5-ElI CULICHI: Situaciones accidentadas

 

Lo más nuevo, mi esposo, hijas y yo nos mudamos de casa. La anterior lo dimos en renta para una amiga. La nueva esta mas cerca de la oficina de mi esposo, a veces hasta se va caminando. Otra ventaja es que esta cerca de un buen colegio donde inscribimos a mi niña y es mas grande, ahora mis dos hijas tienen su propio cuarto. La bebé es un poco mas independiente y pues estamos atentos a ella con un monitor con cámara.

A lado de nosotros vive una familia. Una señora que es bien chismosa jajaja. Cuando recién nos mudamos, siempre notábamos que nos miraba escondidita entre las cortinas, según ella bien discreta. Para colmo la mamá de la señora vive enfrente, una señora ya grande que siempre está sentada em la puerta. Luego el esposo, un señor gordo que creo que trabaja en mercado libre o no sé, siempre viene con una camioneta con el logo. Es un señor que siempre tiene cara de enojado, pero bien morboso, siempre que salgo con mis hijas, y si el se encuentra en su casa, sale como a pararse en la calle. Pero mi esposo si se dio cuenta un día que salí y él se quedó adentro mirando por la ventana, que el señor me veía y hasta se mordía los labios sin darse cuenta que mi marido lo andaba viendo. También tiene dos hijos, uno veo que estudia en el famoso Conalep por su uniforme y el otro es como de secundaria.

Nosotros nos portamos respetuosos con ellos, mi esposo incluso ya hizo amistad con la señora. Y es que él tiene un don para hacer amistad con cualquiera jajaja. Pero a mi la señora no me quiere.

Pues atrás de la casa tenemos un patio pequeño, y tiene una barda de block que tapa todo por atrás, de los lados la barda tiene como un metro de altura, luego un protector como enrejado de metal que llega hasta arriba donde hay un techo de lámina. Por el vecino de derecha no hay problema, por que levantó una barda alta que nos tapa. Pero del lado de la familia que les mencioné, ellos no tienen barda y siempre los vemos cuando salimos atrás. Por eso mi esposo tiene pensando quitar el enrejado de metal y levantar más la barda para mas privacidad.

Un día salí al patio de atrás, y el vecino estaba en su patio creo que secando unas ropas. Pero estaba en trusa de esas de señor jajaj. Está gordo, bien feo, pero se le marcaba un paquetón abajo. Igual no lo hizo a propósito, cuando me vio se espantó jajaj y se metió rápido a su casa.

Esa noche, mientras mi esposo me andaba comiendo mi culito, le dije, —El vecino tiene un paquete bien rico jajaj. —mi esposo se carcajea, solo me dice que le encanto cuando ando de golosa. Pues arriesgándome a que su mujer me parte la madre, comencé a portarme coqueta. Cuando veía al vecino en su patio de tras, lo saludaba de —hola vecinito, se ve bien hoy. —él se reía, me decía, gracias vecinita, usted amaneció rebien.

Yo con mi cara coqueta jajaj. le preguntaba —¿y su esposa? —me decía que andaba viendo novelas. Es cuando le decía —¡huy lo descuida mucho! —y el como que se apenaba jajaj

El señor mayormente estaba en las tardes y los domingos. Un día sabía que su esposa no estaba, la vi salir bien vestida junto a sus hijos. Salí atrás con licra y top a lavar, el señor estaba ahí igual haciendo como que hacía algo jaja. Pero solo me andaba morboseando. El ya había captado mi coqueteo, pero como que no sabia como seguirme el juego. Yo haciendo como que no lo pelaba, me quite mi short de licra para ponerlo en la lavadora, quedándome solo con una tanguita sexy de encaje. Asi me andaba dando vueltas por todo el patio. Mis hijas andaban con sus primas y mi esposo en el trabajo, igual andaba solita. El ya un adulto, pues ya sabia que significaba que me estuviera encuerando ahí. Me dice —¡esta bien buena vecina! Y yo de —¡gracias vecino! Jajaj y me quité el top para lavarlo, quedándome con un sostén.

Le dije —¡tiene bien sucio ese short que trae, quíteselo y se lo lavo! —el rápido comenzó a bajárselo y me lo dio por el enrejado, lo tiré en la lavadora. Como andaba sin camisa, solo vi su trusita mojada jajaj, le dije, quítese eso igual y se lo lavo. Y se lo quitó mostrando una cosota, no era larga, pero si gruesa. Me fui quitando el calzón diciéndole, —¡andamos bien sucios!

Acerque mi cara entre el protector de metal, le dije —¡venga! Y se acercó y comencé a besarlo en la boca de lengüita, chupándole sus labios. Le dije, —ven a mi casa, —asi bien excitada. Solo vi que se metió, luego regresó decepcionado diciéndome —¡esta mi pinchi suegra afuera de su casa! —yo le dije, —que lastima bebe. Sabia que esa señora se la pasaba horas ahí.

Pero el señor desesperado jajaj, me dijo, —¡una chupada, aunque sea! —le dije que ok. Y como chango comenzó a treparse en la barda, quedo colgado, con su verga entre el protector de metal. Ahí comencé a chupársela, metí mis manos para agarrarle las nalgas y atragantarme con su verga gruesa en la boca, yo diciéndole —¡que rico papi! Voy a devorarte esta verga. Pero me dice —¡espera! Y se va bajando de nuevo, me dijo que había sentido un calambre en los brazos, de estar colgado jajaj. Le dije que mejor fuéramos a un motel, pero me dijo que no tenía efectivo. Pero por calientes estábamos pendejos jaja. Me di cuenta que en la esquina del patio, mi batea donde enjuago ropa, estaba pegado a la suya del sentido contrario a su patio. Uf me excito la idea de coger ahí jajaj.

Me fui y comencé a subir sobre la batea de concreto, me agarré en un palo del techo que ya tenia al alcance y pegue las nalgas al enrejado de metal, diciéndole, suba a su batea y cójame. El vecino, pues gordo jajaj, con mucho trabajo se fue subiendo. Pero quedó.

Metió sus manos entre el enrejado para agarrarme de la cintura, dijo —¡ahora si vecinita! Ya tenía ganas de meter mi verga en esa quesadilla. —comenzó a metérmela, entre los barrotes del enrejado. Yo comencé a gemir, esa verga gruesa si estaba bien rica. Como estaba agarrada de un palo del techo, las laminas hasta rechinaban. Yo en éxtasis gritando, —¡métala vecino! —y el golpeando, metiendo y sacando bien salvaje, creo que hasta la panza se le raspo por pegarse fuerte en el enrejado para alcanzar mi concha. Comencé a mojarme, el lo sintió diciendo que mi panocha ya se había puesto babosa.

Y de pronto escucho un ¡pooom! El vecino perdió el equilibrio y se había caído. Yo me asusté, le pregunté si estaba bien, estaba en el suelo hasta sangrando de las manos, como las tenía entre el enrejado, se raspó al caer. Pero como pudo se levantaba, me dijo que estaba bien. Le pregunte si íbamos al hospital o algo jajaj, dijo que no. Pues terminamos yo curándole las manos entre el enrejado, poniendo antiséptico, vendas etc. La pasión se cortó.

Cuando le conté a mi esposo, el no dejaba de carcajearse. Luego cuando veía al vecino se aguantaba la risa. Pero ahí no acaba esto.

Mi esposo logró que la señora nos invite a comer a su casa. Era el cumpleaños de ella y solo iba a hacer un poco de pozole y un pastel. No fue fiesta, solo un convivio, estaba la señora, su esposo que ya sus heridas eran costras. Estaba la mamá de la señora que vivía enfrente, sus hijos unas personas más. Pero no tenía buena relación al parecer con los demás, comieron, cortaron el pastel después de cantar las mañanitas y se fueron. Pero mi esposo y yo nos quedamos a tomar unas copas con la pareja. Nos platicaron de su vida, como se conocieron, etc.

Pues ya en mas confianza, mi esposo y yo les contamos que éramos swingers. El señor ya sabía que significaba, pero a la señora tuvimos que explicarle. El señor dijo, —ósea ¿si dejarías que tu esposa coja con otro? —mi esposo le dijo que si, pero siempre que la esposa de la otra persona quiera, todo debe ser consensuado.

Para eso, mi esposo ya me había contado, que igual ya se había cogido a la señora. Hicieron tanta amistad, que terminaron revolcándose en un motel. Y la señora no era muy guapa jaja, solo estaba bien culona. Pero igual mi esposo me dijo, pues el panzón tampoco esta muy guapo, pero casi lo matas cogiéndotelo jajaja

Para eso los hijos de la pareja no estaban, se habían ido de fiesta apenas terminaron de cortar el pastel. Estábamos sentados en el patio de atrás de ellos, en una mesa cuadrada. Mi esposo comenzó a bailar un poco con la señora. Y yo abajo la mesa le sobaba el paquete al señor preguntándole —¿ya estas bien bebé? —y el nervioso jajaj pero agarró valor y comenzó a agarrarme las piernas y subir hasta llegar en mi concha. Sobaba sobre mi ropa interior. Ya no aguanté, estaba bien caliente que no medí consecuencias, si la esposa se enojaba ni modos. Pero le dije que arrimara su silla, luego el sentado lo monté y comencé a besarlo. El si viendo a su esposa, pero mi esposo ya le tenia la falda arriba, bajándole el calzon a la señora y agachándose para chupar panocha.

El señor si dijo —¡pinchi puta! Viendo a su esposa. Pero le dije —si mi esposo se coge a tu mujer, tu cógete a la suya. Me desabotoné la blusa que tenía, y comencé a darle teta en la boca. El me apretaba las nalgas, mi esposo sacó condones y le lanza uno al señor diciendo —¡provecho compa! Jajaj

El señor diciendo que éramos una pareja bien loca, pero sin dejar de chuparme la teta. Me levanté, comencé a bajarle el pantalón. Luego le saqué su verga por debajo de la trusa y comencé a chupársela. Pues conocemos de eso, vi que el señor estaba poniéndose incomodo, estaba viendo a su esposa ya desnuda chupándosela a mi esposo. Le puse el condón al señor y me senté clavándome lentamente, y le dije a mi esposo, —amor, ¿me dejas comerme esta verga en privado? —mi esposo entendió, esa es la clave para decirle, el marido está incomodo, no aguantará que te cojas a su mujer enfrente, llévatela en otro lado.

Mi esposo se llevó a la señora a una habitación. Yo me quede clavándome en la verga del señor, el ya sin distracciones se enfocó en mí. Abriéndome las nalgas, besándome la espalda y yo gimiendo. Luego me acosté bajo la mesa boca arriba, abrí mies piernas y él comenzó a darme rico. Ya mero me reventaba la panocha con su gruesa verga. Ahí se me corrió, le quité el condón y comencé a chupársela despacito para limpiarlo.

Resulta que mi esposo, se llevó a la señora a la casa. Le dije al señor que recargué y nos fuimos a la sala a acostarnos para esperar mientras bebíamos más. El caso es que nos quedamos dormidos.

Luego en la madrugada, dormía boca abajo, cuando siento que se me suben, y me comienzan a meter una verga en la concha. Unas manos en mi espalda casi aplastándome. Volteo y era el hijo mayor del señor. Sin pantalones cogiéndome, Y decía cosas como —¿eres la amante de mi papá? Pues te voy a castigar pinchi puta barata. Me jalaba el cabello, yo gimiendo jajaj de —¡castígame más! Pero sale el papá y lo jala. Comenzó a mentarle la madre a su hijo y lo metió en el cuarto.

Ya después me dijo que no sabía que porquerías se metía su hijo, a veces llegaba bien loco. Al menos no iba a recordar nada al día siguiente.

Pues llegó mi esposo que escucho los gritos, acompañado de la señora. Me abrazó insultando al señor de ¡controle a su pinchi hijo! ya le dije que estaba bien, que se calmara. Si se enojó mi esposo, fue por mi ropa y me dijo que ya nos fuéramos a la casa, que no me iba a dejar de nuevo con el señor. Me pidió disculpas, pero le dije que estaba bien, que lo estaba disfrutando hasta antes de saber que el chamaco estaba drogado.

Pues pensamos que esa familia era un poco conflictiva. Después los escuchamos discutir, el señor le llamaba puta a la señora. Y ella igual le decía facilote. Entendimos que tuvimos la culpa, aunque cogieron con nosotros, no están preparados para el sexo swinger. Quedamos con mi esposo de ya no coger con ellos. Solo tratarlos cordialmente, el señor si me dijo que por que me porto cortante, le dije que no queremos causar problemas. Si se me puso como triste, pero ni modos.





Comentarios

  1. Excelente 10 de mayo a todas las bellas mamás que integran este blog, quienes nos recuerdan que el amor se manifiesta de maneras muy singulares. Mi respeto y admiración para todas.

    Roberto

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