33 VERACRUZANA lo que provoca una auditoria

Pues que me cae el gobierno jejeje. Si me llegó una auditoría fiscal a mi negocio, creo que ya andan por que igual a otra amiga le llegó. En fin, resultó que había unas cosas raras, nada así de preocuparse, pero según debía pagar entre multas y cosas la cantidad de 75000 pesos. En mi caso si es mucho. Así que fui con el contador diciéndole como podía bajarlo y todo eso. Como estamos en México la típica mordida, el caso es que el contador estuvo hablando y manejando eso, yo solo rogaba que ya me bajaran lo máximo. El caso es que me dijo que fuéramos a hablar con el superior de quienes nos revisaron. Y claro él dijo que podía bajar el impuesto pero así con el impuesto bajo y lo que se le iba a dar de mordida, todavía tenía que pagar 40000 pesos en total, me dirán coda pero todavía me dolía.  Y yo desesperada ya les dije como buena veracruzana sangre mulata culo grande. Si me baja lo máximo, que no pague demasiado hago lo que quiera, se la chupo, dejo que me coja por donde quiera, las vece que quiera, donde sea. Estábamos solo el auditor jefe, el contador y yo. Los dos se quedaron sorprendidos. Mi contador así dijo que se iba a salir un momento para ver si llego yo en un arreglo.   
Cuando me quede sola con el auditor ya le dije, es verdad lo que le digo, le doy las nalgas si me ayuda con todo lo que tenga. Es más si quiere aquí mismo me quito el calzón y me monto. Me dijo que no. El señor es un gordo moreno, pelón bien prieto nada agraciado andando como en sus 45. Me dijo está bien. Me dijo que solo fuera discreta porque era casado. Le di mi número para ponernos de acuerdo, llamó al contador y ya ellos comenzaron a hablar de números y cosas que no entiendo. El caso es que así con ese negocio si le di algo de dinero además del sexo. Pero así en total sali pagando  como 15000 pesos que si me pareció algo que si podía. Una vez cerrado eso ya por teléfono nos pusimos de acuerdo. Lo cite en mi casa. Lo esperé con micro lencería blanca de encajes.
Cuando el gordo llegó hasta se sobo el paquete diciendo que ya le andaba. Inicio por bajarme el sostén y sacarme las tetas para chupar y apretar. Después le baje el pantalón, una verga peluda mediana y negra pero ni modos había que pagar.  Haya mismo me quito la tanga y nos fuimos a mi recamara iniciando con un 69. Chupando su verga peluda y el lamiando mi panocha. Me chupaba el culo diciendo que había hecho un buen negocio. Estuvo metiendo sus dedos en el culo y en la panocha durante un buen tiempo. Después quiso metérmela de perrito, me puse en posición y ahí me la metió, a los pocos minutos ya estaba jadeando el hombre pero le echaba ganas. No duro mucho el sexo término y se recostó sudado en mi cama. Yo para que se sintiera mejor comencé a jugarle la verga dormida mientras lo besaba en su boca. Con ese auditor no fue la única vez tuve que acostarme con el tres veces.
Lo gracioso es que al mes siguiente voy a ver a mi contador en su oficina. No tiene una oficina  grande. Solo trabaja el y dos chicos más. Pase a su privado para lo de siempre, ver papeles entregarle mis cuentas y ya. En eso abordamos el tema de la auditoria y le dije que salió todo bien.  Y ahí serio me dice que lo sentía pero que el también quería su pago por el trabajo.  No me había caído el veinte le pregunte de cuanto hablábamos. Ya él me dijo que no quería dinero, que si al auditor le había pagado con cuerpo que igual recibía ese tipo de pago. Se paró y se agacho a un lado de mi silla con sus manos en mi pierna ya saboreándose. Le dije que poco profesional jejej. Pero me dijo que yo le gustaba, que le gustaba mi cuerpo y que quería una vez al menos sentirme. Yo traía una falda y tenía cruzada las piernas y el me las acariciaba los muslos. Y viéndome las piernas me pedía que accediera, muy confianzudo porque no le había contestado y ya sus dos manos me acariciaban la pierna. Que piernas me decía.
Me volteo un poco la silla con fuerza quedando enfrente, de nuevo se agacho y me pregunto ¿Qué dices? Contador ¿usted piensa que soy fácil? El ya prendido, me sobaba las piernas y se atrevió a besármelas mientras decía que no pensaba eso de mí. Después puso su cara en ellas acariciando su rostro en mis piernas. “porfa o me da un infarto” dijo. El comenzó a servirse, me descruzo las piernas y comenzó a acariciármelas, sus manos se metían entre mi falda, en un momento me abrió las piernas un poco y vio entre ellas, metió su cabeza entre mi falda como se atoraba mejor me la subió y acercó su nariz a mi calzón diciendo que olía delicioso. Se puso de pie y se salio de la oficina por dos minutos diciendo que lo espere. Cuando regreso puso seguro diciendo que n o nos molestarían.
De nuevo se agacho y yo subí mis piernas en su hombro, muéstrame tu culo me dijo, y comenzó a bajarme el calzón. Ya sin calzones ahí sentada, me súper abrió las piernas y comenzó a lamer desde la panocha hasta el agujerito de mi culo, que rico era sentir su lengua lavándome esa zona. Yo misma me desabroche la blusa y me saque las tetas. Pero él seguía con la lengua metiéndola en el culo y panocha. Rápido se quitó los pantalones, antes de que se pusiera condón le dije que yo también quería mamar. Se sentó en su escritorio y yo me acerque con mi silla y comencé a chupársela. Creo que era sensible no tardo diciendo que parara, pero le seguí chupando los huevos.
De nuevo me dijo que abra las piernas mientras estaba sentada. Lo bueno que la silla era cómoda, y lubricando mi culo dijo ¿Qué te parece un anal? Le dije que estaba bien. Y despacio se acomodó la verga y comenzó a meterla en mi culo. Que rico culo dijo, de mi panocha ya escurría un poco de agua por la excitación. Comenzó a cogerme por el culo, yo viéndolo a los ojos me encantaba su rostro de satisfacción mientras su verga entraba. No tardo y saco su verga y la metió por mi panocha mojada. Me dijo que se sentía mas rico por la panocha. Le dije que era lógico, estaba diseñada para recibir cabezones.  Comenzó a chuparme las tetas acariciarme las piernas. No conforme se sentó en su sillon y me dijo que le diera unos sentones.

En la panocha me la metia mientras me sentaba arriba de esa verga. Me besaba la espalda y me agarraba las nalgas diciendo que tenía un rico culote más grande que su cabeza. Comencé a gemir despacito me encantaba como me la estaba metiendo. Cuando terminamos me hecho su leche en las nalgas. Quedamos exhaustos. El contador también es casado, por lo que la dejamos así esa tarde. No hemos cogido de nuevo pero seguro lo repetiremos. 

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