48 ANA JULIA un poco de lo que he hecho

Hola, ya les había contado que las cosas con mi esposo se había arruinado. Ahora estamos viendo los términos definitivamente nos separaremos. He andado un poco cabizbaja y desde ese día no había tenido relaciones con nadie, ya casi un mes pero me doy cuenta que el sexo a pesar de que me trae problemas, también es un placer que no puedo evitar y que me llama. Y con quien más que volví a tener sexo si no es con mi sobrino y desde entonces como que se activó esa loca sexual que se apagó por unos días.  El regreso de lo que él llama su gira para promocionar su boda. Se casara en la ciudad ya que la familia de su novia es muy conservadora y quiere toda la celebración por aquí. Por ello el regresó. Normal platicándome de los planes que venían etc. Eso sí apenas fue la hora de dormir él se pasó a mi recamara, cruzando la puerta se quitó su ropa y se metió bajo mis sabanas donde comenzó a bajarme la pantaleta, acostada boca abajo el comenzó a cogerme, rápido me excito que terminamos en el piso yo montándolo cogiendo rico en la oscuridad tocándome toda la cintura, las pompas las nalgas, yo acariciando su pecho y pidiéndole quedito que no parara para no despertar a mi hija. El emocionado me decía que ahora si me cogería todas las noches. Dormimos juntos el pegado a mis pechos toda la noche. En la mañana me levante y lo deje durmiendo en mi cama.
Mis hijos ya están de vacaciones, así que al menos en la casa si tengo mucho trabajo, pero mi sobrino vino tan caliente que a todas horas quiere hacerlo. Cuando mi hijo está jugando videojuegos y mi hija abobada en la computadora chateando con su nuevo novio, aprovechamos metiéndonos en el cuarto para echarnos un rapidin. Solo me levanta el vestido me baja la pantaleta y él se medió baja el pantalón y ahí empinada comienza a metérmela, algo peligroso lo sé por qué nos pueden descubrir por mis hijos. Ese día en mero rapidin él se corrió dentro de mí, apenas estaba expulsando todo su semen dentro de mi conchita cuando en la puerta toca mi hijo y por más que le decía ahora salgo estoy cambiándome, el insistía que no buscaba sus tenis que por que iba a salir a jugar basquetboll con uno de sus amiguitos. No tuve más remedio que subirme la pantaleta bajarme el vestido y salir a buscar sus tenis con el casi casi con el semen de mi sobrino escurriéndome en la entre pierna. Y lo más penoso cuando mi hijo me dice, mamá tienes manchada atrás, yo volteo y era un poco de ese semen, solo me lo limpie diciéndole que ha de ser harina en que buscaba en la cocina. Él no le tomó importancia y siguió buscando su tenis. Mi hijo todavía esta chico creo que todavía ni sabe que pasa, la que si me tengo que cuidar es de mi hija de por sí está un poco molesta conmigo ya que dice que seguramente el problema con mi esposo fue por mi culpa.       

Ya en la tarde mi hija salió y mi hijo con su amiguito jugando, ahí mi sobrino y yo nos bañamos juntos sin antes el pedirme que le “lustrara los huevos” yo me carcajeé. Ahí pues ahí subió su  pie izquierdo sobre el lavabo quedando bien abierto, y yo pues desde abajo comencé a lamer sus bolas como el me lo pedía. Las chupaba, las succionaba encantándome con aquellas hermosas cosas colgantes de mi sobrino. A él le encanta que se los chupe, ya después el me chupo la vagina comiéndola desesperado, metiendo lengüita y todo, pues terminamos en un rico sexo yo a gatas en el piso del baño y el dándome de perrito abrazado a mi cintura colgado en mi espalda. Los dos desnudos sudando por el vapor del baño casi casi resbalándonos en el cuerpo del otro. Como hora y media estuvimos en el baño sin exagerar, ya después yo lo bañe y el me baño. Salimos con cuidado por si había moros en la costa pero afortunadamente no.  Mi sobrino salió a ver a su novia y hasta la noche regresó, yo ya me había dormido cuando de nuevo entro y de nuevo sexo pero el arriba de mi acostados en la cama con mis piernas bien abiertas para él.  Después terminamos y me senté apoyándome en el respaldo de la cama y abrí mis piernas y él se acurruco poniendo su cabeza entre ellas diciéndome que mi vagina tenía un aroma femenino delicioso yo me reí. Es ahí donde mientras acariciaba mi vagina con sus dedos  le pregunte si dejaríamos de coger cuando se casara, me dijo que no, que no podía dejar de cogerme y pues yo no dije nada conociéndome seguramente iba a dejar que sucediera.  Y pues estos dos días coge y coge con mi sobrino, ya veremos como seguirá esto. 

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