22. ANA JULIA algo en shock


Al día siguiente mi amiga y yo salimos por la ciudad nuevamente junto a mi sobrino. Esa noche ella quería coger y mi sobrino se quedó en el hotel, pero yo me fui a casa. Tenía que atender unos asuntos de mis hijos.  Llegando de la calle con mis hijos, mi sobrino estaba dormido en el sofá, seguramente rendido por tanto sexo. Pues yo estaba emocionada, ya llegaba el fin de semana y mi cuñado, mi hermana y sus hijos saldrían de viaje a visitar a un familiar de mi cuñado. Tendría la casa para mi solita. Mi hija se llevaría a su hermano con ella y unas amigas.  Entonces mi sobrino me dijo que quería cogerme pero no en la casa.
Nos fuimos a una casa que era de un amigo de él. Estaba vacía sin muebles. Él se desnudó por completo y me pidió que se la chupara. Comencé a chupárselo rico. Me dijo que tenía una rica lengua. Yo ya quería que me lo metiera, mientras chupaba me levante el vestido, después comencé a quitarme la pantaleta. Estaba bien húmeda, mi sobrino me dijo que me empinara en una barra de comedor. Comenzó a lamerme la vagina deliciosa. Él se trepo en la barra y me ayudo a subir. Ahí me puse a gatas, el siguió lamiendo. Y ahí comenzó, me la metió hasta el fondo en un solo empujón. El poco a poco se volvía un experto. Me hacía gemir como una zorra, le dije que nunca dejaría de ser mi sobrino favorito. Me abría y cerraba las nalgas. Sentía que me la sacaba de la vagina y me la metía lentamente en el culo. Siguió cogiéndome, yo seguía gimiendo pidiéndole mas y mas. Me dijo que le gustaba como brillaban mis nalgas mientras me cogía. Todo lo que me decía me excitaba aún más. Él se corrió y los dos quedamos tendidos en la barra. El sobre de mí chupándome los pechos. Ahí me sorprendió lo que me dijo, si aceptaría un trio el, mi hija y yo. Le dije que no, me dijo que era su fantasía. Y el algo chismoso me dijo que mi hija ya sabía que cogíamos, y él se lo confirmo. Yo si me moleste algo. Después me dijo que él se había cogido a mi hija también. Yo le crei, como les había comentado antes, la atrape cogiendo y ella me confeso que era como un tipo de venganza porque sabía que yo cogía con muchos. Desde entonces me dijo que cogía cuando se le antojara. Después de eso ya no tocamos el tema. Hacíamos como si nada hubiera sucedido. Yo solo le dejaba condones en su habitación que luego desaparecían seguramente para usarlos con algún chavo.  
Mi sobrino nuevamente comenzó a penetrarme mientras estaba sobre de mí, me abrió las piernas y me las acariciaba, sentí como entraba, pero yo estaba pensativa, veía que mi hija como que sería como yo, adicta al sexo. Mi sobrino me dijo que mi hija había confesado que si haría un trio conmigo. Pero la verdad yo creo que no lo haría. Le dije a mi sobrino que parara, cuando lo hizo solo me levante, me puse la pantaleta y me baje el vestido. Se lo conté a mi amiga, me dijo que en el sexo hay que quitarse el tabo, se me había olvidado que ella es mucho más abierta, pues ella ha tenido incesto con su hijo y me lo recordó, pues yo también estuve en una de esas ocasiones. Yo si cojo con mis sobrinos, muchos familiares, pero no me imagino con mi hija.  Dejare que mi hija tenga sexo con quien quiera bien protegida, pero hasta ahí. 

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