Hola, les cuento que le dije a mi esposo que quería prepararme mas en las
cosas de dios, igual y un día me vuelvo pastora. Me tomó la palabra y el mismo
diario comenzó a dejarme tarea y estudio de biblia. Aunque me dijo que con eso
no basta, que debía tomar cursos mas especializados. Me envío a otro templo
donde estaba un pastor que se dedicaba a dar esos cursos. Pues me inscribí a una clase que daba en las
tardes, me sentí estudiante de nuevo.
En el templo donde está es de dos pisos, arriba daba los cursos. Igual en
el curso había 4 señores y 12 señoras, muy amables. Unas ya me conocían por lo
que me sentí cómoda. Total, son clases normales, tareas, platicar con los
compañeros de la biblia, etc. El pastor incluso daba 15minutos adicionales para
dudas.
El pastor a sus 36 años, muy elocuente. Un día llegue temprano, por que
andaba cerca y pues fui de una vez, pensaba esperar afuera del templo, pero el
dejo que pase al saloncito de clases. Comenzamos a platicar casual, de mi
esposo, mis hijas, su esposa, etc. En eso me dice que iba a hacer chocolatito
para que tomaran los de la clase con unas galletitas mientras estudiaban. Le dije
a mi me queda delicioso el chocolate permítame hacerlo. Me paré para ir a la
mesita donde tenía todo, enfrente había en la pared como una charolita de
aluminio con un pasaje de la biblia. Pero se reflejaba y vi claramente que el
pastor me andaba viendo las nalgas. Yo entiendo eso, no por ser pastor, es
santo jajaja, en el fondo es un hombre.
Pues igual de traviesa me medio inclino mientras hacia el chocolate, soy
nalgona y se marcaba, aunque tenía la falda larga. Y fue cuando le dije; pastor
puedo platicar con usted de algo privado, no se si me pueda ayudar. Me dijo que
estaba bien, el se acercó para escucharme.
Pues le hable de que tenia una duda, que tan pecado es el sexo en un
matrimonio. Le comenté que mi esposo se limita en muchas cosas, y que yo a veces
se me mete querer experimentar cosas por que lo amo. Le pregunté ¿acaso es
pecado experimentar en el sexo con mi propio esposo?
Me dijo, en si el sexo es natural, pero no es natural ciertas perversiones
sexuales. Le pregunté asi directa ¿vestirme sexy, querer que me haga oral o
meter cosas en mí, es perversión? El hasta carraspeo la garganta. Me dice,
hermana, no pensé que tuviera esas cosas en la cabeza.
Lamentablemente llegaron los demás y ahí se corto la charla, solo es me había
puesto caliente. Si noté en la clase que el pastor me veía como que si lo
calenté. Quería lanzarle un coqueteo, pero una señora estaba sentada casi a mi
lado a solo 30cm.
Ese día mi esposo pasó por mí. Se quedó platicando mucho tiempo con él y ya
no seguimos la charla. Pero el invitó a mi esposo a hablar un poco con la gente
de su templo, por lo que mi esposo aceptó.
Fue como a los tres dias, mi esposo y yo fuimos a ese templo. El pastor nos
recibió con su esposa, ya había mucha gente, era como un quermes. El pastor
presentó a mi esposo, era como una cedula religiosa, mas como una platica interactiva
entre mi esposo y la gente. Ahí andaba, ya he estado en varios de esas y mi
esposo esta acostumbrado que siempre me levante y vaya a ver en que ayudo por
otro lado. Por lo que estaba sentada a su lado, le dije ahora vuelvo.
Subí al piso de arriba y en uno de los saloncitos estaba el pastor hablando
por teléfono. Pero cuando me vio colgó y me pregunto ¿la puedo ayudar en algo
hermana? Y yo contestando. Si, solo era que me sentí bien la ultima vez que lo
consulté y quería ver si podía seguir con la charla. Me dijo que pasara y nos
sentamos una silla enfrente de la otra, me preguntó que me tenía tan mal.
Comencé a contarle de nuevo la situación con mi esposo. Pero le dije, sé
que aquí no se confiesa, pero ¿puedo decirle algo y lo guarda de secreto? Afirmo
y le conté: he caído en la tentación por culpa de esta necesidad sexual, he
sido infiel a mi esposo, y con otro hombre he practicado no solo sexo oral, si no
hasta anal. El hasta sudaba mientras me escuchaba.
Me pregunta ¿pero que placer encuentra en la sodomía? Recuerde hermana que por eso, dios destruyo
una ciudad entera. Le contesté: lo se hermano, pero es que sentir que me
penetran el culo me gusta y mi esposo no lo hace. El sonrió preguntando ¿Cómo dijo?
Yo le contesté, perdón por usar la palabra culo, pero no se como mas llamarle. Me
dijo eso es delicado, deje platicamos mas privado, se levantó y cerro la puerta
con seguro.
Se sentó, me dijo no se preocupe por el lenguaje, usted desahóguese no la
juzgaré. Se me mete la loquera, y comienzo a contarle de mi yerno, el era el otro
hombre. El si se asombró, le dije, creo que estoy poseída, se que esta mal,
daño a mi hija y esposo, pero solo imaginar como me penetra, como me hace suya
salvajemente, hace que me moje mucho. Y el preguntando ¿usted le hace oral
igual? Y yo de ¡si hermano! Me gusta chuparle esa verga, ya ve solo de recordar
ya hasta se me mete el diablo. Él no decía nada, solo escuchaba todo sudado.
Proseguí diciendo: igual la lencería, me encanta, pero el hace sentirme
como que soy golfa. Me contestó: depende del tipo. Y pues me paro y me voy
subiendo la falda para mostrarle las medias, le dije, y tengo liguero y todo,
pero siempre escondiendo. Y ahí me pregunta ¿y que tipo de calzon usa hermana? Y
yo me levante toda la fada para mostrar la tanga negra. Me dice, si se le ve el
ano, entonces tal vez por eso su esposo la limita.
Pues le doy la espalda y me inclino preguntando ¿se me ve? Y el de ¡si,
mucho! A partir de ahí, el comenzó a también jugar, ya lo había calentado y siguió
la travesura. Me dijo; le voy a agarrar las nalgas hermana, si eso la calienta,
es que es pecado tener esa lencería por que usted misma se motiva a pecar. Y yo
de adelante.
Comienza a acariciarme las nalgas, y dice, ahora besos, y comenzó a besarme
las nalgas. Y yo de, ¡hermano, si soy pecadora por que me ando calentando! Comienza
a bajarme la tanga diciendo ¡pues quitemos esta lencería del pecado! Yo ya
estaba empapada, todo eso me tenia super cachonda.
Le pregunte ¿Cómo puede ayudarme hermano? Se sentó, yo de pie, me dice, tendré
que bajarle eso, por que si no, no piensa bien, y esta dominada por satanás. Y yo
¿Cómo lo hará? Me dijo que me ponga en cuatro en el suelo. Lo hice y comenzó a
dedearme y yo aguantando el gemido, de ¡si hermano, eso me ayuda mucho! Y el dedeándome
rico, luego me dijo, tiene muy sucio eso, tendre que lamerlo para limpiarlo, y
yo de ¡si hermano, solo sáqueme el demonio! Y se inclino a comerme la conchaa.
El pastor resultó igual de caliente que yo, me metía la lengua y hasta un
dedo en mi culo como hurgando. Luego ve su reloj, me dice; su esposo ya mero
termina y el demonio no sale. Y yo de ¡intente con algo mas grande que su dedo
o lengua hermano! Se va bajando el pantalón diciendo, lo único mas grande es
esto. Y yo de ¡si eso servirá hermano!
Se acomodó atrás de mí, su verga empujando, hasta que entró en mi panocha
mojada. Yo pegue el grito, pero el me dijo ¡silencio, este ritual debe ser
discreto! Y yo de ¡si hermano, soy suya para que me ayude como sabe!
Y ahí andaba cogiéndome rico el pastor, cogia delicioso con buen ritmo. Y el
nalgueándome de ¡salte satanas de esta mujer pura! Jajaja y yo diciendole ¡seguramente
esta en mi culo! Y el, pues ahora lo sacamos. Saca su verga de mi panocha y la
mete en mi culo, no necesitamos lubricantes ya la humedad de mi panocha y de su
verga era suficiente.
El pastor de ¡que culote hermana! Solo se escuchaba la voz de mi esposo
abajo y de los demás, el pastor ya sabía diciendo, nos quedan como 15 minutos
para sacarle todo. Se sentó en la silla pidiéndome que le de sentones. Hasta me
abría las nalgas para ver como entraba su verga. ahí sentí su leche y el pegó
un gritito, y yo de ¡cállese, dijo que era silencioso esto!
Siguió dedeándome porque no me había corrido, yo, pero salvaje sus dedos,
yo tapándome la boca para no gritar de placer. Pronto le heche toda mi agüita
vaginal.
El rápido se subio el pantalón, ya saliendo del juego, me dijo, debo bajar
a ver como termina su esposo. Asi se salió y yo me quede con el charquito debajo
de mi y semen en el culo, toda exhausta. Solo me medio limpie con unas
servilletas que había ahí. Y me salí.
Todavía nos quedamos a comer con mi esposo cositas ahí, el pastor me sonreía
cuando me miraba discretamente.
Pues al día siguiente que fui al curso, llegué temprano. Me dijo vamos a mi
oficina, me llevó, puso seguro mientras yo me quitaba la falda y me sacaba las
tetas. creo que le gusta más mi culo, quiso empinada en el respaldo del sofá,
un poco incomodo, pero delicioso. Ese día le tocaba rellenarme la panocha de
leche. le dije que iba a ir diario temprano, por que esa parte del curso me fascinaba
jajaj.
Sin duda, Ana Julia y Pandora, mis favoritas. Siempre me tienen al borde de la butaca. Una belleza de mujer la próxima pastora.
ResponderEliminarRoberto
gracis ☺ si un dia me vuelvo pastora, les cuento jajaja
EliminarSi, por favor Pandora, para ir a ese templo a que me saquen el chamuco.
EliminarRoberto