Les cuento mi historia, yo soy contadora de profesión. Tengo
37 años y me gusta el sexo. Me considero
gordibuena, tetas, culo y todo rico jejej.
Doy rienda suelta y vivo la vida,
si soy casada, pero ojos que no ven corazón que no siente. Muchos años trabaje
para un hotel, pero en el 2019 me independice creando mi propio despacho. No es
grande, apenas somos cuatro personas, que soy yo y mis tres auxiliares. Uno de
ellos y atiene sus 22 años, ya titulado pero es gay, y los otros dos son
practicantes del famoso Conalep.
En la navidad del 2019 tuvimos
nuestra primera cenita del despacho, los lleve a un restaurant hermoso a cenar y a hacer intercambio de regalos. Mi esposo
fue un rato, pero se tuvo que marchar ya que él trabajaba porque es chef en un
hotel. Ahí incluso nos tomamos las copitas con los muchachos, todo muy bien. Pero
yo bebo y me pongo cachonda e impertinente, afortunadamente el chico gay y su
novio que lo acompaño se marcharon. Ahí con los otros dos comencé a hacerles
preguntas ya más personales de sus novias, incluso les pregunte cada cuando
cogen. Ellos se rieron algo nerviosos pero me contestaron. Uno de ellos era
virgen el otro según había cogido dos veces en su corta edad con unas novias. Ese
estaba a mi lado y extendí la mano y le sobe arriba del pantalón diciéndole -¡huy
que rico!- se quedaron viendo entre
ellos, el virgen ya me dijo contadora creo que ya está ebria. Les dije que no y
que siguiéramos en el chisme que se estaba poniendo bueno.
Entre platica les comente -¡ya
tengo la panocha mojada!- uno de ellos me comenta – ¿podemos ver?- arriesgándose
porque si lo note temeroso de cómo podría reaccionar yo. Pues apenas tenían 17
no podíamos ir a un motel, en mi casa estaban mis hijos y la niñera. Les dije
vamos al despacho está aquí cerca. Pedimos un taxi y nos pasaron a buscar. Yo ya
no aguantaba que en el camino los tres sentados atrás yo en medio comencé a
besar a uno de ellos en la boca. Luego volteaba al otro lado a besar al
segundo. Mis manos una en cada paquete sobándoles, el taxista solo viéndonos por
el retrovisor jajaj. Así andábamos hasta que nos dijo, cálmense un poco andamos
entrando al centro de la ciudad y hay mucho tránsito. Yo no pensaba incluso ya
me había quitado el calzón debajo de la falda y se lo tire al taxista diciéndole
-¡no sea agua fiestas!- y el taxista diciendo, -si andan bien calientes,
conozco un estacionamiento cerca que hay poca luz y no hay nada de tránsito a
esta hora- y yo diciéndole pues vamos para ahí. El despacho ya quedaba cerca pero
quise ver ese lugar.
Llegamos a ese estacionamiento público
y si todo desolado. El taxista se estaciono bajo unos arboles donde estaba mas oscurito.
Pero yo ya les había sacado la verga a mis auxiliares jalándoselas y besándolos,
y ellos agarrándome las piernas y la panocha. Metían dedos y se lo lamiaban de
lo jugoso que les quedaba.
Andábamos un poco incomodos, pero
el taxista dijo si quieren bajo los asientos traseros. Nos bajamos del taxi y
el andaba arrimando los respaldos de los asientos para que quedara mas amplio. Mientras
tanto yo ahí agachada chupando las vergas de los chicos. Y yo diciéndoles, mis
niños este es su aguinaldo jajaja.
El taxista nos dijo listo. Y me
meti me acosté boca arriba abri las piernas diciéndoles, -¿Quién va ser el
primero en cogerme?- fue el virgen que se acomodó arriba de mi y fue metiéndome
la verga hasta el fondo. Me decía -¡uf contadora que mojada esta!- y ahí cogiéndome
rico y escuchaba como el taxista que andaba viendo decía -¡que puta es esa
vieja!- metiendo su mano dentro del pantalón para tocarse.
El virgen no me duro mucho y se corrió.
Pero el segundo entro a hacer lo mismo, si cogía más rico chupaba tetas y
acariciaba mis piernas. Y yo diciéndole -¡métela duro!- me di hasta el lujo de
gemir y tener un squirt mojando todo adentro del taxi. Cuando termino el
segundo se levantó. Yo quede toda abierta con la panocha palpitando y sudada. Y
el taxista diciendo -¡no ya me mojo todo el asiento trasero!, mi vieja me va a
matar, espero que me paguen al menos la lavada- yo le dije –claro no se
preocupe ahí le pago- pero me dice después –aunque si gusta no le cobro si me
paga con otra cosita, esta buena y se me antojo- y yo me reí, pero ya le dije -¡pues
vénganse a cobrarse!- y el -¡asi me gustan, bien putas!-
Pero el me sacó del coche y así
parada apoyando la espalda en el taxi, solo me levanto una pierna y comenzó a
cogerme de pie. Hasta sonaba cuando me la clavaba dura y desesperadamente. Luego
me voltio y me empino y comenzó a cogerme más duro.
Cuando terminamos, cumplió su
palabra y ya nos llevó a cada quien en sus casas sin cobrar. Eso fue un
viernes, pero al lunes siguiente en el despacho mis auxiliares no sabían cómo
actuar o que decir jajaja, hasta evitaban la mirada. Pensaban que estaría enojada
por aprovecharse de a lo que ellos consideraban mi briagues.
Mande a mi auxiliar gay a hacer
unos trámites para quedarme a solas con los otros dos. Ya los llame a mi
oficina, y les dije que estén tranquilos, lo de la otra noche fue delicioso. Mientras
les decía me puse de pie y comencé a desnudarme, sacando chichis, bajándome la
falda con todo y calzon. Ellos miraban, al menos tenían más confianza, se
pararon y comenzaron a chupar chichis. Y ya les dije que íbamos a coger seguido, que sería
parte de sus funciones jajaja. tuvimos un trio en la oficina. Me empinaron en
el escritorio donde me cogieron como perra en celo. Me chuparon la panocha
hasta cansarse yo gimiendo de mucho placer.
Ya desde entonces cojo seguido
con ellos. Uno ya termino sus prácticas, pero ya lo contrate para seguir divirtiéndome.
Son eficientes en el trabajo y es delicioso coger con ellos.
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