Hola les cuento. Soy casada y tengo una niña. Soy una esposa común y
corriente o al menos lo era. Mi esposo es un hombre muy amiguero, se consigue
amistades muy fácilmente. Tiene su grupo de amigos que tienen un equipo de futbol
que juega en la zona de donde vivimos.
Uno de ellos llamado Santiago es un hombre enorme y robusto. Siempre lo
ponen de portero por lo mismo. Se supone que Santiago es el mejor amigo de mi
esposo desde la prepa, pero es un mal amigo. Al principio Santiago platicaba
mucho conmigo por Facebook, nada raro, pues todos los demás amigos de mi esposo
igual lo hacen. Nada fuera de lo común, pero con Santiago todo comenzó a ir mas
rápido. Diario nos quedábamos platicando por redes. Un día por ese medio me
confesó que le gusto demasiado, que estaba bien hermosa y que no podía dormir
pensando en mí. Le dije que no debería decirle eso a la esposa del que se
supone es su mejor amigo. El me dijo que tenia yo razón, pero que no podía evitarlo.
En fin, desde ese día Santiago siempre andaba de romántico conmigo. Igual yo no
le daba alas, pero tampoco lo rechazaba, solo le decía cosas como estas loco, o
la risa jajaja y ya.
Hasta que un día me pregunto que si le aceptaría una foto de su pene. Le
dije que no, pero me dijo que eso no era infidelidad, simplemente según él, era
para que lo calificara como amigos. Yo tenia curiosidad, pensaba, alguien tan
grande como él, ¿Cómo lo tendría? Le dije que ok, pero después íbamos a borrar
todo. Y me mandó su foto, estaba erecto y con un poco de semen escurriendo por
la punta. Si la tenia grande, le dije que le ponía un 10. El feliz, quiso
mandarme más, pero le dije que con esa bastaba. Me dijo que andaba bien
caliente y que se iba a masturbar, que si podía verlo. Le dije que no, el no me
insistió.
Pero sin darme cuenta, ya había subido de intensidad la charla con el mejor
amigo de mi esposo. No se lo decía, pero terminaba mojada solo con esos chats. Cuando
iba a la casa, ahí solo miraditas, casi ni hablábamos, yo trataba de mantener la
distancia y creo que el se daba cuenta y respetaba eso.
Fue un día, que el equipo de mi esposo ganó la final. Fueron a la casa a
celebrar, con unas cervezas, botanas, etc. Y me pidió mi esposo amablemente si podía
preparar unos chilaquiles por que me quedan sabrosos. Le dije que estaba bien y
Santiago se ofreció a ayudar por que sabía cocinar, ya que había trabajado de
cocinero en un restaurant.
Mi esposo y sus otros amigos se quedaron en el patio de enfrente, nuestra
casa no es grande. Entrando en la derecha esta la sala y un comedor, y del izquierdo
un cuarto donde dormimos, luego el cuarto de mi niña, que ese día andaba en
casa de su prima. Luego esta el baño, luego una pequeña cocineta, antes de la
puerta para el patio de atrás.
Estábamos metidos Santiago y yo en la cocina. Cuando me inclino a buscar unos
recipientes, el me agarra las nalgas diciéndome; ¡necesito eso! Le dije que
esté quieto, pero riéndome. Creo que eso le quito seriedad a mi reclamo.
Pero cada vez que podía se andaba untando en mí. Para colmo yo traía una
falda, logró meter un poco su mano acariciándome la pierna. Eso me calentó, pero
le dije ¡estate quieto, mi esposo esta afuera! Cada vez que entraba alguno de
sus amigos por cerveza, nosotros nos separábamos, el en una esquina y yo en
otra en silencio. Pero cuando salían, Santiago se me volvía a acercar.
Y que de nuevo me tengo que inclinar para sacar unos platos. Pero el me va
levantando la falda, diciendo ¡que culazo! Puso una mano sobre mi espalda, para
que no pudiera ponerme de pie tan rápido.
Con la otra mano me acariciaba las nalgas. Como traía su short o no se como
se llame esos de futbol. Con una sola mano se lo bajo por enfrente sacando
tremenda verga. Yo diciéndole ¡detente Santiago, nos van a ver! Pero el untando
su verga en medio de mi culo, entre mi tanga. Yo ya había caído, hizo de un
lado mi tanga y comenzó a untar la cabeza de su pene en mi culo. Estaba bien húmedo,
me mojo toda cuando me lo restregó. Afortunadamente la puerta de enfrente
sonaba cuando se abría, apenas escuchamos el ruido yo me baje la falda y el se metió
su verga en el short y se pego por el lavabo para que no vieran que estaba
erecto. El que entró era mi esposo, nos ayudo unos 5 minutos, luego lo llamaron
por sus amigos nuevamente y se fue.
Apenas se fue mi esposo, me dice; súbete la falda, sigamos cachondeando. Le
dije que no, pero él ya tenía su verga por fuera. Pues yo con la adrenalina,
eso me tenia excitadísima. Me subí de nuevo la falda y me empiné un poco sobre
el lavabo y comenzó a untar su verga nuevamente en mi culo. El desgraciado
comenzó a bajarme la tanga, le dije que no, pero no me escuchaba. Me lo iba a
dejar a media pierna, pero si entraba alguien iba a ser incomodo. Por lo que
mejor moví los pies para que se me cayera por completo y le dije que lo iba a
guardar en un cajón, no quería que se dieran cuenta que me lo había quitado. Pero
cuando me incliné por completo para recoger mi tanga, Santiago me fue metiendo
su verga por completa en toda la panocha.
Si deje salir un gemido, y el diciéndome ¡estas bien mojada mi amor! Yo pues
ya dejé que me cogiera. Me acomodé empinándome sobre el lavabo nuevamente y el metiéndomela.
Suena de nuevo la puerta de enfrente, rápido me baje la falda y Santiago se escondió
la verga y de nuevo nos separamos. De nuevo mi esposo, diciendo que se había
acabado las cervezas, que iban a ir por más. Bien confiado mi esposo, se fue
con dos amigos más, unos se quedaron adelante y Santiago y yo en la cocina.
Yo fui quien se subió la falda primero diciéndole ¡síguemela metiendo papi!
Como que me cogía con mas confianza. Mas duro, haciendo sonar mi panocha con
las penetradas. Luego me agarro las manos por detrás, como para someterme, y siguió
mas duro, trataba de no gemir duro. Escuchamos que se abre la puerta, le dije ¡mi
esposo! Me dijo, que se acababa de ir, no podía ser él. Pero yo alterada el sin
dejarme de coger. Le dije ¡detente alguien entro! Era otro de los amigos de mi
esposo, nos vio cogiendo y solo dijo ¡que rico!
No sé cómo, pero si logré zafarme y me bajé la falda. Pero Santiago me
dice, no te preocupes, el Misael es discreto, no va a decir nada. Pero el
Misael estaba como borracho, y dijo; ¡No mames wey! Si te cogiste a la putita.
Santiago diciéndole como ya vete de aquí. Misael ni tan discreto, ya que me
dijo; este cabrón si cumple lo que promete, nos dijo que te iba a coger y mira,
ya te anda culiando. Ósea que todos sus amigos o al menos algunos sabían. Yo me
enojé, le dije que terminara él los chilaquiles y me fui a encerrar a mi
cuarto. Le dije que le dijeran a mi esposo que me sentí mal.
En dias siguiente comencé a hablar con Misael, si tuve que insistir mucho,
pero después de enviarle mi pack el me mostró capturas de un grupo de wats. Como
son los hombres, los amigos de mi esposo diciendo que tenía un culote, Santiago
diciendo que me la iba a meter que ya iba cayendo.
Pues al día siguiente fui a reclamarle a Santiago y decirle que se aleje de
mi esposo. Llegue a su casa, de esas de Infonavit bien pequeñas en villas del
mar. Como había vecinas chismosas entré para que no escuchara lo que tenia que
decir. Para buena suerte estaba Misael y Tito otros de los amigos de mi esposo.
Estaban viendo futbol. Comencé a insultarlos, les dije; Alejense de mi esposo,
solo le andan viendo la cara de pendejo, y me contestan; ¡tu tambien lo haces
mamacita! Bien sínicos.
Me iba a ir, cuando Santiago me jala de la mano diciendo ¿no nos
despediremos? Le di su cachetada. Pero me abrazó y puso sus manos en mis
nalgas. Me dijo ¿a poco no te gusto como te culie la otra noche? comenzó a besarme
el cuello, yo de ¡suéltame! Pero con la voz suavecita y algo excitada. Me dice,
¡déjate llevar! Después ya no nos veras. Comenzó a subirme la falda y agarrarme
las nalgas, besarme el cuello, yo de nuevo ya habia caido.
Santiago se bajó el short, y yo me agache a chuparle la verga. Le dije ¡solo
esta y ya! No nos volveremos a ver. Misael y Tito ya sin pantalones, se
pusieron a lado de Santiago con los pitos parados pidiéndome que se las chupara
tambien. Yo ya estaba en modo zorra, no me importo y comencé a chupárselas
tambien. Me puse de pie, y entre los tres me bajaron el calzón. Tito se agachó
a chuparme la panocha, mientras Santiago y Misael me levantaban la blusa para
chuparme una teta cada quien.
Santiago se sentó en su sofa y me jaló para sentarme encima. Me acomodé su
verga en mi panocha y comencé a matarme en ella. Y ellos torturándome diciendo;
tu esposo si es fiel, y tu cogiéndote a sus amigos. Y yo contestando ¡cállense!
Luego me puse en cuatro sobre el sofá y Misael se subio a darme de perrito.
Pero lo mas loco es que me dijeron que mi esposo iba para ahí. Según iban a ir
a jugar de nuevo, todos unos fifas.
Santiago me dijo que nos metiéramos en su cuarto. Ahí me acostó en su cama
y puso mis piernas en su hombro y comenzó a cogerme más. Misael y Tito se
quedaron afuera, escuché que llego mi esposo y como el cuarto estaba luego de
la sala, escucha que preguntó por Santiago, y esos dos le dijeron; anda en su
cuarto cogiéndose a una vieja bien puta. Sus amigos lo conoces creo, por que
luego le dijeron, nos la vamos a coger tambien, ¿no le entras? Y mi esposo diciéndole,
no, saben que tengo mi muñequita, no voy a regarla.
Si me sentí un poco mal, luego esos dos diciéndole, lo que te pierdes, deja
que se la metamos sin condon, es bien puta. Mi esposo tal vez no me es infiel,
pero si escuche que dijo: ¡detalles! ¿Esta buena? Y el tal vez no cogía a
otras, pero se calentaba escuchando anécdotas.
Santiago ya me la estaba metiendo hasta en el culo. Diciendo que le
excitaba eso, en el oído me dijo; que rico cogerte con tu esposo afuera. Y gritó,
¡asi pendeja, abre ese culo para mí! Pero yo no gritaba ni hacia ruido, tenia
miedo que me reconociera mi esposo. Me tiro toda su leche dentro de mi culo,
luego se limpió y salió. Yo me quede en el cuarto pensativa, con semen
escurriendo en mi culo.
Entro Misael para cogerme, pero le dije que no. Por mas que me insistió, yo
me enredé en las sábanas y si, me puse a llorar. En el sexo estaba bien
caliente, pero después me sentía de la patada, la peor mujer del mundo. Mas que
mi esposo se quedó afuera charlando con sus traidores amigos. Ellos contándole como
me cogían, que era una vieja bien puta que conocieron en un antro, según ellos.
Luego de un rato, mi esposo se despidió cuando le dijeron que no iban a jugar,
que se iban a quedar cogiéndome, mi esposo dijo, okey disfrútenlo puercos, riéndose
se fue.
Yo ya me había vestido, entraron desnudos, pero yo enojada me salí de su
casa, los dejes ahí calientes. Para colmo en la noche mi esposo llegó cachondo.
Le pregunté que lo tenía asi, y me dijo que nada, pero supuse que lo que sus
amigos le habían contado, lo calentó. Llegando mi esposo me cogió y yo me
entregue. Como tenía remordimientos, quise compensarlo. Hasta le puse aceite en
todo su cuerpo, comencé a jugarle los huevos y verga brillosa, a chupársela,
luego a cogerlo salvajemente.
Luego si le pregunté si no fue a jugar. Me dijo que no, que estaba esperando
a sus amigos en el campo, pero que Misael le llamó diciéndole que vaya a la
casa de Santiago, pero que, al llegar, estaban ocupados con una chica y mejor
se retiró. Me di cuenta que ellos llamaron a mi esposo a propósito, como que
les calentaba estar cogiéndome con él cerca.
Me prometí que no iba a coger de nuevo con sus amigos. Pero si ha sucedido de
nuevo, es raro, me calientan, disfruto coger con ellos, pero luego lloro de
remordimientos ☹
Hay Susana 🤣, pero q gran *, bienvenida al club, esperemos más anécdotas tuyas.
ResponderEliminarSaludos desde Coatzacoalcos Veracruz.
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