El caso es que yo ya tenía la imagen de que don Carlos era todo un
pervertido. No me imagine que el vecino era más. Los dos eran buenos amigos. Un
día don Carlos se acercó a mí y me dijo algo que la verdad si me sorprendió
algo. El vecino le encantaba el sexo, tanto que a veces organizaba algunas
orgias con otras personas, orgias donde se valía de todo. En esas orgias me
comentaba que había algunas mujeres, pero muchos hombres y que se iban sumando más,
las personas se conocían por medio de internet. Ahí me confeso que el vecino había
invitado a don Carlos para que se uniera, pero como habían pocas mujeres él tenía
que invitarme o al menos llevar a otra mujer. Yo estaba algo insegura, pero al
mismo instante dije, si ya me había atrabancado muchas veces, no me haría mal
probar nuevas cosas. Don Carlos me pidió que me preparará, era como una fiesta,
pero en vez de regalos o cosas así, lo que se llevaba eran paquetes de condones,
lubricantes, bebidas etc. La verdad yo estaba bien emocionada y nerviosa, ese día
recuerdo que me puse un vestido azul súper entallado, y por debajo una tanga de
hilo y un sostén con encajes. Yo me Salí primero de la casa con el pretexto de
que iba en una cita. La esposa de don Carlos estaba ahí, la verdad no sé qué
pretexto le invento el después para salir. El me paso a buscar en un parque
cerca de ahí y nos fuimos. Mientras íbamos el me acariciaba la pierna diciéndome
que ya tenía húmeda la verga solo de pensar lo rico que sería la fiesta. Ese día
estaba lloviendo mucho y la ciudad encharcada, por eso nos tardamos mucho en
llegar. La fiesta sería un una casa del vecino que tenía casi a las afueras de
la ciudad. Al llegar vimos algunos coches estacionados todavía nos quedamos
como diez minutos afuera de la casa, Carlos llamo al vecino y el salió con unos
paraguas, tenía la camisa desabrochada y solo un bóxer como ropa interior, Carlos
le dijo como se atrevía a salir así, el vecino dijo que no había problema los
vecinos nunca estaban en sus casas y con la lluvia casi nadie salía de
alrededor. Nos dijo que llegamos tarde, la fiesta había comenzado. Cuando
entramos la música estaba a todo volumen y en la sala estaba toda la acción, yo
me sorprendí la neta era la primera vez que veía una orgia. Tal vez por lo
sorprendida o por ser la primera vez, pero se me quedo gravada esa imagen.
En un sofá estaba un hombre chaparrito morenito como de la región de
la península de Yucatán, estaba sentado y
una mujer digamos rellenita sin llegar a obesa morena clara entre los 35 a 40
años lo tenía montado, pechos pequeños pero un trasero grande, pues el señor le
estaba metiendo la verga por ahí, exactamente estaban enfrente de la puerta totalmente
desnudos, fue lo primero que vi. A lado de ellos dos hombres delgados no muy
agraciados cogiéndose a otra mujer igual
rellenita como de la misma edad que la primera, ella estaba de piernas abiertas
solo con unas medias negras y su blusa en la cintura con los pechos
descubiertos, estaba sentada sobre uno de ellos, mientras el otro se la cogía
por la vagina. Un tercer hombre joven estaba sentado en el respaldo del sillón observando
mientras se la jalaba. Dos hombres más estaban sentados en otro sillón que
estaba de costado igual observando totalmente desnudo uno se masturbaba y a
otro le estaban chupando la verga por una chava como de veintitantos, solo tenía
una tanga negra que un tercero le hacía a un lado para cogérsela. La nalgueaba pero la chava no dejaba de chupar la verga al
que estaba sentado. Por ultimo en el piso solo vi una rubia desnuda despampanante
en la posición de perrito, acostado un hombre chupándole los pechos, enfrente
otro dándole su verga para que chupara, y
un tercero metiéndole la verga en el culo. Me sorprendió porque esta rubia
despampanante era un transexual pues aunque tenía todo el cuerpo de actriz
porno, le vi colgando ahí sus sorpresas jajaja. El vecino seguro vio mi cara y
dijo que ahí cada quien lo que le gustara. Don Carlos dijo que eran pocas
mujeres, el vecino dijo que por eso pidió que me invitaran.
Ahí me di cuenta que la rubia despampanante era Zaira ya les había
mencionado anteriormente. Solo me saludo levantando la mano, con su cara de excitación
y siguió en lo suyo. El vecino se desnudó completamente, don Carlos me levanto
el vestido diciéndome que quería comenzar la fiesta. Entre el vecino y don Carlos
me acariciaban haciéndome sándwich. En un minuto el vecino me bajo el escote y
me chupaba los pezones, y don Carlos me bajaba la tanga y me mordía suavecito
las nalgas. don Carlos se desnudó y me pasaba
su verga entre mis nalgas. Cuando me di cuenta ya estaba rodeada de otros tres
hombres, el joven que estaba en el respaldo sentado y los otros dos que estaban
en el sillón. Todos me acariciaban al mismo tiempo, en mis pechos, la cintura
la conchita. Estaba rodeada de vergas y eso me encanto. Cinco hombres rodeándome
apachurrándome bien excitados, sentí una mano colándose entre mis nalgas, un
dedo metiéndose en mi mojada panocha, los pechos siendo apretados, me besaban
el cuello. Solo cerré los ojitos y me deje llevar. Cuando vi don Carlos ya no estaba, tal vez porque
me cogía cuando quería, fue a coger algo nuevo. Se estaba
cogiendo a la chava joven que estaba en el sofá, ella se los chupaba al que
antes se la estaba metiendo. A mí me llevaron entre los cuatro ahí, me encanto
cuando tres se sentaron y me acostaron sobre sus piernas, me acariciaban los
pechos, me metían los dedos, mi cara exactamente se quedó viendo a la otra
chava que le estaban dando por detrás. Pero a mí no me sentó sobre sus piernas
sin penetrarme, me abrió las piernas mientras otros me manoseaban, uno se paró
y fue el primero en meterme su verga en la vagina abierta, el otro que estaba
sentado bajo de mi me acariciaba los pechos. Me encanto porque ahí se fue la
luz, pero a mí no me dejaba de coger aquel hombre, y los demás de tocarme. Creo
que se había ido antes, pues no me había dado cuenta que había velas encendidas
hasta el momento del apagón. Todos cogiendo bajo la luz de las velas bien
excitante, ya sin la música se escuchaban los gemidos el sonido de las
penetraciones. Uno de los hombres dijo que tenía un culo rico, que no lo desperdiciarían.
Me empinaron sobre el respaldo del sofá, y uno comenzó a penetrarme por el
culo, tiraba aceite en mis nalgas sin dejarme de coger. La otra chava estaba
toda aceitada ya, nos pidieron que nos besáramos, de rodillas en el sofá nos
abrazamos y comenzamos a dar el beso, las dos aceitadas ya resbalando rico los
cuerpos, después sentó que me cogían nuevamente jalándome de la cintura, a la
chava igual le hacían lo mismo, la tenía enfrente pero ya dejamos el beso ya no
podía por los jaloneos que nos ponían a las dos. Sentí una lechita que se
derramaba en mis nalgas y otro que decía que no me embarrara las nalgas. Sentí otra
verga entrar en mi panochita, parecía un apareamiento de animales. A la chava
se la jalaron y comenzaron a penetrarla entre don Carlos y otro en la panocha y
culo al mismo tiempo. Tuve mis orgasmos ricos. Pero era una cogedera que no
paraba, ya ni cuenta me daba quien me cogia, solo sentía las vergas entrar en
mi panochita y en mi culito una y otra vez. Yo solo gemía, pero los demás hacían
mucho ruido. Escuche al vecino que gritaba que quería coger dos culos. Las mujeres
pedían más y más, gritaban que lo querían más adentro incluso zaira gritaba fuerte
como si la estuvieran matando.
Despues de tantas cogidas y tantos orgamos nos
quedamos platicando todos desnudos en la sala. Incluso una pareja no se despegó,
estaban platicando ella ensartada en la verga del hombre. Supe que eran
esposos, pensé que a Zaira le habían pagado para ir, pero resulto que fue por
placer. Casi como si fuera una reunión normal acabo entre platica y risa
Hey q bien he eso estuvo genial, alucard8486@hotmail.com
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