PANDORA 8 un viaje intenso

 

Les cuento, mi esposo anda enojado conmigo. Dice que ando en el pecado de la vanidad, por que me paso horas en el gym además que consulto una nutrióloga carísima. La verdad no lo entiendo, aunque no lo admita se ve que le anda gustando los resultados jajaja cogemos mas seguido, aunque me sigo limitando en lencería y cosas hot, es más sexo “normal” pero al menos es seguido.  

Pues debido a esa molestia que tiene conmigo, se fue unos dias a Tulum, fue a unos cursos y cosas de biblia que imparte y se anda quedando ahí, según el como venganza de no obedecerlo. Aunque mi suegra dice que se anda alejando de la tentación, y yo de ¿Cuál tentación? Soy su esposa jajaja yo creo que cuando me ve ya durita con el ejercicio, se le antoja cosas cochinas jaja por eso mejor se aleja, al menos esa es mi teoría.

En serio que no lo había visto como dos semanas, me preocupe y aunque no quiera tuve que ir a buscarlo para arreglar las cosas. Aunque ustedes no lo crean si lo quiero a mi modo. Le pedí a mi yerno que me acompañara, digo igual aprovechaba para echarme una cogidita con el antes de ir por mi esposo. Le pedí a un hermano del templo que es taxista nos lleve, afortunadamente nos lo dejo barato.

Pues se supone que íbamos a salir a las 7am de la ciudad, para que como en dos horas, estar en Tulum, pues sabiendo que iba a ir mi yernito, me puse lencería sensual, liguero y un vestido un poco largo, me llega hasta por debajo de la rodilla, todo calculado para coger con mi yerno si se daba chance, el vestido se abría fácil, con un cierre que estaba desde el escote hasta abajo.

Me enojé por que ya estaba el taxi esperando afuera y mi yerno sale con que no podía ir, por que andaba enfermo, para mi con resaca, ya que se había ido de fiesta. Pues no le rogué, el se lo perdía. Me subí al taxi y me dirigí a mi destino.

Pues yo en el asiento de atrás y el hermano taxista que se llama Aldo platicando muy caballeroso. Hasta me hablaba de usted, seguramente por que era la esposa de su pastor. Me hizo olvidar el enojo y estrés con sus ocurrencias, hasta comenzó a contar chistes blancos pero divertidos. Creo que la que es golfa, las circunstancias la ayudan. Lo digo por que suena mi celular y jalo mi bulto para sacarlo, sin querer, se me levanto un poco la falda quedando a media pierna mostrando el liguero que traía. Hablaba con mi hija en el teléfono, pero si note que don Aldo movió hasta el espejo retrovisor seguramente para verme las piernas.

Cuando me ausento, mi hija se cuelga mucho hablando conmigo en celular. Durante la llamada si estaba atenta a don Aldo y yo pensando, mendigo, tan tranquilo que se ve. Pasábamos en una zona donde andan haciendo unos trabajos, el atento al camino, yo aproveché sin dejar de hablar con mi hija, subirme un poco mas la falda a ver que hacía don Aldo.

Hasta me puse mis lentes negros y andaba con la cabeza de lado haciendo como que miraba a los costados, pero los ojos estudiando a don Aldo. Abrí un poco las piernas, se me veía el calzoncito negro. No se como no chocó, como que sus ojos estaban mas tiempo en el espejo retrovisor. Pero cada vez que pasábamos por zonas de mantenimiento de la calle, él se ponía atento al camino y yo subía más la faldita.

Llegó el punto que ya tenia la falda hasta arriba con todo el panorama a la vista. Colgando con mi hija le llamé a mi esposo. Pero no me contestaba el canijo, me dijo don Aldo que donde iba a quedarme si mi esposo no contestaba. pero recordé que las ninfas me ofrecieron entrar al club, cosa que rechacé por que me es imposible, pero recordé que una vivía en Tulum y le marqué pidiéndole hospedaje por si no me contestaba mi esposo, ella de claro. Y me puse a platicar con ella jajaj me andaba contando que otras ninfas y los chicos andaban ahí en una miniorgia. Obviamente me calenté con los detalles que me daba. Como puro reflejo, mientras charlaba, me agarré un poco la conchita sobre el calzón, me sentí húmeda, recordé a don Aldo y quité la mano jajaj.

Pero apenas colgué con mi amiga, el nada tímido me dice ¡que rica esta! Le sonreí diciéndole que no pensé que me dijera eso, pero me contesta, ¡pues usted me dio la confianza! O ¿Por qué se anda acariciando la concha delante mío?, hasta los calzones me anda mostrando. Yo ya en modo hot, me hago un lado el calzón, le mostré mi panocha mojada, mientras me pasaba un dedo por en medio diciéndole, ¿le gusta lo que ve hermano Aldo? Y el ¡me encanta hermana! ¿me va a dar panocha? Y yo no, solo es ver jajaja

Como dice el dicho, caras vemos, corazones no sabemos. Don Aldo en el templo es super propio, habla de la palabra de dios hasta con versículos, pero en ese momento andaba hasta sacando la lengua diciendo ¡quiero panocha! Jajaja yo igual loquita, tenia la concha babosa, con mis dedos agarré un poco y se lo puse en la nariz, el hasta me lamio los dedos. Me dice ya vamos a llegar a playa del Carmen, ¿nos metemos en un motel? Y yo no, tengo prisa. Pero yo alimentándolo, agarrando mi panocha y dándole mi dedo a que chupe jajaja el suplicándome, que, si no, iba a chocar que lo tenía bien desconcentrado. La verdad si me dio miedo eso, si lo vi como bien distraído, pues le dije ok, métase al primer motel que vea.

A la entrada de esa ciudad había uno, entró con el taxi, el pagó. Yo ya desde ahí me abrí el cierre del vestido y me lo abrí por el frente, hasta un chico que creo que trabajaba en ese motel me vio con la lenceria jajaj.

Apenas andábamos en la cochera del cuarto, me baje y ahí mismo me agarró sin ni siquiera bajar el porton. Me tiro el vestido que ya estaba abierto dejándome solo en lencería y comenzó a bajarme el brasier para chuparme las tetas, sus dedos en mi concha. El chico aquel pasaba, nos vio y solo se quedó mirándonos. Don Aldo entretenido chupándome la teta y dedeándome que no se dio cuenta. Yo excitada le sonrié al chico y me saqué la otra teta, llamé al chico con la mano. Don Aldo se dio cuenta, me dijo ¡quiero cogerla yo solo! Le dije mientras el chico se acercaba, que se aguantara, o no iba a darle nada.

Ya entrando el chico, don Aldo enojado le dijo que cierre el portón, el chico lo hizo, pero quedo adentro. Les dije, desnúdense, quiero sus penes en mi boca. Los dos lo hicieron, los paré ahí en la cochera, pegados al coche y comencé a chupárselas uno a uno, pasando de un pene a otro. Y don Aldo ¡hermana, no pensé que fuera tan puta! Jajaj asi de los penes, los lleve a la habitación.

En el cuarto ya sin nada abajo, don Aldo comenzó a comerme la panocha asi de pie yo. El chico besándome y apretándome las tetas. don Aldo dijo ¡cuidado chavo, tu verga esta muy cerca de mi cara! Jajaaj les dije, que yo los iba a coger. Por lo que los acosté juntitos en la cama y me subí. Primero a don Aldo me agaché encima de su pene y me fui clavando poco a poco. Yo empapada, comencé a cogérmelo, moviendo las caderas, clavándome hasta el fondo. El chico se sentó a chuparme tetas. un aguanté y me fui a clavar en la verga del chico. ella de ¡señora esta bien buena! Y don Aldo diciendo, es bien puta.

Yo disfrutando esas dos vergas, pasándome de una a otra. Don Aldo gritando de placer, apretándome la cintura. Le moje todo el pene con mi orgasmo y el de ¡asi hermana bendíceme! Jajaja esta loquito. Y yo de ¡si, bendito sea hermano! Echándole todas mis aguas.

El chico muy avispado, me dice, igual quiero que me bendiga, y me fui a clavarme en él, para empaparlo también. Don Aldo saco su leche jalándosela viéndonos. y el chico me tiro toda su leche en el culo. Los tres nos bañamos juntos, don Aldo repitiendo que no pensó que disfrutara del sexo de esa manera.

Quiso echarse otro, le dije que no. Necesitaba llegar con mi esposo, nos despedimos del chico que lo dejamos en la habitación y nos subimos al taxi y seguimos el camino. Ya yo fui en el asiento del copiloto, ahí sus manos en mis piernas cuando podía y estirando la cabeza para besarme. En el camino al fin me contestó mi esposo, su mamá le comentó que había ido y por eso me contestó. Me regañó, pero me dijo en donde estaba, una casa de un amigo de él. Mientras hablaba con mi esposo, don Aldo sobándome la concha jajaja

Llegando a Tulum le dije que pague otro motel para otro palo. Ni lo pensó dos veces, entramos a uno. Ya el mas tranquilo espero que lleguemos a la cama donde se puso a chuparme la panocha. Hicimos un 69 chupándonos rico, ya todo más calmado, pero nos babeamos mutuamente.

Si le dije, aproveché, por que serán las únicas ocasiones que cogemos. El metiendo dedo hasta en mi culo suplicando que seamos amantes. Que por cierto dato curioso, el hijo de don Aldo, es uno de los chavitos que me cogí en una clase de biblia que les conté en un relato anterior jajaj

Pero si le dije que no se repetiría, la verdad, muy rico, pero lo caliente es la situación y no tanto él, ya estar cogiendo siempre con don Aldo sabía que me iba a dar flojera después. Sabiendo eso, me cogió de perrito bien salvaje, me jalaba el cabello, gritando ¿asi hermana? ¡asi le gusta que la penetre! Y yo gritando ¡mas duro hermano, métame hasta los huevos!

Y el de nuevo diciendo ¡que rico come el pastor! Por eso anda iluminado jajaj, yo ¡si hermano, ahora cómaselo usted, hoy esta panocha es suya! Se corrió dentro, hasta me dio las gracias por darle la concha.

Terminando nos vestimos y fuimos donde mi esposo me dio ubicación, en el camino don Aldo triste, y yo ¿Por qué tan callado? Y nunca olvidaré lo que me respondió “por que me comí una diosa y será una tortura saber que no volverá a bajar a darme mas gloria” y yo de ¡orales que poeta don Aldo! Jajaj

Pues asi terminó la travesía, ya llegué con mi esposo, el pagó a don Aldo el viaje redondo, pero me quedé con mi marido el resto de los dias, arreglamos las cosas. Y pues a don Aldo lo veo en el templo, yo siempre lo ignoro jajaj pero si me he dado cuenta que el, cuando puede me queda viendo con ojos de borreguito.