Llegando mi prima me recibió con los brazos abiertos, no había
cambiado nada lo que si estaba mejor vestida con ropa cara. Nos fuimos a su
departamento y ahí me instale, tenía dos cuartos, uno que no ocupaba aunque si
estaba amueblada con espejos en la pared, yo me carcajee preguntándole que
hacía en ese cuarto con tantos espejos.
Se rió y me dijo que ahí se divertía, pero que no me preocupara, pues
todo ya estaba arreglado. Y los espejos me dijo que pronto los quitaría, la
neta a mi si me gustaron le dije que los dejara no había problemas. Le pregunte
que trabajaba, ella me dijo que con su amante, era su asistente, me dijo que no
trabajaba mucho, solo le daba placer al hombre. Yo ya le había comentado todo a
mi prima de lo que había pasado, los encuentros y todo eso. Ella me dijo que
bueno que era de mente abierta así no me asustaría de la vida de diversión que
ella llevaba. Dos días después supe a que se refería, ella salió temprano y me
acosté a dormir y no llegaba. Hasta que en la madrugada escuche gemidos en la
sala, solo abrí un poco la puerta y vi a mi prima cogiendo con un chavo
guapetón con el abdomen marcado. Estaban en el sillón mi prima abiertota y el
dándole rico. Pues se me antojo pero decidí no hacer nada. Al día siguiente me
contó que era uno de sus vecinos, y que la pasaba bien, me invito para la
próxima unirme con confianza el chavo era bien caliente. Yo quería buscar
trabajo para no andar de mantenida aunque mi prima me decía que no era
necesario. En esa semana mi prima me compró ropa, le pregunte de donde sacaba
dinero, ella dijo que le pagaban bien por consentir al jefe era un hombre con
lana y le cumplía todo sus caprichos. Ahí mi prima me dijo, solo vuélvete
experta en el sexo y los tendrás comiendo de tus manos, cúmpleles sus fantasías
y has lo que una mujer común no haría. Mi prima y yo casi teníamos la misma
edad, me sorprendió mucho lo que dijo hablando como toda una experta. En la
noche siguiente, tenía tantas ganas del sexo que no había tenido desde lo
ocurrido con mi padrastro y el vecino. En mi cuarto me baje quite los pants y
el calzoncito y comencé a masturbarme, me metía los deditos y jugueteaba imaginándome
una rica verga. Me observaba en los espejos, me gustaba verme, me di cuenta
desde el video que era algo que me excitaba, verme a mí misma. Mi prima toco en
la puerta, yo me vestí y abrí, ella me pregunto por qué me había tardado en
abrir, yo tenía mucha confianza con ella, por lo que le dije me estaba dando
placer jaja. Ella me dijo te puedo
ayudar, le pregunte como, me dijo que quitara los pants y el calzoncito. Yo estaba
algo dudosa, ella me dijo que no me arrepentiría. Pues me quite todo quedándome
desnuda de abajo, me dijo que me inclinara en la cama. Cuando lo hice sentí la
lengua de mi primita en mi vagina. Lamiaba delicioso, mejor que mi padrastro o
el vecino. Metía su lengüita, y me chupaba el clítoris, yo gemía, su lengua recorría
mi panochita. Comenzó a meterme un dedo, después dos, a meter y sacar
lentamente, yo me estaba mojando, sigue primita le decía una y otra vez, no quería
que parara. En unos minutos tuve un rico orgasmo que me convulsiono el cuerpo. Mi prima se desnudó y me pregunto si no quería
probar algo nuevo. Le dije que sí. Me quito la blusa dejándome
desnuda, se subió sobre mí y comenzó a restregar sus pechos contra el mío, sus
pechos eran más grandes, parecían explotar. Nos dimos la media vuelta quedando
yo arriba de ella, sus manos me agarraban las nalgas, y yo comencé a chuparle
los pezones. Le dije que éramos unas tortilleras jaja, pero dijo que era bueno
disfrutar el sexo sin inhibiciones. Ahí hicimos
un 69. Ella nuevamente me chupaba la panochita, yo le metía la lengüita en la
de ella, ambas estábamos mojadas, su conchita brillaba de lo húmedo que estaba,
me comencé a meterle el dedo medio que resbalaba suavemente. Ella gemía diciéndome
que rico. La neta si me estaba gustando la nueva experiencia. Sentí su lengua
llegar hasta mi culito. Yo hice lo mismo con ella. Le abría las nalgas. Ella se
detuvo y me dijo que esperara, salió del cuarto, cuando entro traía un juguetito.
Un consolador, con una verga en cada lado. Me dijo que me pusiera de perrito,
mientras lo hacia ella ponía un lubricante al juguete, luego en mi panochita. Comenzó
a metérmelo lentamente. Yo gemía pidiéndolo todo, después cuando lo tenía
adentro, ella se pudo de perrito chocando sus nalgas con las mías. Y comenzó a introducir la otra parte del
juguete en su vagina, las dos comenzamos a movernos penetradas al mismo tiempo.
Me dijo prima somos todas unas zorras. Yo no podía hablar, gemía de placer. Con
ese juguetito estuvimos toda la noche. Terminamos abrazadas mientras nos acostábamos
de costado, dedeandonos mutuamente. Ella me abría las nalgas y jugaba con
ellas, nuestros cuerpos desnudos se pegaban levantando más la excitación. Le pregunte
si ya lo había hecho con otra mujer. Ella dijo que sí. Yo me di cuenta que
estar con mi prima no me causaba molestia. Me gustaba. Las dos estábamos empapadas
de los orgasmos que habíamos tenido. Pudimos seguir toda la noche pero ella se
tuvo que ir a dormir. Me dijo cuándo no
tengas una verga, con gusto te ayudo a quitarte la calentura, aunque con ese
cuerpo prima puedes tener las vergas que quieras para ti solita.
Guau q rico como me hubiese gustado estar ahi jajaja para ayudar a las dos como siempre tus historias me dejan muy bien y q rico q seas tan de mente abierta saludos y estamos al pendiente Atte. Alucard8486
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