Al día siguiente mi amiga y yo salimos por la ciudad nuevamente junto
a mi sobrino. Esa noche ella quería coger y mi sobrino se quedó en el hotel,
pero yo me fui a casa. Tenía que atender unos asuntos de mis hijos. Llegando de la calle con mis hijos, mi sobrino
estaba dormido en el sofá, seguramente rendido por tanto sexo. Pues yo estaba
emocionada, ya llegaba el fin de semana y mi cuñado, mi hermana y sus hijos saldrían
de viaje a visitar a un familiar de mi cuñado. Tendría la casa para mi solita. Mi
hija se llevaría a su hermano con ella y unas amigas. Entonces mi sobrino me dijo que quería cogerme
pero no en la casa.
Nos fuimos a una casa que era de un amigo de él. Estaba vacía sin
muebles. Él se desnudó por completo y me pidió que se la chupara. Comencé a chupárselo
rico. Me dijo que tenía una rica lengua. Yo ya quería que me lo metiera,
mientras chupaba me levante el vestido, después comencé a quitarme la
pantaleta. Estaba bien húmeda, mi sobrino me dijo que me empinara en una barra
de comedor. Comenzó a lamerme la vagina deliciosa. Él se trepo en la barra y me
ayudo a subir. Ahí me puse a gatas, el siguió lamiendo. Y ahí comenzó, me la metió
hasta el fondo en un solo empujón. El poco a poco se volvía un experto. Me hacía
gemir como una zorra, le dije que nunca dejaría de ser mi sobrino favorito. Me abría
y cerraba las nalgas. Sentía que me la sacaba de la vagina y me la metía
lentamente en el culo. Siguió cogiéndome, yo seguía gimiendo pidiéndole mas y
mas. Me dijo que le gustaba como brillaban mis nalgas mientras me cogía. Todo lo
que me decía me excitaba aún más. Él se corrió y los dos quedamos tendidos en
la barra. El sobre de mí chupándome los pechos. Ahí me sorprendió lo que me
dijo, si aceptaría un trio el, mi hija y yo. Le dije que no, me dijo que era su
fantasía. Y el algo chismoso me dijo que mi hija ya sabía que cogíamos, y él se
lo confirmo. Yo si me moleste algo. Después me dijo que él se había cogido a mi
hija también. Yo le crei, como les había comentado antes, la atrape cogiendo y
ella me confeso que era como un tipo de venganza porque sabía que yo cogía con
muchos. Desde entonces me dijo que cogía cuando se le antojara. Después de eso
ya no tocamos el tema. Hacíamos como si nada hubiera sucedido. Yo solo le
dejaba condones en su habitación que luego desaparecían seguramente para
usarlos con algún chavo.
Mi sobrino nuevamente comenzó a penetrarme mientras estaba sobre de mí,
me abrió las piernas y me las acariciaba, sentí como entraba, pero yo estaba
pensativa, veía que mi hija como que sería como yo, adicta al sexo. Mi sobrino
me dijo que mi hija había confesado que si haría un trio conmigo. Pero la
verdad yo creo que no lo haría. Le dije a mi sobrino que parara, cuando lo hizo
solo me levante, me puse la pantaleta y me baje el vestido. Se lo conté a mi
amiga, me dijo que en el sexo hay que quitarse el tabo, se me había olvidado
que ella es mucho más abierta, pues ella ha tenido incesto con su hijo y me lo recordó,
pues yo también estuve en una de esas ocasiones. Yo si cojo con mis sobrinos,
muchos familiares, pero no me imagino con mi hija. Dejare que mi hija tenga sexo con quien quiera
bien protegida, pero hasta ahí.
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