18. VERACRUZANA diario 18

El caso es que yo ya tenía la imagen de que don Carlos era todo un pervertido. No me imagine que el vecino era más. Los dos eran buenos amigos. Un día don Carlos se acercó a mí   y me dijo algo que la verdad si me sorprendió algo. El vecino le encantaba el sexo, tanto que a veces organizaba algunas orgias con otras personas, orgias donde se valía de todo. En esas orgias me comentaba que había algunas mujeres, pero muchos hombres y que se iban sumando más, las personas se conocían por medio de internet. Ahí me confeso que el vecino había invitado a don Carlos para que se uniera, pero como habían pocas mujeres él tenía que invitarme o al menos llevar a otra mujer. Yo estaba algo insegura, pero al mismo instante dije, si ya me había atrabancado muchas veces, no me haría mal probar nuevas cosas. Don Carlos me pidió que me preparará, era como una fiesta, pero en vez de regalos o cosas así, lo que se llevaba eran paquetes de condones, lubricantes, bebidas etc. La verdad yo estaba bien emocionada y nerviosa, ese día recuerdo que me puse un vestido azul súper entallado, y por debajo una tanga de hilo y un sostén con encajes. Yo me Salí primero de la casa con el pretexto de que iba en una cita. La esposa de don Carlos estaba ahí, la verdad no sé qué pretexto le invento el después para salir. El me paso a buscar en un parque cerca de ahí y nos fuimos. Mientras íbamos el me acariciaba la pierna diciéndome que ya tenía húmeda la verga solo de pensar lo rico que sería la fiesta. Ese día estaba lloviendo mucho y la ciudad encharcada, por eso nos tardamos mucho en llegar. La fiesta sería un una casa del vecino que tenía casi a las afueras de la ciudad. Al llegar vimos algunos coches estacionados todavía nos quedamos como diez minutos afuera de la casa, Carlos llamo al vecino y el salió con unos paraguas, tenía la camisa desabrochada y solo un bóxer como ropa interior, Carlos le dijo como se atrevía a salir así, el vecino dijo que no había problema los vecinos nunca estaban en sus casas y con la lluvia casi nadie salía de alrededor. Nos dijo que llegamos tarde, la fiesta había comenzado. Cuando entramos la música estaba a todo volumen y en la sala estaba toda la acción, yo me sorprendí la neta era la primera vez que veía una orgia. Tal vez por lo sorprendida o por ser la primera vez, pero se me quedo gravada esa imagen.
En un sofá estaba un hombre chaparrito morenito como de la región de la península de Yucatán, estaba sentado  y una mujer digamos rellenita sin llegar a obesa morena clara entre los 35 a 40 años lo tenía montado, pechos pequeños pero un trasero grande, pues el señor le estaba metiendo la verga por ahí, exactamente estaban enfrente de la puerta totalmente desnudos, fue lo primero que vi. A lado de ellos dos hombres delgados no muy agraciados cogiéndose a  otra mujer igual rellenita como de la misma edad que la primera, ella estaba de piernas abiertas solo con unas medias negras y su blusa en la cintura con los pechos descubiertos, estaba sentada sobre uno de ellos, mientras el otro se la cogía por la vagina. Un tercer hombre joven estaba sentado en el respaldo del sillón observando mientras se la jalaba. Dos hombres más estaban sentados en otro sillón que estaba de costado igual observando totalmente desnudo uno se masturbaba y a otro le estaban chupando la verga por una chava como de veintitantos, solo tenía una tanga negra que un tercero le hacía a un lado para cogérsela. La nalgueaba  pero la chava no dejaba de chupar la verga al que estaba sentado. Por ultimo en el piso solo vi una rubia desnuda despampanante en la posición de perrito, acostado un hombre chupándole los pechos, enfrente otro dándole su verga para que chupara,  y un tercero metiéndole la verga en el culo. Me sorprendió porque esta rubia despampanante era un transexual pues aunque tenía todo el cuerpo de actriz porno, le vi colgando ahí sus sorpresas jajaja. El vecino seguro vio mi cara y dijo que ahí cada quien lo que le gustara. Don Carlos dijo que eran pocas mujeres, el vecino dijo que por eso pidió que me invitaran.

Ahí me di cuenta que la rubia despampanante era Zaira ya les había mencionado anteriormente. Solo me saludo levantando la mano, con su cara de excitación y siguió en lo suyo. El vecino se desnudó completamente, don Carlos me levanto el vestido diciéndome que quería comenzar la fiesta. Entre el vecino y don Carlos me acariciaban haciéndome sándwich. En un minuto el vecino me bajo el escote y me chupaba los pezones, y don Carlos me bajaba la tanga y me mordía suavecito las nalgas.  don Carlos se desnudó y me pasaba su verga entre mis nalgas. Cuando me di cuenta ya estaba rodeada de otros tres hombres, el joven que estaba en el respaldo sentado y los otros dos que estaban en el sillón. Todos me acariciaban al mismo tiempo, en mis pechos, la cintura la conchita. Estaba rodeada de vergas y eso me encanto. Cinco hombres rodeándome apachurrándome bien excitados, sentí una mano colándose entre mis nalgas, un dedo metiéndose en mi mojada panocha, los pechos siendo apretados, me besaban el cuello. Solo cerré los ojitos y me deje llevar.  Cuando vi don Carlos ya no estaba, tal vez porque me cogía cuando quería, fue a coger algo nuevo.   Se estaba cogiendo a la chava joven que estaba en el sofá, ella se los chupaba al que antes se la estaba metiendo. A mí me llevaron entre los cuatro ahí, me encanto cuando tres se sentaron y me acostaron sobre sus piernas, me acariciaban los pechos, me metían los dedos, mi cara exactamente se quedó viendo a la otra chava que le estaban dando por detrás. Pero a mí no me sentó sobre sus piernas sin penetrarme, me abrió las piernas mientras otros me manoseaban, uno se paró y fue el primero en meterme su verga en la vagina abierta, el otro que estaba sentado bajo de mi me acariciaba los pechos. Me encanto porque ahí se fue la luz, pero a mí no me dejaba de coger aquel hombre, y los demás de tocarme. Creo que se había ido antes, pues no me había dado cuenta que había velas encendidas hasta el momento del apagón. Todos cogiendo bajo la luz de las velas bien excitante, ya sin la música se escuchaban los gemidos el sonido de las penetraciones. Uno de los hombres dijo que tenía un culo rico, que no lo desperdiciarían. Me empinaron sobre el respaldo del sofá, y uno comenzó a penetrarme por el culo, tiraba aceite en mis nalgas sin dejarme de coger. La otra chava estaba toda aceitada ya, nos pidieron que nos besáramos, de rodillas en el sofá nos abrazamos y comenzamos a dar el beso, las dos aceitadas ya resbalando rico los cuerpos, después sentó que me cogían nuevamente jalándome de la cintura, a la chava igual le hacían lo mismo, la tenía enfrente pero ya dejamos el beso ya no podía por los jaloneos que nos ponían a las dos. Sentí una lechita que se derramaba en mis nalgas y otro que decía que no me embarrara las nalgas. Sentí otra verga entrar en mi panochita, parecía un apareamiento de animales. A la chava se la jalaron y comenzaron a penetrarla entre don Carlos y otro en la panocha y culo al mismo tiempo. Tuve mis orgasmos ricos. Pero era una cogedera que no paraba, ya ni cuenta me daba quien me cogia, solo sentía las vergas entrar en mi panochita y en mi culito una y otra vez. Yo solo gemía, pero los demás hacían mucho ruido. Escuche al vecino que gritaba que quería coger dos culos. Las mujeres pedían más y más, gritaban que lo querían más adentro incluso zaira gritaba fuerte como si la estuvieran matando.
Despues de tantas cogidas y tantos orgamos nos quedamos platicando todos desnudos en la sala. Incluso una pareja no se despegó, estaban platicando ella ensartada en la verga del hombre. Supe que eran esposos, pensé que a Zaira le habían pagado para ir, pero resulto que fue por placer. Casi como si fuera una reunión normal acabo entre platica y risa

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