que lo leen.



Comentarios