Esa noche yo quede cansada de
tanto que me cogieron. Entre en un cuartito donde me dormí un par de horitas. El
caso que al despertar escuchaba gemido en el pasillo, yo me sorprendí seguía la
cogedera ahí afuera. Como diría una amiga sensual decadencia humana. Cuando salí
del cuarto había una parejita, era la dueña de la casa en cuatro sobre el suelo
con la cara al piso y nalgas levantadas, atrás un señor ya grande como de unos
50 le estaba dando bien rico. Solo le vi la espalda al señor, no muy sexy
jajaja, estaba lleno de pelos blancos de la espalda hasta las nalgas que
estaban planas, calvo y nalgueando.
El señor volteo y pues me veo
toda desnuda. Pero no paro de estar cogiendo a la dueña de la casa. Creo que me
vio chiquilla porque e pregunto mi edad, yo se la dije, recuerdo que me dijo “ya
eres cancha oficial”. Me pregunto ¿quieres ver como se la meto en su culo?, yo
le dije que estaba bien. Se la saco de la vagina lo lubrico con saliva y comenzó
a meterle la verga en el culo. Ella gritaba pero el metía y sacaba. Lo que sea
de cada quien él lo hacía como un experto. Me dijo que le gustaban los culos
grandes como la dueña y como el mío. Me dijo
que nunca había cogido el culo de una morenaza como yo. Yo ya andaba caliente
solo de ver como la dueña disfrutaba cuando le clavaban aquella verga. Yo solo
me pare a lado de el con las nalgas en su cara diciéndole que eran suyas. Le me
mordió las pompas y me lamio el culo. La dueña me animaba cuando me dijo que
aquel hombre cogia delicioso, como nadie. Estaba en eso cuando tubo su orgasmo,
me di cuenta que hablaba en serio. El hombre tenia una gran lengua que lamiaba
el culo y mi vagina. Me dijo aguas que soy bien guarro. Comenzó a dedearme
meter y sacar rico, estaba delicioso todos sus jugueteos. La dueña se levanto y
me dijo que me pusiera en su lugar. Me puse en la misma posición que ella
estaba, el señor comenzó a hacerme sexo oral, metiéndome la lengua,
succionando, algo delicioso. Yo no quería que parara. Hasta hizo que yo le
pidiera que ya me metiera su verga, ya estaba chorriando excitada con ganas de
tenerlo adentro. Pero el malvado solo seguía dedeandome y lamiandome. Hasta que
tuvo compasión y me metio despacito su verga en mi puchita. Se movial bien rico
yo quería mas velocidad. El aumentó la velocidad. Mientras me cogia, a la dueña
le comia el culo. Pinches viejas culonas nos decía jajaja. No tardo en que yo
tuviera mi orgasmo. Saco su verga y me la metio en el culo, me abria las nalgas
y me las acariciaba. Lo que si sudaba mucho el señor, estaba empapado sentí hasta
unas gotitas caer en mis nalgas. Él era un señor grandote de casi 1.90, panzón y
peludo pero imponente. Se puso de pie, yo igual apenas y le llegaba en el
pecho. Pero le coger rico me hizo verlo mas sexy jajaja. Comencé a chuparle la
verga mientras la dueña lo abrazaba desde atrás y le acariciaba todo el cuerpo.
“quiero otro orgsmo mi oso cogelon” le dijo ella emocionada. Nos pidió que nos
empinaramos las dos frente a el, cuando lo hicimos primero me agarro de la
cintura y me clavo su verga en la vagina, me alzo mis pies se despegaron del
piso. El me tenia clavada bien rico. Me dijo que no pesaba nada jajaja. Me bajo
y la dueña se le colgó de frente y se clavo la verga, el la alzo y comenzó a
cogerla de pie. Ella se aferraba a su hombro con los ojos cerrados mientras la
penetraban. Yo quería mas, ver como se lo metían y scaban se me antojo. Lo bueno
es que creo que la señora andaba bien caliente, solo unos minutos se corrió. Se
bajo y el hombre me cargo a mi en la misma posición. Me manejaba a su antojo me
alzaba para clavarme una y otra vez. Hasta que algo delicioso, nos corrimos al
mismo tiempo. Él se fue según por unas cervezas, yo me quede platicando con la
dueña. Después sali a la sala donde había unas parejitas teniendo sexo. Y en la
cocina el “oso” cogiéndose a una chava. Me
sorprendió el aguante del hombre.
Yo me eche un baño. Sali en el
patio trasero a fumar un cigarrillo, el señor se me acerco felicitándome por el
buen culo y por el buen sexo. Ahí me entere que él era el jefe del esposo de la
dueña. Que siempre cogía con ella desde hace años.
La historia que me contó era que
la dueña y el eran socios en una empresa que tenía tiendas, spa salones y todo
dedicado a la belleza. Resulto que la dueña y el eran de dinero. Su esposo de
la dueña era algo así como supervisor, la dueña y el rara vez cruzaban palabras
en el trabajo, pero cuando querían coger, él mandaba al esposo a otro lado
mientras se cogía a su esposa. Él me dijo que tenía una cierta adicción al sexo,
era soltero y que coger era su vida. Me dijo que desde siempre y a pesar de su
edad las mujeres siempre se le daban, por su dinero o por otras cosas pero
siempre lograba cogerse a quien quería. La verdad yo si le creía pues coger lo hacía
muy bien, yo si le dabas las nalgas nuevamente. Me pregunto mi nombre, de donde
era y todo eso. Luego me dijo que le había gustado y que quería repetir tener
sexo conmigo siempre, y que no se quedara solo de ese fin de semana. Yo le di
mi número y todo para que me contactara. Se me ocurrió pedirle si no tenía
chamba para mí. Me dijo que si, ahí me ofreció ser su asistente, me hablo
claro, dijo que en sus horas de mucha chamba y viajes a veces no tenía tiempo
de salir a tener sexo, quería tener una asistente que además de ayudarle en su
oficina, también le diera las nalgas cuando el necesitara meter su verga en un
rico agujerito. Me ofreció buen sueldo y todo, algo así como una puta privada pensé
yo. Pero acepte, así conseguí uno de los mejores trabajos que había tenido.
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