hola yo de nuevo ☺ fíjense que de nuevo pasó algo bien loco. Como
saben escribo cuando cosas asi me pasan jajaja. Bueno igual andaba mucho tiempo
indispuesta por que me hice una tuneada, unos trabajitos en las tetas, abdomen
y piel para quedar más putimamy. Y es que antes se me metió la depresión, la
crisis de los 40, pero ya ando mejor, estos cambios aumentaron mi autoestima.
Pues ahora si lo que les comentaba; compré un negocio de comida, no la puse
yo, solo la compré, conserve el personal que le sabe y va super bien, solo tuve
que vender la casa que tenía, con una parte me compre un depa más pequeño y con
la otra solucioné los problemas de deudas que tenía el negocio, deudas que el
anterior dueño no podía cubrir y por eso vendió.
Luego en el negocio va a comprar un chico como de 18 bien lindo y su abuelo
que esta entre los 70s y 80s. Claro que le heche el ojo al muchachito al verlo,
pero el que es un personaje es el abuelo. Yo mayormente estoy en lo administrativo,
pero cuando veo al chico salgo a ver si lo atienden bien y el señor la primera
vez que me vio, me dice “que buenas piernas mamacita” y el nieto apenado
pidiéndome disculpas por él. Pues el señor no es ningún jovencito, pero tampoco
creo que sea tan viejo para estar senil, pero platicando con su nieto (por que
ya le hice platica) me dijo que dice su mamá que asi ha sido siempre jajaj.
Al señor le dicen don Poncho, un día fue solo a comprar unas baguettes que
le encantan. Para eso ya iba de salida y le dije por donde vive don Poncho, si
quiere lo llevo. Yo con la intensión de saber dónde vivía su guapito nieto. El
señor se subió en mi coche y lo lleve, donde vivía solo estaba a tres cuadras
en un edificio. Mientras manejaba me da una palmada en las piernas diciendo,
¿ya te dije que tienes buenas piernas? Y yo contestando “si don Poncho ya me
dijo, pero apláquese, ya no estamos en sus tiempos, en estos tiempos lo
cancelan jajaja”
Todavía acomedida le digo que le ayudo con sus bolsitas, ya que aparte tenia
un mandado de frutas. Pues para colmo vivía en el tercer piso. Andaba subiendo
las escaleras por delante cuando el viejito me da una nalgada diciendo “que
buen culo” y yo diciéndole tranquilo don Poncho. Y el ¿Cuántas vergas han
entrado en ese paraíso? Si pensé, este viejito no está normal jajaj. Luego mas
adelante me aprieta las nalgas y yo no le dije nada, solo me adelanté para que
no me alcanzara, hasta me pasé de su depa, solo porque me dijo es aquí, me
regresé.
Pasé a dejarle las cosas en su mesa, buscando al nieto, si le pregunté ¿y
su nieto? ¡Y oh desilusión! Me dice que vivía solo, que su nieto vivía como
cinco cuadras mas adelante. Y yo pues ni modos, cuando volteo para irme, se
había sacado el pene todo flácido y yo si me reí, le dije hay don Poncho si ni
puede, no pase vergüenzas. Me dice, pero si puedo manosearte ese cuerpazo, le
dije ya me voy cuídese.
Pero se me pone enfrente de la puerta diciendo ándale, dame chance de
manosearte hace años que no toco una vieja. Le dije contrate una escort, yo
tengo amigas que le puedo recomendar. Pero me dice que no es lo mismo, además
que yo lo traía loco. Yo dije si ya le he dado chance a muchos, ¿por qué a un
viejito necesitado no? Pues me acerco a él, alzo las manos diciéndole pues
adelante, manoséeme.
Me encantó que se emocionó que hundió su cara en mi escote mientras me
apretaba las nalgas y me subía la falda desesperadamente. Vio que traía tanga y
se aloco más, diciendo que rico, nunca he visto una vieja en tanga. Y yo de
¿Cómo va a ser? Se ríe diciendo que su esposa que en paz descanse no usaba y no
tenía mucho éxito como para conocer muchas mujeres y las pocas que conoció
tampoco usaban el tipo de tanga de hilito que traía.
Se fue atrás de mi para apretarme las nalgas, se inclinó a darme chupetones,
jugaba con mi tanga luego untaba su pene flácido lleno de canas. Me bajé el
escote para sacar las tetas, de nuevo se emocionó, se fue delante de mi para
chuparme las tetas, apretármelas. Me quiso besar, pero ahí si voltie la cabeza,
la verdad el beso si me dio asquito por que le faltaban dientes. Me dijo que me
empinara sobre un mueble que tenia ahí, lo hice e hizo un lado mi tanga y
comenzó a comerme el culo, y me dice “gracias putita” jajaj y yo no me enoje,
solo me hizo gracia. Comenzó a meter su dedo en mi culo, luego me bajo la tanga
y hundió su cara en mi concha. El diciendo que tenia una panocha sabrosa, hasta
me jalaba los labios vaginales succionando.
Pues ya saben, yo bien facilota, después de unos minutos me estaba gustando
esa chupada de concha. Comencé a decirle “don Poncho que rica lengua” fui al
sofá donde me senté, abrí las piernas diciéndole que siguiera chupando, el de
nuevo hundió su cara en mi panocha, y yo empujando desde su cabeza calva jajaj
Subió encima para chuparme las tetas y yo gimiendo besándole la calva ya
toda caliente. Ahí hasta el asco se me quitó, comencé a besarlo de lengua y
todo, el manoseando desesperado repitiéndome “que buenas estas”
Ya en la calentura, decidí desnudarlo y yo también quitándome todo. No
tardo en que estemos encueraditos, ahí sí creo que tenía más edad de lo que
pensaba, estaba arrugadito de muchas zonas. Al verme desnuda se me fue encima
para besarme el abdomen, apretarme las tetas, dedear panocha, andaba hasta
gritando ¡que buena puta me ando comiendo! Yo igual excitada gritándole, si
dedéeme don Poncho, soy su puta.
Pues yo super excitada, aunque sabia que no iba a ver penetración, pero
decidí disfrutar el momento con otros elementos. Lo acosté boca arriba, lo
monté y comencé a restregar la panocha en su pene flácido. Todavía se lo agarré
y como pellejito comencé a restregármelo en el clítoris mojado. Don Poncho
gritando ¡que rico! Y yo sobándome el clítoris a toda velocidad con la mano y
con su pene dormido en medio. Pues no estaba duro, pero era manejable, incluso
comencé a meterlo un poco como trapito en agujero jajaj
Dentro de mi panocha jugueteaba con el untándolo en las paredes vaginales,
todo mientras yo me sobaba el clítoris. Yo estaba disfrutando, el chupando
tetas y apretándolo, hasta me dio cachetadas diciéndome asi me gustan las
zorras, que sepan lo que hacen.
Y fue ahí donde el abrió los ojotes diciendo ¡no mames, no mames, no
mames! Y yo me asusté pensando que le
iba a dar un infarto, hasta le dije ¿está bien? Y emocionado gritó ¡se me está
parando! Y si comencé a sentir que eso se estaba poniendo duro.
Ahora no quedo tieso como un jovencito, pero si estaba parado y funcional
para lo que debía. Se salió de mi conchita cuando se quedó erecto, yo hasta no
lo podía creer jaja, me quedé viendo su pene en firmes, hasta me sentí
orgullosa que había levantado un muerto. Don Poncho si que estaba desesperado,
se le fue la onda y hasta me regaño de ¡pendeja que esperas, clávate antes que
se duerma!
Pues me la metí de nuevo en la panocha y comencé a mover la cintura de
enfrente hacia atrás, el gimiendo apretando tetas. Me agaché encima y quise
darle sentones, pero como no estaba tan duro, se salía, mejor volví a meterla
toda y de nuevo moverme de adelante hacia atrás bien rápido para sacarle la
leche en polvo.
Y yo de don Poncho, poncheme la panocha jajaj y hasta me corrí mojándole
todo el pene. Y el de ¡!pinchi puta, me vas a matar de placer!! Y yo ¡don
poncho que rica verga!
Yo hice toda la chamba moviendo la cadera, clavándome, hasta que don Poncho
se corrió, solo saco poquita leche, pero el feliz. Me acosté a su lado
impresionada, le pregunté ¿a todos los de su edad si se les para entonces? Y me
responde ¡que voy a saber, no ando preguntando si se les para la verga a otros
hombres! jajaj pinchi viejito cascarrabias.
Total, que me vestí y el preguntando ¿Cuándo regresas para que te coja? Me
comentó que hace mucho que no se le paraba, y que logre algo rico. No lo he visto nuevamente, aunque la cajera
dice que diarios anda pasando al negocio solo a preguntar por mí y dejarme el
recado que vaya a su casa.
Ahora no se si señores entre 70 y 80 nos leen. Pero si me dio la
curiosidad, de que a esa edad ¿todavía se les para, aunque sea con esfuerzo? O
don Poncho ¿es un caso de pocos?
Q suerte la de don poncho ojalá algún día me tope con alguna de ustedes 😉
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