anecdotas

hola una amiga nos contacto y nos envio una anecdota, se la compartimos. 


Hola yo soy Monica tengo 37 años, casada con hijos. Le quiero contar la siguiente anécdota para mi la mejor y cachonda. Bueno físicamente yo no tengo el cuerpazo de super modelo. Si tengo mucha teta y mucha nalga creo que muy grandes. Pero soy gordita me considero una mujer común y corriente, soy de piel blanca y cabello castaño claro me considero bonita jejeje.
yo no he tenido experiencias sexuales locas soy algo inibida, pero siempre he querido contar la que mas me ha marcado  siempre recordare.
Yo trabajo en una oficina de asistente de un matrimonio de recién casados de apenas 28 años que tienen una oficina de una empresa que se dedica al turismo. De lunes a viernes trabajo en las mañanas y en las tardes soy ama de casa. Conseguí ese trabajo gracias a mi esposo que es el diligenciero en el mismo lugar. Gana bien la verdad no necesito trabajar pero quise hacerlo para ganar un dinerito extra y salir un poco de la rutina. desde que entre me lleve bien con el joven jefe, es muy platicador y yo tambien, tenemos la misma personalidad, como si no tuviéramos diferencia de edades platicamos desde cosas sin sentido hasta cosas serias. Al ser mas joven que yo me pide consejos del matrimonio o cosas de la vida, como un joven le pide a alguien en quien confía en su experiencia. Poco a poco agarramos mas confianza, tanto que el comenzó a contarme de sus amoríos cuando estaba soltero. Yo igual como no me asusto con mucho le contaba de los míos cuando era adolecente. En la empresa los viernes era sin uniforme porque siempre llevaba vestidos. Tengo uno de color negro escotado y ahí me di cuenta que cuando él podía me veía el escote. Yo igual contribuí algo en que todo fuera estando más intenso, fue sin querer, por culpa de mi despistadez. Cosas como por ejemplo. Un dia estando sola en la oficina me dio comezoncita en la pierna muy arriba, al estar sola se me hizo fácil subirme el vestido y comenzar a rascarme un poquito, estaba tan distraída que no lo escuche entrar, estaba con el vestido arriba con los calzones a la vista cuando me dijo –buenos días- yo rápido me baje el vestido apenada y el sonrio y paso de largo como si nada. Otro día estando sentada mucho tiempo no me di cuenta que el vestido se me atoro por atrás, me levante y me agache a buscar unos papeles el se acerco y me dijo que mi vetido estaba arriba, me di cuenta que era cierto estaba mostrando todo el trasero. Eso y muchas otras que no miento fueron accidentes.
Uno de esos días él me llamo en su oficina, me hizo buscar unos papeles en un archivero, me di cuenta que lo hizo para que me inclinara y me quedara viendo. En eso se levantó y cuando lo tuve enfrente comenzó a besarme en la boca, yo le di una cachetada pero el me dijo que no lo pudo evitar que le gustaba y me deseaba. Me agarro de la cintura y me beso nuevamente, yo le dije que parara pero la verdad me estaba gustando que me besara, me sentía fascinada un chico mas joven me deseaba. Sin que me diera cuenta estaba respondiendo a su beso, yo nunca le habia sido infiel a mi esposo tal vez porque nunca habia salido de ser ama de casa desde que me había casado pero esa ocasión no pude evitarlo. Sus manos se fueron directito a mis pompas yo estaba nerviosa le dije que no. Separándome de el con mucha fuerza de voluntad. La moral y que se yo me lo impedía. El me dijo –nadie lo sabra debes darte una oportunidad, solo una vez yo te deseo y tu me deseas-
El se puso contra la puerta de su oficina y le puso seguro. Me abrazo casi a la fuerza comenzó a besarme el cuello no se cómo le hacia pero estaba excitándome como hacia mucho no lo lograban. Lo chistoso y ahora me rio era que le decía que no pero mis ojitos se cerraban sientiendo su lenguita en mi cuello y en mi boca. No decía frases solo palabras –mi marido, tu esposa- el me entendio me dijo que mi marido habia ido a un mandado y se tardaría todo el dia y su esposa estaba de viaje. La oficina estaba sola. Su mano me acariciaba me bajo el vestido en la parte del escote y comenzó a jugar con mis tetas –son enormes- me dijo. Las apretaba las acariciaba, yo no podía creer lo que estaba sucediendo, decidi solo dejarme llevar. Su lengua entre mis pezones me erizaron la piel  luego chupaba como un bebe ambriento. Me ensalivaba todita. Me puso contra la pared dándole la espalda a el, me subio el vestido y comenzó a bajarme los calzones. La verdad si tuve pena viendo a su esposa delgadita y yo gordita, pero me encanto cuando me dijo –que culote, mejor que la de mi esposa-
El se bajo los pantalones y se pego atrás de mi acariciándome los pechos y tallando su verga parada en mis pompas. La sentía humeda que me mojaba las pompas. Yo preocupada le pregunte nuevamente –seguro que mi marido no vendrá- pero el seguía tallando su verga mas fuerte sin contestarme. Me mordia el cuello y una mano bajo hasta mi cosita –peluditas como me gustan- me dijo mientras me acariciaba. De mi parte la cabeza me hacia decirle –esta mal lo que hacemos debemos detenernos- pero la calentura hacia que cerrara los ojitos y sintiera su verga en mis pompas y sus manos en mi vagina. me llevo hasta su escritorio donde me inclino comenzó a admirar mi cosita, comenzó  a chupármela y a comercela como un manjar. No tardo y se puso de pie y lentamente en esa posición comenzó a metérmela. Se movia suave yo me agarre del escritorio de lo rico que estaba sintiendo aquellas penetradas. Los teléfonos sonaban pero no nos importaba, el seguía cogiendo y yo disfrutando. Después se sento en su sillón y me sento encima de el metiéndome mas fuerte su verga en mi cosita. No nos importo que la silla no resistiera pero ahí yo saltaba sobre su verga sintiendo todo su poder. Solo la sila al tener ruedas empezamos en un lugar y terminamos en otro. Tambien me metia sus dedos y me acariciaba los pechos – me gustan tus pechos y nalgas blancas me decía mientras seguía cogiendo. Era la primer vez que le era infiel a mi esposo y lo estaba disfrutando que mejor que perder la moral con un hombre que hacia buen sexo. Pues les cuento que tuve orgasmos ricos y el termino echando todo su semen dentro de mi. Por la calentura no me acorde del condon. En el mero momento disfrute el chorro inundado mi cosita y el creo que tambien disfruto ver saliendo semen de mi vagina. el me inclino y me limpio con un pañuelo desechable, todo para seguir cogiéndome, le dije que ya no se corriera pero nuvamente se corrió. Ese dia no se cuantos litros de semen recibi.

Yo me vesti el se vistió y salio dejándome en la oficina. Llego mi esposo contándome como estba su dia. Yo me sentía super mal que no le ponía atención. Todavía me cacho limpiando el sillón del jefe donde habíamos derramado nuestros liquidos, me pregunto que hacia le dije que el jefe tiro su café y estaba limpiando. Y ¿pues que creen? Quede embarazada de el. Nunca le dije ni nada, no se si sospecha y se hace el tonto o no sabe, tuve un hijo de el que ahora tiene un año. Mi esposo piensa que es suyo pero como mujer una sabe quien es el padre. 

Comentarios

  1. Estuvo sensacional la anécdota, es una pena q no te des la oportunidad de explotar más tu sexualidad

    ResponderEliminar

Publicar un comentario