Pandora 1: un relato que nos llego


Hola mí no les diré mi nombre pero me pueden llamar Pandora. Tengo 34 años y les comento que tengo doble vida y me he venido a desahogar por aquí. Soy casada con dos hijas, una de 13 y la otra de 9 años. Y tengo doble vida porque mi esposo es pastor de un templo, y yo debo comportarme recatada a no más poder, uso faldas largas, ya que él dice que hay que dar el ejemplo. Pero mi vida oscura es que me encanta el sexo, y desde niña había taboo en mi casa, creo que por ello soy asi. Cuando descubrí la sexualidad me gustó.
Soy tan cochina que a veces no uso ni calzones bajo mi ropa. Además lo que me enoja es que tengo que guardar mi lencería sexy para que mi esposo no la vea. Afortunadamente no es de revisar mis cosas.
Una vez mi esposo conoció un chico, lo que sea de cada quien el ayuda mucho a las personas cuando lo necesitan. Ese chico era una de tantos hermanos que su mamá lo descuidaba porque era una borracha. Andaba mucho vagando por el templo hasta que mi esposo lo vio, le dio de comer y todo. Un día al chico lo golpearon por su padrastro que quedo bien herido que hasta lo enyesaron de la mano izquierda.  Mi esposo lo llevo al doctor, luego atrás de la casa tenemos un cuarto con baño, donde él lo llevó a que se recupere un poco. Y yo le llevaba de comer y mi esposo lo curaba un poco. Ya quedo que luego mi esposo podría encontrarle un trabajo hasta que se recuperara.
Y ahí andaba dándole de comer, platicar con él, me conto su dura vida. Pero si note que el jovencito si era algo morboso, lo normal en un hombre. Aunque usaba faldas largas, yo si soy caderona y se me marcaba un poco las nalgas cuando me inclinaba. Hicimos buena amistad en el tiempo que estuvo en la casa. Se portaba bien, educado, agradecido con mi esposo y conmigo. Con la mano derecha podía hacer de todo. Pero un día se me ocurre preguntarle  y como le haces cuando vas a l baño. Me dice que si es complicadito. Pero por ello mi esposo le compro unos pantalones de elástico donde solo necesita una mano para bajársela.
Luego estábamos platicando y me dice, espere voy al baño. Le dije te acompaño y el diciéndome que no que pena. Pero fuimos y me dice yo puedo solo no se preocupe. Pero entre yo primero y lo guie a la tasa, levante la tapa y le baje un poco el pantalón sacando su verga. y el asi nervioso, le dije no te preocupes, lo importante es ayudarnos. Y me dice salga o no puedo hacer. Sali y comenzó a hacer pipi. Pero al menos vi su amiguito. Y dije eso va a ser mio.
Al día siguiente fui a darle de comer aprovechando que mi esposo se había ido. Mis hijas en la casa pero ellas ni en cuenta. y así como si fuera un accidente le tire sopa encima. El dijo no se preocupe y yo fui por un trapo en una mesita. Comencé a limpiarle, le dije te quitare la camisa. El aunque diciendo no es necesario pero logre quitársela. Le dije debes ir a bañarte por que la sopa estaba algo picosito. Dijo que estaba bien, le dije ve mientras yo limpio aquí. Tomo una muda de ropa y se iba a meter y le digo que mensa, mejor te ayudo para que sea rápido. Y el de nuevo con su no es necesario.
Pero ni lo deje hablar, lo fui empujando al baño. Entramos y le dije, déjate ayudarte y le fui bajando el pantalón para dejarlo desnudo. Le aprieto un poco los huevo diciéndole que si esta algo sucio. Fue donde le dije, me quitare la ropa, no quiero mojarla. Y me fui desnudando quedándome solo con un sostén y una tanga negra. Me meti en la regadera con el donde le lave el cabello. Pero mientras hacia eso se le paraba el pito. Ya el cabello limpio, lo enjabone todo, incluyendo su verga parada, ahí jugándolo con la mano enjabonada, el flojito y cooperando en silencio.
Luego el típico, se me resbaló el jabón. Me incline a buscar y sentí su mano en mis nalgas diciéndome ya no aguanto quiero cogerla. Le dije quítame la tanga entonces mi amor. De un lado la bajaba y yo del otro. Luego comenzó a comerme el culo. Yo disfrutando de lo lindo, se puso de pie y comencé a chupársela. Me quite el sostén quedando desnuda completamente. Luego le dije que se sentara en el suelo, tuve que ayudarlo a hacerlo. Asi apoyado con la espalda en la pared fue cuando me dijo quiero cogerla ya. Yo soy algo cruel, le dije quieres metérmela mi amor, y el si todita. Y le dije pero es pecado. Y agarro mi tanga y sostén, no me lo puse porque estaba mojado, pero comencé a vestirme con mi ropa, y preguntando ¿la regué en algo? Y yo no mi amor, le di un beso en la boca y me fui a masturbar en mi baño. Solo quería hacerlo sufrir. Soy de la idea que mientras más calientes los dejes más rico coge después. Ese día ya no volví con él.
Pero al día siguiente lo mismo le lleve comida, el en silencio. Le pongo seguro a la puerta y me desnudo quedándome de nuevo con mi tanga y sostén. Me siento enfrente de el a darle de comer en la boca. El me agarro las piernas y yo ¡no toques! Y él dice ¿ por que hace esto? Le dije hay calor.
Le dije no me vas a coger pero si puedes tocar solo un poco. Lleve el plato a la mesa y me senté sobre de él, el desde atrás me agarros los pechos bajándome el sostén. Me dijo por favor deje que se la meta ya no aguanto. Me levante sin decir nada, le baje el pantalón y comencé a chupar. Se lo deje húmedo, me quite la tanga lentamente. Luego le dije que se vaya a acostar en su cama. Cuando lo hizo me subi y comencé a untarle la panocha en su pene. Asi entre mis labios vaginales, pero el no aguanto y empujo para que entrará.
Al fin comenzó a cogerme, yo gimiendo despacito diciéndole si mi amor, asi cógeme rico. Luego de perrito el con la mano agarrándome las nalgas. Estaba chorriada ya mojando su cama. Como podia se inclinaba para chuparme la concha mojada. Me metía los dedos y yo disfrutando mordiendo la almohada para no gritar. Luego le dije que quería su leche en la boca. Asi sentado en la orilla de la cama yo me baje y comencé a chupárselo. El comenzo a empujar la verga como si estuviera cogiéndome la boca, el si dio un gritillo, y suelta su leche dentro de mi boca. Delicioso y caliente escurriendo en mis labios. Fui al baño a escupirlo y enjuagarme un poco. Regrese a la cama y me acosté boca abajo. El puso su cabeza en mis nalgas diciendo que estaba deliciosa. No tardamos mucho charlando, ya mero llegaba mi esposo. Pero cogimos rico muchas veces, hasta que se sanó y tuvo que irse de la casa. Pero aun así lo veo en el templo y tenemos nuestros queveres.








Comentarios

  1. HOJALA HUBIERAN MUJERES COMO ASI OMO TU ACA... QUE RICO QUE SERIA METERTE LA CERGA EN ESE CULOTE

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