27 ANA JULIA la puta de la familia

Pues que hay de nuevo. Me estoy convirtiendo en la puta de mi familia. Hace poco llego con migo el esposo de una de mis sobrinas. Tengo una familia numerosa, mi sobrina se casó con el por qué estaba embarazada, el apenas tiene 19 mi sobrina 20. El caso es que en una fiesta de la familia él se me acerco y pues me llama tía por ser el esposo de mi sobrina. Así directo me dijo que me veía bien buena con el vestido y mis medias negras. Y que le encantaba mi escote. Yo le pregunte si estaba borracho, la verdad me sorprendió que me dijera eso, pues casi ni platicábamos. El siguiendo me dijo que quería que se lo chupara, atrás en el jardín era grande, oscuro y nadie se daría cuenta. Yo le dije que estaba algo loco asiéndome la indignada. Pero salió el peine cuando me dijo que mi sobrino le había contado lo rico que me coge. Me dijo si coges con tu sobrino, pues has de coger igual con el esposo de tu sobrina.  Me moleste con mi sobrino por que se suponía que nadie debía enterarse. Indirectamente me sentía atrapada, pues le dije que fuéramos en el jardín para hablar.

Efectivamente, el jardín era grande, oscuro, todos en la fiesta no se dieron cuenta que nos apartamos. De inmediato saco su pene pidiéndome que se lo chupara. Le dije que mi sobrino no debió decirle nada, pero me dijo que todo quedaba entre nosotros, de él no saldría nada, me dijo, solo quiero que me la chupes. Pues me agache y comencé a chuparle su mediana polla. El me acariciaba el cabello diciéndome que mi sobrino no mintió, que lo chupaba muy bien.

Pero no se conformó me llevo detrás de una pequeña palapa donde lavaban. Me dijo que me quitara el calzon. Me lo quite. De inmediato el se agacho y comenzó a chuparme las pompas. Repitiéndome que me deseaba me lamiaba y me besaba las pompas. Me puso contra un poste de madera que ahí estaba y sentí que me penetraba en la vagina. El me besaba el cuello y ya sudaba de placer. Yo estaba preocupada de que nos vieran, pero a el no parecía importarle, como bestia me cogia metiéndome y sacándome su pene. Me apretaba la pierna derecha que levantaba para que me pudiera coger mejor. El desgraciado saco su celular y llamo a mi sobrino, diciéndole es cierto la conchita de la tia esta deliciosa. No se que le decía mi sobrino, pero este chavo solo contestaba que me estaba cogiendo, después colgó y siguió en lo suyo. Sentía su celular vibrar, pero el no contestaba. La verdad ya que estaba en eso que me quedaba, decidí disfrutarlo.

Me quite el vestido, me dijo que si se acercaba alguien no me daría tiempo de ponérmelo, que mejor no me lo quitara, peo le dije que los más excitante era el peligro. Vio mi liguero y medias negras, me pregunto si siempre usaba lencería sexy, le dije que si, una nunca sabe cuándo se va a coger. El se pego al poste de madera, yo fui quien empezó a untar la punta de su pene en mi vagina.  Me abrí de piernas diciéndole que me agarrara arriba mi pierna derecha. Cuando lo hizo yo comencé a clavarme en el. El estaba quietecito, yo era la que lo estaba cogiendo. Me clavaba y lo hacía gemir. Después había un pequeño pisito detrás de unas lavadoras. Ahí me puse a cuatro para que me cogiera de perrito. El estaba facinado, yo también comenzaba a excitarme, mas por el peligro y el morbo que por como me cogia. Inlcuso en el frenesí me rompió una media, pero no me importo le seguía pidiendo mas y mas. En eso el se corrió tirándome su lechita en mis pompas. Yo quería mas, el solo siguió jugando con mi vagina metiendo sus dedos que se mojaban en el interior. Ahí escuche que mi esposo me llamaba, me andaba buscando se había salido de la fiesta viendo por donde andaba. Nosotros nos quedamos quietos, en la oscuridad no nos pidan atrapar.

Cuando no hubo moros en la costa seguimos cogiendo de perrito. No desaprovecho en hacerme anal. Pues según el mi sobrino hablaba bien de eso. Con su semencito de la corridita anterior resbalo dentro de mi culo. El estaba excitadísimo me decía que sentía que su pene estaba a punto de reventar dentro de mi culo. En fin asi lo hizo, se corrió nuevamente. Después nos vestimos, y yo fui la primera que volvi a la fiesta, me sente a tomarme unas copas pensando, en mi sobrino, mi cuñado, el esposo de mi sobrina, prácticamente en mi familia era pura cogedera.