39 ANA JULIA cogiendo a diario

Creo que si me estoy pasando, desde que mi sobrino llego a quedarse en la casa, diario andamos cogiendo, a excepción de esos días donde me baja, pero en los demás siempre buscamos donde ya sin importar si nos descubren o no. Estos días de vacaciones mis hijos casi siempre están en la casa. Afortunadamente eso no es obstáculo ya que mi hija cuando está en la casa esta mayormente en su cuarto en la computadora y cuando puede sale con sus amigos. Mi hijo en la televisión o en su laptop. Afortunadamente en mi casa hay privacidad y cuando podemos jalo a mi sobrino a mi recamara, cierro con seguro y sin importar que mis hijos estén en la casa, me hecho un rapidin con mi sobrino. Para ello siempre uso vestidos o faldas de ahora en adelante y el esos short de elásticos que se bajan fácilmente, así no hay necesidad de tardar desnudándonos.  Solo me subo la falda o vestido, me bajo la pantaleta, él se baja todo y comienza a cogerme bien rico. A veces empinada en la cama o contra la pared, otras veces abierta en el suelo y el arriba de mí metiéndome mano en mí escote. Ya somos expertos en eso, sin ruido  gimiendo despacito.
Mi sobrino a estas alturas ya es un experto cogiendo. Puedo decir que tengo más relaciones sexuales con mi sobrino que con mi propio esposo. Cuando mi esposo se va de viaje yo duermo con mi sobrino, cogiendo y así nos quedamos. Me fascina ya que lo que no me da mi esposo me lo da mi sobrino que siempre está ahí dispuesto. Incluso me compro lencería provocativa y todo lo necesario para el buen sexo con mi sobrino, mi esposo también lo disfruta pero debo de admitir quien me motiva a comprarlo es mi sobrino.  Ya ha habido ocasiones en que casi no atrapan, pero eso no nos ha detenido para seguir, simplemente ya somos adictos al sexo prohibido y un tanto peligroso.
Un día de esos que teniendo sexo con mi esposo, el quedo exhausto, siempre terminando se hunde en la cama como si estuviera muerto y nadie lo levanta hasta el siguiente día. Pues yo sin pensarlo tenía sed y baje solo con la ropa interior hacia la cocina, solo el sostén transparente y la mini tanga de hilos y encajes al frente. Solo sentí las manos rodeando mi cintura llegando por detrás y una metiéndose entre mi tanga en la parte de enfrente acariciándome la vagina. Era mi sobrino que en la mera cocina me había abordado. Me dijo que estaba caliente y que quería conchita en ese instante. Yo la verdad no hice nada, solo deje que me acariciara con sus deditos y me besara la espalda, la otra mano acariciándome el abdomen subiendo despacito hasta mis pechos. Me fije que estaba totalmente desnudo, con su short a un metro de el en el suelo. Andaba bien caliente que ahí mismo me voltio y comenzó a chupar mis pezones y a meterme dedo. Después acabamos en el piso atrás de la barra de la cocina. El me abrió las piernas, se subió sobre de mí.  Y bajándome la tanga comenzó a cogerme. Yo andaba bien caliente, deje que me desabrochara el sostén, así quedamos los dos completamente desnudos. No nos importó lo frio del suelo  yo lo recibía bien rico con mis piernas abiertas y el dándome una excelente cogida.  Todavía nos dimos el tiempo de un rico 69 y de perrito. El tiempo se nos pasó volando no sé cuánto tiempo hicimos. Cuando me di cuenta ya estábamos de nuevo en la posición en la que comenzamos. El me acariciaba todita me decía que me abriera más para que entrara más rico. Fue en ese momento donde se encendió la luz de la sala. Rápidamente asustados nos escondimos tras de la barra casi metiéndonos por debajo donde afortunadamente estaba vacío y cupimos bien, pero esa pare no tiene puertas por lo que si mi esposo hubiera dado la vuelta a la barra nos hubiera visto desnudos y pegados.  Afortunadamente la puerta del refrigerador daba hacia el otro lado de la barra. Por lo que escuchamos que la puerta del refrigerador se abriera,  afortunadamente esa mala maña de tomar directo agua del recipiente nos salvó. Por qué los vasos estaban del lado donde estábamos nosotros. Yo estaba bien nerviosa, pero afortunadamente mi esposo de nuevo se fue a su habitación. De los nervios no me di cuenta que mi sobrino ya había metido su pene de nuevo en mi vagina, le pregunte qué estaba haciendo, me dijo que termináramos de coger. Pero para ello mejor lo lleve al baño donde terminamos cogiendo en el lavabo. Aun así con esos sustos no paramos, es como si algo hiciera que no podamos evitarlo, un vicio o algo así.  

Afortunadamente mi esposo sabe que a veces me voy a dormir en el cuarto de mi hijo, por lo que no sospecha mis desapariciones nocturnas.  Anoche por ejemplo mi sobrino se atrevió a nalguearme fuerte haciendo el sonido mientras me cogía a media noche debajo de las escaleras. Me cogía fuerte sonando mis nalgas al chocar con su abdomen y el pene entrando y saliendo de mí húmeda vagina. Lo que es peor en la mera hora yo no quiero detenerlo dejando escapar un gemido involuntario. Afortunadamente en esta ocasión mi esposo no estaba y mi hija se fue de fiesta, pero mi hijo pudo habernos escuchado, pero lo bueno es que no lo hizo. Si no, al bajar pudo haber visto a su mama abierta de nalgas mientras su primo se la cogía.  A mi sobrino imaginándose eso se calienta más, ya que me comentaba eso mientras me la estaba metiendo agarrándome la cintura y jalándome para clavarme en su pene. Espero ya tratar de controlar eso, la verdad no quiero que nos descubran. 

Comentarios

  1. hola me gustaria poder conocerte, espero me lo permitas soy de coatza y sigo tus publicaciones, podemos salir al cine, mi num es 9211698706 un msg d txto normal y te escribo de mi otro cel personal que tiene whats saludos excelente dia

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  2. Se me paso poner un punto en mi correo en mi publicación de tu anterior relato. Me encantas mamacita e muero por conocerte: c4.jmoreno@gmail.com

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  3. Hola Ana me gusto el relato. las llevo siguiendo desde el anterior blog.
    Me gustaria que actualizaran mas seguido jeje.

    Me gustan sus relatos pero mas los tuyos. desde que empezaste a coger con tu sobrino.

    Saludos. y Hasta la proxima.

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