Regresando a mi hogar tal vez
provisional no sé. Estando fuera el sexo no se daba, siempre estaba acompañada
por la familia el caso es que no podía darme ms escapadas. En cambio llegando a
mi ciudad el primer día el sexo llego, no como yo esperaba pero llego. El
primer día pensé que estaría tranquilo. Por el momento solo mi esposo y yo
estamos de nuevo en la ciudad mientras que mis hijos se quedaron pues ya tienen
escuela en la ciudad de Guadalajara. Solo estaba con mi esposo, pero con el
presente no me podía divertir. Platicamos, cenamos y e se quedó viendo la tele
unos instantes mientras yo lavaba lo trastos. Después subí a mi habitación para
arreglar un poco la ropa que estaba desordenada. Paso como media hora yo estaba
escorando las camisas de mi esposo sobre la cama para después ponerlas en el
closet. Escuche que la puerta se abrió pero no voltee pensando que era mi
esposo, estaba inclinada acomodando, en eso sentí una mano que me acaricio las
pompas dije pues mi esposo ya se puso cachondo. Rápidamente sentí que untaron
un pene en mis pompas arriba de mi vestido. Al voltear vi que no era mi esposo.
Era mi sobrino con el pene de fuera restregándomela en mis nalgas. Yo me separe
diciéndole que estaba loco, mi esposo estaba abajo en la sala. Mi sobrino
jugando con su pene subiéndole y bajándole el pellejito me dijo que cuando el
llego, mi esposo estaba platicando con el vecino de enfrente. Rápido fui a
asomarme entre las cortinas y era cierto ahí estaba mi esposo platicando con el
vecino sentados en la banqueta. Vi el pene bien parado de mi sobrino, a mí me hacía
falta un buen revolcón, le dije a mi sobrino que un rapidin estaba bien. Me apoye en el buró mientras él me subía el
vestido y me apretaba las pompas. Tía me encantan tus tangas me dijo mientras me la
bajaba. Comenzó a chuparme el ano y a morderme las pompas. Yo le dije que se
apurara pues mi esposo en cualquier momento vendría. El me abría y cerraba la
vagina lamiéndomela. Yo estaba extasiada sintiendo sus labios y lengua
calientita. Yo me ponía nerviosa al acordarme de mi marido, por lo que rápido me
separe de mi sobrino y fui a dar otro acechón entre las cortinas. Pues ahí seguía,
como perrito mi sobrino llego gateando hasta mi de nuevo siguió chupándome la
vagina. Me dijo que vigilara a mi esposo mientras él me hacía disfrutar. Pues estaba cada vez que podía viendo entre
las cortinas apenas levantándola, mientras mi sobrino seguía lamiéndome hasta
las piernas, nalgueándome y repitiendo una y otra vez que buen culo.
Yo le dije que me cogiera de una
vez, en eso sentí que su pene entraba en mi vagina suavemente, que rico sentir su
miembro después de tanto tiempo. Sentir como se hundía dentro de mí. Saque más
la cadera diciéndole a mi sobrino que no me la sacara. El me agarro de la cintura y comenzó a cogerme muy rico,
yo me aguantaba los gemidos, solo me mordía los labios y me erizaba todita, yo
quietecita mientras él se daba vuelo jadiando
de placer. Estaba tan excitada que deje pasar un gemido fuerte. Él me dijo que
nos fuéramos a la cama que mi esposo seguro se tardaba más. Al asomarme un poquito nuevamente
mi esposo seguía ahí, otro vecino ya se había agregado a la plática, por lo que
seguramente se tardaría más. Acepte la oferta de mi sobrino. Sin antes ir a
ponerle seguro a la puerta. Después me acosté boca arriba en la cama con las
piernas levantadas abiertas para recibirlo. De inmediato se subió sobre de mi para
penetrarme y acariciarme las piernas, subía hasta la cintura, aprovecho para
bajarme el escote y chuparme los pechos. De pronto él se detuvo diciéndome que
no quería correrse todavía, se puso de pie y a mí me volteo boca abajo, me pidió
que levantara las pompas, por lo que mejor me arrodille y después baje la cara
hacia el colchón dejando las pompas elevadas para él. Nuevamente comenzó a chuparme la vagina, ya había
aprendido muy bien. Comenzó a juguetear con sus dedos a meterme y sacármelas. Yo
le pedía que me volviera a coger. Pero él seguía solo metiéndome los dedos. Me dijo
que rico huele tu conchita mojada. Al fin sentí que de nuevo me penetraba. Lo sacaba
de mi vagina y me lo metía en el culo que resbalaba rico por lo húmedo que le
dejaba su pene con mi vagina. Después me lo volvía a sacar y de nuevo con la
vagina. Yo estaba extasiada que estaba a punto de correrme, pero él se detuvo,
para seguir metiéndomela analmente. Yo le pedía que acabáramos ya, no quería que
mi esposo nos cortara la inspiración. Ahí fue cuando siguió por la vagina, metiéndomela
y sacándomela, comenzó a penetrarme rápidamente que sin darme cuenta comencé a
gemir. Extrañaba tu empanadita me dijo mientras seguía cogiéndome. No aguante más
y me corrí sobre de él, cinco segundos después él se corrió dentro de mi
vagina. Me dio una nalgadita y se subió los pantalones. El mismo me puso mi ropa
interior nuevamente y me bajo el vestido. Fui a asomarme por la ventana y mi
esposo seguía en la plática. Mi esposo es bien celoso, pero no sospechaba nada
de mi sobrino, después de todo quien sospecharía que me acuesto con el hijo de
mi hermana. Unos minutos después queríamos sexo de nuevo, me asome a la
ventana, mi sobrino me levanto otra vez el vestido, pero lamentablemente cuando
apenas me bajaba la ropa interior, que mi esposo se levanta para ya entrara a
la casa. Rápido mi sobrino se salió y
entro al baño y yo me quede haciendo como que seguía acomodando las cosas. Mi sobrino
salió y en voz alta dijo gracias tía por ayudarme con mi proyecto de la
escuela. Y bajo a la sala, yo baje para ver que se traía. Le estaba diciendo a
mi esposo que necesitaba información de toda la familia para una tarea de la
escuela. Mi esposo estaba en la sala y le dijo que cuando quiera ahí estábamos para
ayudarle para cualquier cosa que necesitara. Mi sobrino muy tranquilo le dio
las gracias se despidió de mi con un beso en la mejilla y se fue. La verdad si
me asombro como mintió con mucha tranquilidad. Mi esposo se la creyó que no me
hizo preguntas ni nada.
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