Pues que me cae el gobierno
jejeje. Si me llegó una auditoría fiscal a mi negocio, creo que ya andan por
que igual a otra amiga le llegó. En fin, resultó que había unas cosas raras,
nada así de preocuparse, pero según debía pagar entre multas y cosas la
cantidad de 75000 pesos. En mi caso si es mucho. Así que fui con el contador diciéndole
como podía bajarlo y todo eso. Como estamos en México la típica mordida, el
caso es que el contador estuvo hablando y manejando eso, yo solo rogaba que ya
me bajaran lo máximo. El caso es que me dijo que fuéramos a hablar con el
superior de quienes nos revisaron. Y claro él dijo que podía bajar el impuesto
pero así con el impuesto bajo y lo que se le iba a dar de mordida, todavía tenía
que pagar 40000 pesos en total, me dirán coda pero todavía me dolía. Y yo desesperada ya les dije como buena veracruzana
sangre mulata culo grande. Si me baja lo máximo, que no pague demasiado hago lo
que quiera, se la chupo, dejo que me coja por donde quiera, las vece que
quiera, donde sea. Estábamos solo el auditor jefe, el contador y yo. Los dos se
quedaron sorprendidos. Mi contador así dijo que se iba a salir un momento para
ver si llego yo en un arreglo.
Cuando me quede sola con el
auditor ya le dije, es verdad lo que le digo, le doy las nalgas si me ayuda con
todo lo que tenga. Es más si quiere aquí mismo me quito el calzón y me monto. Me
dijo que no. El señor es un gordo moreno, pelón bien prieto nada agraciado andando
como en sus 45. Me dijo está bien. Me dijo que solo fuera discreta porque era
casado. Le di mi número para ponernos de acuerdo, llamó al contador y ya ellos
comenzaron a hablar de números y cosas que no entiendo. El caso es que así con
ese negocio si le di algo de dinero además del sexo. Pero así en total sali pagando
como 15000 pesos que si me pareció algo
que si podía. Una vez cerrado eso ya por teléfono nos pusimos de acuerdo. Lo cite
en mi casa. Lo esperé con micro lencería blanca de encajes.
Cuando el gordo llegó hasta se sobo
el paquete diciendo que ya le andaba. Inicio por bajarme el sostén y sacarme
las tetas para chupar y apretar. Después le baje el pantalón, una verga peluda
mediana y negra pero ni modos había que pagar. Haya mismo me quito la tanga y nos fuimos a mi
recamara iniciando con un 69. Chupando su verga peluda y el lamiando mi
panocha. Me chupaba el culo diciendo que había hecho un buen negocio. Estuvo metiendo
sus dedos en el culo y en la panocha durante un buen tiempo. Después quiso metérmela
de perrito, me puse en posición y ahí me la metió, a los pocos minutos ya
estaba jadeando el hombre pero le echaba ganas. No duro mucho el sexo término y
se recostó sudado en mi cama. Yo para que se sintiera mejor comencé a jugarle
la verga dormida mientras lo besaba en su boca. Con ese auditor no fue la única
vez tuve que acostarme con el tres veces.
Lo gracioso es que al mes
siguiente voy a ver a mi contador en su oficina. No tiene una oficina grande. Solo trabaja el y dos chicos más. Pase
a su privado para lo de siempre, ver papeles entregarle mis cuentas y ya. En eso
abordamos el tema de la auditoria y le dije que salió todo bien. Y ahí serio me dice que lo sentía pero que el también
quería su pago por el trabajo. No me había
caído el veinte le pregunte de cuanto hablábamos. Ya él me dijo que no quería
dinero, que si al auditor le había pagado con cuerpo que igual recibía ese tipo
de pago. Se paró y se agacho a un lado de mi silla con sus manos en mi pierna
ya saboreándose. Le dije que poco profesional jejej. Pero me dijo que yo le
gustaba, que le gustaba mi cuerpo y que quería una vez al menos sentirme. Yo traía
una falda y tenía cruzada las piernas y el me las acariciaba los muslos. Y viéndome
las piernas me pedía que accediera, muy confianzudo porque no le había
contestado y ya sus dos manos me acariciaban la pierna. Que piernas me decía.
Me volteo un poco la silla con
fuerza quedando enfrente, de nuevo se agacho y me pregunto ¿Qué dices? Contador
¿usted piensa que soy fácil? El ya prendido, me sobaba las piernas y se atrevió
a besármelas mientras decía que no pensaba eso de mí. Después puso su cara en
ellas acariciando su rostro en mis piernas. “porfa o me da un infarto” dijo. El
comenzó a servirse, me descruzo las piernas y comenzó a acariciármelas, sus
manos se metían entre mi falda, en un momento me abrió las piernas un poco y
vio entre ellas, metió su cabeza entre mi falda como se atoraba mejor me la subió
y acercó su nariz a mi calzón diciendo que olía delicioso. Se puso de pie y se
salio de la oficina por dos minutos diciendo que lo espere. Cuando regreso puso
seguro diciendo que n o nos molestarían.
De nuevo se agacho y yo subí mis
piernas en su hombro, muéstrame tu culo me dijo, y comenzó a bajarme el calzón.
Ya sin calzones ahí sentada, me súper abrió las piernas y comenzó a lamer desde
la panocha hasta el agujerito de mi culo, que rico era sentir su lengua lavándome
esa zona. Yo misma me desabroche la blusa y me saque las tetas. Pero él seguía con
la lengua metiéndola en el culo y panocha. Rápido se quitó los pantalones,
antes de que se pusiera condón le dije que yo también quería mamar. Se sentó en
su escritorio y yo me acerque con mi silla y comencé a chupársela. Creo que era
sensible no tardo diciendo que parara, pero le seguí chupando los huevos.
De nuevo me dijo que abra las
piernas mientras estaba sentada. Lo bueno que la silla era cómoda, y lubricando
mi culo dijo ¿Qué te parece un anal? Le dije que estaba bien. Y despacio se acomodó
la verga y comenzó a meterla en mi culo. Que rico culo dijo, de mi panocha ya escurría
un poco de agua por la excitación. Comenzó a cogerme por el culo, yo viéndolo a
los ojos me encantaba su rostro de satisfacción mientras su verga entraba. No tardo
y saco su verga y la metió por mi panocha mojada. Me dijo que se sentía mas
rico por la panocha. Le dije que era lógico, estaba diseñada para recibir
cabezones. Comenzó a chuparme las tetas acariciarme
las piernas. No conforme se sentó en su sillon y me dijo que le diera unos
sentones.
En la panocha me la metia
mientras me sentaba arriba de esa verga. Me besaba la espalda y me agarraba las
nalgas diciendo que tenía un rico culote más grande que su cabeza. Comencé a
gemir despacito me encantaba como me la estaba metiendo. Cuando terminamos me
hecho su leche en las nalgas. Quedamos exhaustos. El contador también es
casado, por lo que la dejamos así esa tarde. No hemos cogido de nuevo pero
seguro lo repetiremos.
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