Estando aquí en Guadalajara, me llama una amiga que hace seis meses no
veía, a ella también le encanta el sexo.
Es una mujer de 40 años con un cuerpazo, ella es empresaria, se había ido de
Cancún a Cali Colombia, cosa que según ella no le gusto y regreso y al no
encontrarme quiso venir a Guadalajara a visitarme. Ella y yo nos contamos todas nuestras
anécdotas, nos conocimos por medio de un amigo en común, en una fiesta de sexo
hace cinco años. Ella sabe mis relaciones con mi sobrino. De hecho me decía que
a ella se le antojaba, ya ha cogido con jovencillos antes, pero que como le
describía a mi sobrino le calentaba. Y
es que ella lo conoció pero fue antes de que pasara lo que pasara entre
nosotros. Ella también es súper amiga de mi hermana, obviamente mi hermanan no
sabe lo sexosa que es. Le pidió a mi hermana la dirección donde me estaba
quedando aquí, para encontrarme. Según ella me dijo que al escuchar que ella
venía a verme, mi sobrino dijo que quería venir a visitar a la familia que
vivía aquí, aprovechando que había perdido el curso escolar y no tenía nada que
hacer. Estaba insistente, por lo que yo sabía que era pretexto para verme a mí.
Pues en teléfono un día me dijo que ya mero se arrancaba su pene de tanto que
se la jalaba pensando en mí. Mi amiga le ofreció que mi sobrino se fuera con
ella, con el pretexto de que no conocía la ciudad y con mi sobrino podía llegar
más rápido a encontrar la dirección.
Pues así llegaron a la ciudad a visitarme. Ella llego a la casa de mi
familia donde me estoy quedando. Ya sabrán que mi cuñado quedo boquiabierto. Ahí
charlamos mientras mi sobrino salía con sus primos, todo normal como una
familia normal.
Ella se quedó en un hotel. Esa noche salimos a la ciudad junto con mi
hermana que vive aquí en Guadalajara. Al llegar a la casa, cuando estuve sola
mi sobrino me abordo diciéndome que me quitara el calzón y abriera las piernas,
que tenía muchas ganas de cogerme. Yo le dije que estuviera tranquilo pues
podían escucharnos. Me dijo que podíamos ir al hotel donde estaba mi amiga. Ahí
me dijo que mi amiga antes de salir hacia aquí, le había dado unas ricas
chupadas en un estacionamiento y que se había quedado caliente. Si lo vi algo
desesperado. Por lo que le dije que sería un rapidin en silencio. Me puse de frente a la pared, sacando las
pompas, él se puso un condón. El me subió el vestido, solo me bajo la pantaleta
sin quitármela, y comenzó a penetrarme, acariciaba mis pompas diciéndome que no
había cogido desde nuestro último
encuentro. Yo también lo sentía delicioso, mi vagina estaba húmeda y caliente.
Tratábamos de no gemir, el introducía un dedo en mi trasero sin dejar de
cogerme. Sí que fue un rapidin, él se corrió diciéndome que mi peluchito estaba
bien rico. Se subió los pantalones y lo saque de la habitación.
Al día siguiente había quedado con mi amiga al medio día. Por lo que
fui a buscarla en su hotel que quedaba cerca de la casa. Cuando llegue me dijo
que pasara y le pusiera seguro a la puerta. Cuando entre la vi con mi
sobrino. Los dos estaban vestidos. Pero
mi sobrino estaba chupándole el pezón de una teta que mi amiga tenia fuera, y
acariciaba las pompas de mi amiga sobre un vestido azul entallado y escotado.
Mi amiga me dijo sorry amiga no podía quedarme con las ganas. La verdad yo no
me moleste, solo me sorprendí un poco, mi sobrino decía que le encantaban las
maduritas sexys. Mi sobrino quería que
me uniera, vi a mi amiga y pensé darles chance, pues sé que a mi amiga le gusta
que la vean ser cogida, por lo que me senté en un sillón solo a observar y a
disfrutar el espectáculo.
Ella comenzó a desnudar a mi sobrino, le quito la camisa y los
pantalones. Mi sobrino le levanto el vestido dejando al descubierto la tanga
negra de hilo de mi amiga, rodeada de sus nalgas. Me di cuenta que mi sobrino
se volvía algo salvaje, quiso arrancarle
la tanga a mi amiga, pero ella lo calmo un poco jugando con el pene de mis
sobrino que estaba ya bien parado. Ella misma se quitó la tanga y mi sobrino
comenzó a chuparle la vagina. Yo ya me estaba calentando pero me aguantaba solo
viendo. Mi sobrino fue por atrás de ella y comenzó a chuparle el trasero,
mordía sus pompas. Así estuvo unos minutos mi sobrino, mi amiga parada con las
piernas abiertas y el abajo chupándole la vagina y el trasero. Mi amiga le dijo que quería sentirse como una
perra en celo. Por lo que se le ocurrió ponerse a cuatro sobre el piso, y
ladrando jaja, fue algo gracioso. Ahí le dijo a mi sobrino que también fuera un
perro en celo. Parecían niños jugando los dos a gatas. Mi amiga le daba
instrucciones a mi sobrino.
Él se fue atrás de ella y comenzó a lamer su vagina, mi amiga gemía,
mi sobrino hundía su cara en el trasero de mi amiga pareciendo querer
ahogarse. Después como perrito se trepo
a ella y comenzó a penetrarla. Ella me decía que no mentí, mi sobrino cogía
rico. Mi sobrino me llamaba, yo solo observaba calentándome cada vez más. Mi
amiga también comenzó a llamarme. Mi sobrino excitado decía que quería cogernos
a las dos. Yo comencé a desnudarme, quedándome solo con ropa interior, mi
sostén y mi pequeña pantaletita rosa de licra. Él se me quedo viendo, pero le
dije que no me uniría, solo los vería. Hice a un lado mi pantaleta y comencé a
meterme los dedos gimiendo mientras los veía. Mi amiga y mi sobrino se
detuvieron, ella a gatas se acercó, su cara a mi vagina comenzó a lamer y a
chupar. Mi sobrino otra vez se trepo atrás de ella cogiéndola. Mi sobrino se
corrió, de la calentura no se puso condón y se la hecho toda dentro de la
vagina de mi amiga. Mi sobrino se quedó acariciando las pompas de mi amiga con
su cara. Mientras ella me hacía un rico sexo oral. Mi sobrino se puso un condón
ahora sí, y se trepo sobre de mí, me abrió las piernas y comenzó a cogerme
deliciosamente. Mi amiga tras de él le besaba el cuello y untaba sus pechos a
su espalda. Mi sobrino estaba súper excitado sintiéndose realizado. Dos maduritas
con un chavito, igual si estaba mal, pero la pasábamos muy bien. Además mi
sobrino estaba súper excitado, le gustaba, gemía y decía que era una fantasía
hecha realidad, coger con dos ricas MILF como el decía.
Nos quedamos en el hotel hasta anochecer, después mi sobrino y yo nos
fuimos a la casa de mi hermana y mi cuñado. Sucedieron más cosas curiosas que
me dejaron en shock, ya les contare en otra ocasión como una especie de segunda
parte cuando pueda.
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