Una historia que nos llegó:
Yo soy Eugenia, soy casada con dos hijos. Les mando mi anécdota, esperando
corrijan un poco mis nacadas jejej. Mi esposo es albañil y se mata trabajando
casi todo el día. Para ayudarle vendo antojitos en la mañana, botanas y cerveza
de forma clandestina jejej. Y si me resulta, por que vivimos en una zona un
poco olvidada, donde para conseguir todo eso, hay que ir lejos.
Mis principales clientes, son unos muchachitos que les dicen los gallos.
Con la gente son tranquilos, aunque siempre andan asaltando a los alrededores
del barrio o andan peleándose con otros muchachitos de otro barrio.
A mi ya me conocen, hasta me dan los buenos dias, la gente de por aquí se
siente segura con ellos. Mi esposo me prohibió hacerlos pasar a la casa a beber
lo que compran. Por lo que ellos solo charlan un poco, cotorrean y se van no sé
dónde. Ya tenemos confianza, tanto que el Peluco, un día me dijo, usted si
aguanta, tiene culazo. Yo me reí, claramente estaba marihuano.
Luego aprendí a hacer esquites y dejé a una sobrina a atender en mi casa y
yo me agarré un triciclo a pasearme por el barrio a vender elotes, esquites,
botanas, etc. Entonces me di cuenta que los Gallos se reunían en un parque casi
al fondo del barrio.
No va mucha gente, hay una cancha de básquet al frente y hasta atrás uno de
futbol rápido, con piso de cemento y gradas alrededor. Creo que la gente no va, porque hay áreas
lleno de monte y poca iluminación en algunas partes.
El caso que me topé a los Gallos, ellos y otros que pasaban me compraron y
estuvieron contándome que era su base jejej. Vi que había buena venta y es asi
como comencé a ir casi diario a ese parque, ya sin dar tantas vueltas. Me
instalaba a lado de la cancha de basquet. Los Gallos se acercaban a platicar y
si me entretenían.
Luego llegaban sudados, jugaban futbol en la cancha de hasta atrás. Y un
día me dijeron, porque no trae mas chelas y nos surte mientras jugamos. Y yo de
¡va!
Lleve a mi hijo de 14 años, para que me ayudara, dejaba una hielera llena
de cervezas en la cancha de futbol rápido, donde yo me quedaba a venderlas y mi
hijo se iba con el triciclo frente a la cancha de básquet, al otro lado del
parque.
Los gallos jugando y comprando chelas. Yo me fui a un rincón de las gradas,
medio escondida, para que no me atraparan vendiéndolas jejeje. Igual el mendigo
Peluco jugaba sin playera, estaba bien feo de la cara, pero delgado y marcado
del cuerpo. Yo me le quedaba mirando jugar, y pensaba, ¡pinchi chamaco está
bueno!
Casi diario asi estaba, y creo que el Peluco se dio cuenta que lo miraba.
Un día no llevó boxer, lo sé por qué cuando corría se le movía ahí abajo. Mas
que tenía esos shorts anchos, y todavía se lo agarraba a cada momento. Luego
como yo estaba sentada en una grada, el llegaba a tomarse la chela, y se paraba
a mi lado, poniéndome el paquete a la altura de mi cara. Yo mejor me paraba
jeje.
Un día, mientras sus amigos jugaban, el no entró y se sentó a mi lado a
hacerme platica. Sin camisa, sudado. Entre tanto charlar, me pregunta ¿usted le
ha puesto los cuernos a su esposo? Le dije que no. Incluso que mi esposo era el
único hombre con quien había estado. Me contesta; de lo que se pierde. Me dice, cuando guste doñita, yo tengo buena
verga. Me lo decía y se le paraba, debajo de su short se veía todo puntiagudo y
enorme. Me puse nerviosa, solo le dije “estas loco Peluco” y me quedé mirando
mi cel.
Y me dice; Puedo hacer que se le moje la panocha, neta que si se la quiero
meter duro. ¿no quiere? Se lo hago despacio o duro, yo le doy mi verga a la
velocidad que quiera. ¿quiere verla? Vamos abajito de las gradas y se lo
muestro.
El mendigo chamaco me había calentado. No aguanté y le dije, ok, pero solo
para verla. Nos bajamos y fuimos debajo de las gradas, el rápido se saco la
verga por arriba del short. La tenia como de unos 20cm. Se la comenzó a jalar y
yo le tome una foto con mi cel jejej. Me agarró la mano y me la puso ahí, yo se
la apreté. Me agaché para verla mas de cerca. Pero escuchó voces que decían
¡reta!
Me asomé, y era otro grupo de chicos, algunos compañeros de mi hijo. Le
dije que paremos, y salimos y el suplicándome que le de una chupadita jejeje,
pero le dije que no. Media hora después llegó mi hijo que vendió todo del
triciclo y se puso a jugar tambien. Llegando a mi casa, me eché un baño y me di
mis santas dedeadas.
Volví a los dos dias, mi hijo en su lugar y yo me fui de nuevo donde
jugaban los Gallos. Estaba acomodando un poco las cosas en la hielera, cuando
siento el arrimón por detrás. Era otro chico que le decían Hobbit. Puso sus
manos en mis nalgas preguntándome si las iba a prestar. Le dije que no, pero al
parecer todos los amigos del Pelucas se dieron cuenta de lo sucedido aquel dia
bajo las gradas.
Se acercó Pelucas y le dije ¡aplaca a tu amigo! El dijo ¡tranquilo pinchi
Hobit! Si le reclamé que andaba de chismoso. Pero me dijo; Yo no dije nada, los
camaradas se dieron cuenta solitos. Y yo me quede callada.
Mientras me decía, me agarraba las nalgas por atrás queriendo subirme la
falda que traía. Le dije ¡cálmate Pelucas! Pero sacó su verga y comenzó a
untármela en las nalgas, ya con mi vestido arriba. Todos sus amigos dejaron de
jugar y se quedaron mirándonos. Mientras me besaba el cuello, me decía ¿quieres
que te cojamos todos? Y yo de: ¡no! son un chingo, diles que se vayan. Para eso
ya me había hecho un lado el calzón y untaba su verga en mi panocha. Le dije
¡además mi hijo está cerca! Pero le dijo el Hobitt que se subiera hasta la
ultima grada a vigilar. Y su verga en círculos, pasando por toda mi panocha.
¡Ya la trae mojadita! Me dijo, yo ya sin palabras, solo sintiendo la cabecita
rosándome. Cuando me di cuenta, todos ya se habían acercado, estaban sentados cerca
mirándonos.
Le pregunté ¿traes condón? Me dijo que no, le dije entonces que solo
untaditas. Ya me acomodé en una grada, me puse en cuatro, con las nalgas
arriba. Peluca me bajó el calzón y comenzó a comerme la panocha. Escuchaba que
unos decían, está enorme ese sapote jejej.
Comenzaron a dedearme, yo solo empinada sin saber quién. Uno me dice ¿se
siente puta? ¿Cómo para aceptar vergas ahí adentro? Y yo ya en cachonda, de: si
me siento bien puta, pero solo untenlo, no lo metan bebes.
Sentía vergas untándose, hasta llegó otro preguntando ¿Qué hacen? Y uno
contestó, ¡ven! Esta puta anda en celo. Una verga en mi boca, comencé a
chuparla. Otra untándose en mi panocha, estaba metiendo solo la puntita,
dejándola en la entrada. Por abajo se lo agarré y comencé a untarlo en mi
clítoris. Estaba delicioso, el pito y mi concha mojadas, Sin necesidad de
penetrarme, me corrí bien rico mojando ese pito. Aprovecharon para dedearme y
sacarme mas jugo vaginal.
Ya saben que con la calentura no se piensa. Le dije a Peluco que quería que
me untara su verga. El se acercó, comenzó a complacerme. Cuando sentí la punta
solo untándose en la entrada, yo moví el culo para que entrara toda.
Hasta lo hice gemir jeje. Comenzó a cogerme despacito, yo sintiendo esa
verga. Comencé a gemir despacito, unos grabando, pero les dije que no lo
hicieran, afortunadamente me hicieron caso. Uno creo que se estaba masturbando
jejej, por que sentí que alguien me tiro semen tibio en la espalda. No era
Peluco, el seguía con su pito dentro de mí.
Se corrió dentro de mí. Yo me acosté boca abajo, mientras me abrían el
culo, acariciaban las nalgas, todos manoseándome.
Querían seguir cogiéndome, pero les dije que ya era tarde. Pero les prometí
que cogería con todos, pero uno por uno. Ese día me vestí, aprovechando que
después de la cogida se me bajo un poco lo hot, hui antes de cometer más
tonterías.
Pero les cumplí la promesa, ya llevando condones. Siempre que iba, mientras
unos juegan, dos me cogen bajo las gradas. De la noche a la mañana, me convertí
en una vieja putisima. Era cierto que
solo con mi esposo había estado. Pero ahora ya me cogí a los 14 Gallos. Ya ando
como en la tercera ronda jejeje
Hasta ahora, uno apodado Sucio, chaparrito, greñudo, es el que me gusta
como me coje. Lo hace duro, ya hasta le di el culo. El me dijo que ya soy la
putita oficial de la banda.
Eso sí, me la pase cogiendo casi a diario. Eso me causo un problema en la
panocha jejej. Nada de gravedad. Ahora, aunque sea más lenta las vueltas de
cogidas para que pasen los 14 Gallos. Pero me espero unos dias entre uno y
otro. Quiero un fin de semana con los 14 jajaja, pero me es imposible por mi
esposo. A ver si sale la oportunidad.
Que rico relato, sigue escribiendo aquí, ya mas detallada la cosa, cogida por cogida
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