He tenido algunos problemitas que me obligaron a estar en la ciudad de
Guadalajara temporalmente, aquí me quede en la casa de una hermana mía. Incluso mis hijos estarán en cursos por aquí,
si me tardare un poco. Mi hermana tiene
tres hijas, así que caer en la tentación con otro sobrino, no será. Mi hermana y su esposo trabajan, así que
mientras estoy por aquí me dedicare a poner en orden toda la casa. Mis sobrinas
son calmaditas, normalmente están en la escuela o con sus amigos, llegan solo a
comer, en la cena no se aparecen. No he tenido sexo por ya casi un mes, cosa
que para mí es mucho. Siempre ando como cabra loca. En las noches me masturbo
solita en mi cama. Ya no está mi sobrino ni otros ricos amantes, y por aquí
casi no conozco a nadie. La verdad esta vez sí trate de portarme bien, solo
dándome placer yo misma, pero es algo imposible de lograr. Quería echarme al
primer hombre que estuviera cerca, y ese
lamentablemente era mi cuñado. Al principio me controlaba yo misma, ya era
mucho, mi sobrino y ahora mi cuñado como que no, si seguía así me estaría
cogiendo a toda la familia. Pero no sé qué pasa, al parecer cuando quiero sexo
todo se mueve para que lo tenga, aunque quiera controlarme.
Mi cuñado comenzó a trabajar por la noche, por lo que de la mañana
hasta las seis de la tarde estaba en su casa, mientras mi hermana en el
trabajo, mis sobrinas e hijos en la escuela. Pues el al principio era
respetuoso, no dudo que me lanzara miraditas, pero hasta ahí.
Un día se me ocurrió algo loco, mi cuñado me estaba gustando, pero no
quería tener sexo con él, por lo que en la ropa sucia escondí mi celular para
gravarlo antes de que entrara a bañar, quería conformarme con tener algo que
ver de él, mientras me yo me metía los dedos en las noches. Cuando vi la
grabación, el cuándo se bañaba se masturbaba, a mí me encanto como lo hacía,
pero lo que me sorprendió es que decía mi nombre mientras lo hacía, así supe
que el también fantaseaba conmigo. El caso es que pensando en eso me calentaba
aún más.
El lunes pasado, la noche anterior se había ido de pachanga y era su
día de descanso, por lo que eran las 12:00 am, y él seguía durmiendo, entre a
su cuarto para recoger algunas cosas que mi hermana me había dejado. Al
asomarme me di cuenta que estaba durmiendo totalmente desnudo de piernas
abiertas con el pene dormido. Se veía tan delicioso que no lo pensé y entre, me
quite todo de abajo quedándome solo con mi blusa, puse seguro en la puerta y me
acerque, con cuidadito me subí en la cama montándolo, sentándome sobre su pene
dormido, el despertó, y se medió asusto, pero su tranca también despertó
sintiendo que se paraba debajo de mí. Le dije quiero que me cojas cuñadito, que
mi hermana no se entere. Pensé que se iba
a hacer del rogar un poco por ser la hermana de su esposa, pero rápido
sus manos se fueron en mi cintura, acariciaron mis pompas, y se fueron
acariciando mis pechos. Se sentó
poniendo su boca directo en mi cuello, literalmente me arranco la blusa dejando
al descubierto mis pechos, comenzó a chupármelos, me dijo que sabía que era una
zorra, sin pensarlo comenzó a penetrarme, yo pegue un grito al sentir que me metía
su pene, me abría las nalgas diciéndome que siempre había querido cogerme, y
que no le importaba que fuera su cuñada. La verdad yo tampoco tenía
remordimientos, si era cierto que de adolecentes había cogido con novios de mi
hermana, pero ahora lo estaba haciendo con su esposo. Yo estaba mojadita, me
tiro sobre la cama boca abajo y siguió cogiéndome sobre de mí, que rica
conchita cuñadita, me decía, yo me estaba dando cuenta que me excitaban mucho
los encuentros prohibidos. Mi vagina estaba que se derretía escurriéndose, él decía
que era deliciosa toda mojadita. Después me volteo y siguió cogiéndome mientras
mordía mis pechos y acariciaba mis piernas que estaban levantadas y abiertas
para recibirlo. Había un buen de calor, no me sentí mal estar en la misma cama
donde dormía el con mi hermana. Lo que si él me decía “puta, puta”, una y otra
vez. No me importaba, seguí dejando que me cogiera rico. Los dos terminamos,
nos quedamos un tiempo recostados en la cama. Yo le dije que esos encuentros
prohibidos me encantaban. Él me dijo que igual le encantaba. Me dijo lo puta es
de herencia, yo le pregunte por que, me dijo que cuando era chavo, novio de mi
hermana, también se había cogido a mi mamá, yo no le creí en ese momento, la
verdad no sé si es verdad o mentira, lo que si se, era que mi mamá era bien
ponedora, así que puede ser verdad. Yo me levante y me duche pues ya mero
llegaban mis hijos y mi sobrina a comer. Él se fue a trabajar. Desde ese día,
los días que vinieron, tuvimos sexo apenas se fuera la última persona de la
casa. Nos desnudamos y entramos en su habitación a coger rico en todas las
posiciones posibles. En una de esas locuras le llame a mi marido mientras él me
cogía de perrito. Sé que estoy algo loca, le llame para preguntarle cuando venía,
pero le decía que me estaba masturbando imaginándome que me cogía. Él se calentaba mientras
yo gemía pensando el que me estaba metiendo los dedos, sin imaginar que mi
cuñado me lo estaba metiendo hasta el fondo. El morbo me encanto, describiéndole
lo que pasaba, como si en mi imaginación fuera él. Le decía mi amor me imagino
que ahora me estas abriendo el culo y me los estas metiendo rico y gemía de
placer gritando que rico. Mientras mi cuñado me lo metía en el culo. Nunca lo había
hecho pero me gusto. Mi esposo vendría la siguiente semana, mientras tanto
quedamos en hablar y tener ese sexo telefónico, sin saber que en realidad a mi
si me estaban cogiendo por mi cuñado. Creo que cada día me vuelvo mas zorra
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