Hola, ya les había contado que
las cosas con mi esposo se había arruinado. Ahora estamos viendo los términos definitivamente
nos separaremos. He andado un poco cabizbaja y desde ese día no había tenido
relaciones con nadie, ya casi un mes pero me doy cuenta que el sexo a pesar de
que me trae problemas, también es un placer que no puedo evitar y que me llama.
Y con quien más que volví a tener sexo si no es con mi sobrino y desde entonces
como que se activó esa loca sexual que se apagó por unos días. El regreso de lo que él llama su gira para
promocionar su boda. Se casara en la ciudad ya que la familia de su novia es
muy conservadora y quiere toda la celebración por aquí. Por ello el regresó. Normal
platicándome de los planes que venían etc. Eso sí apenas fue la hora de dormir él
se pasó a mi recamara, cruzando la puerta se quitó su ropa y se metió bajo mis
sabanas donde comenzó a bajarme la pantaleta, acostada boca abajo el comenzó a
cogerme, rápido me excito que terminamos en el piso yo montándolo cogiendo rico
en la oscuridad tocándome toda la cintura, las pompas las nalgas, yo
acariciando su pecho y pidiéndole quedito que no parara para no despertar a mi
hija. El emocionado me decía que ahora si me cogería todas las noches. Dormimos
juntos el pegado a mis pechos toda la noche. En la mañana me levante y lo deje
durmiendo en mi cama.
Mis hijos ya están de vacaciones,
así que al menos en la casa si tengo mucho trabajo, pero mi sobrino vino tan
caliente que a todas horas quiere hacerlo. Cuando mi hijo está jugando
videojuegos y mi hija abobada en la computadora chateando con su nuevo novio,
aprovechamos metiéndonos en el cuarto para echarnos un rapidin. Solo me levanta
el vestido me baja la pantaleta y él se medió baja el pantalón y ahí empinada
comienza a metérmela, algo peligroso lo sé por qué nos pueden descubrir por mis
hijos. Ese día en mero rapidin él se corrió dentro de mí, apenas estaba
expulsando todo su semen dentro de mi conchita cuando en la puerta toca mi hijo
y por más que le decía ahora salgo estoy cambiándome, el insistía que no
buscaba sus tenis que por que iba a salir a jugar basquetboll con uno de sus
amiguitos. No tuve más remedio que subirme la pantaleta bajarme el vestido y
salir a buscar sus tenis con el casi casi con el semen de mi sobrino escurriéndome
en la entre pierna. Y lo más penoso cuando mi hijo me dice, mamá tienes
manchada atrás, yo volteo y era un poco de ese semen, solo me lo limpie diciéndole
que ha de ser harina en que buscaba en la cocina. Él no le tomó importancia y siguió
buscando su tenis. Mi hijo todavía esta chico creo que todavía ni sabe que
pasa, la que si me tengo que cuidar es de mi hija de por sí está un poco
molesta conmigo ya que dice que seguramente el problema con mi esposo fue por
mi culpa.
Ya en la tarde mi hija salió y mi
hijo con su amiguito jugando, ahí mi sobrino y yo nos bañamos juntos sin antes
el pedirme que le “lustrara los huevos” yo me carcajeé. Ahí pues ahí subió su pie izquierdo sobre el lavabo quedando bien
abierto, y yo pues desde abajo comencé a lamer sus bolas como el me lo pedía. Las
chupaba, las succionaba encantándome con aquellas hermosas cosas colgantes de
mi sobrino. A él le encanta que se los chupe, ya después el me chupo la vagina comiéndola
desesperado, metiendo lengüita y todo, pues terminamos en un rico sexo yo a
gatas en el piso del baño y el dándome de perrito abrazado a mi cintura colgado
en mi espalda. Los dos desnudos sudando por el vapor del baño casi casi resbalándonos
en el cuerpo del otro. Como hora y media estuvimos en el baño sin exagerar, ya después
yo lo bañe y el me baño. Salimos con cuidado por si había moros en la costa
pero afortunadamente no. Mi sobrino salió
a ver a su novia y hasta la noche regresó, yo ya me había dormido cuando de
nuevo entro y de nuevo sexo pero el arriba de mi acostados en la cama con mis
piernas bien abiertas para él. Después terminamos
y me senté apoyándome en el respaldo de la cama y abrí mis piernas y él se
acurruco poniendo su cabeza entre ellas diciéndome que mi vagina tenía un aroma
femenino delicioso yo me reí. Es ahí donde mientras acariciaba mi vagina con
sus dedos le pregunte si dejaríamos de
coger cuando se casara, me dijo que no, que no podía dejar de cogerme y pues yo
no dije nada conociéndome seguramente iba a dejar que sucediera. Y pues estos dos días coge y coge con mi
sobrino, ya veremos como seguirá esto.
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