4. KARLA una de muchas anecdotas

Pues hoy les contare una anécdota. Cuando tuve mi primer trabajo en el área contable. Área donde yo me desempeño. Estaba muy nerviosa, tal vez todos pasamos por ello. El lugar era pequeño, un despacho donde trabajaban solo cuatro personas; el contador, la contadora su esposa, una chava que la hacía de secretaria y recepcionista y yo. Pues estuve desempeñando mis labores todo perfecto durante 5 meses. Sin embargo yo ya me había dado cuenta de muchas cosas durante aquellos meses. Una de aquellas cosas era que cuando la esposa de mi jefe, la contadora se iba de viaje, misteriosamente él, y la secretaria llegaban tarde al trabajo, se iban juntos, y me mandaban mucho a hacer otros trabajos fuera. Seguramente para que estuvieran solos. Pero existían dos llaves, que el contador y la contadora siempre cargaban. Sin embargo en uno de sus viajes la contadora me dio sus llaves, ya que siempre era la primera en llegar. Y siempre me encontraba fuera esperándola. Por lo que para que yo no estuviera esperando tanto tiempo me confió las llaves. Aquel día hubo un problema familiar, por lo que el contador me dijo que saliera temprano. Así que Salí. Afortunadamente aquel problema familiar no era tan grave. Pero estaba preocupada, ya que por salir temprano, no había acabado un trabajo pendiente que me preocupaba. Por lo que decidí ir a terminarlo. Pero cuando entre a la oficina, me sorprendió escuchar los gemidos de placer en el privado del contador. Yo sentí que la había regado, por lo que mejor me quite lentamente para que no me escucharan. Al día siguiente me sorprendió que el contador ya estuviere en la oficina cuando yo llegue, me llamo a su privado. Después de una charla de deberes que me había puesto para el día. Yo me tranquilice al ver que no me había hablado para lo que pensaba. Sin embargo cuando acabo de darme las instrucciones. Me dijo que sabía que yo los había escuchado a él y a la secretaria el día anterior. Yo no supe cómo se dio cuenta. Me dijo que olvidara todo, y que no le dijera nada a su esposa. Que me compensaría bien si guardaba silencio. Yo dije que estaba bien. Sin embargo al yo aceptar eso, a ellos ya no les importaba darse de besos o estar abrazaditos en mi presencia. Yo me sentía un poco incomoda. Poco a poco la secretaria empezó a platicar conmigo como amigas. Y me dijo que sabía que estaba incomoda, y que los disculpara, pero que era cuestión del contador que nunca lo evitaba aunque ella dijera que a papachos en la oficina no. Ella agarraba más confianza conmigo, tanto que me empezó a contar de sus encuentros con el contador, los atributos del contador y como era en la cama. Tanto eran sus descripciones, que a mí me empezó a entrar una gran curiosidad, por saber si lo que me platicaba del contador era cierto. Ya no veía igual al contador. Hasta que un día, ya mi amiga la secretaria me dijo, que a el contador yo le gustaba mucho. Y que le dijo a ella que me pidiera si yo aceptaría hacer un trío con ellos. La contadora viajaba al día siguiente y tendríamos la oficina para los tres solitos. Me dijo que no me sintiera presionada que si no aceptaba, que no pasaba nada. Pero sin embargo la simple idea si me entusiasmo, por lo que yo le dije que si, aceptaba. Ella dijo que estaba excelente. Por lo que el contador cerraría el despacho el día siguiente para estar solos. Al día siguiente llegue un poco tarde, ya que me tope con un cliente del despacho. Que andaba buscando al contador, yo le dije que no trabajaría hoy, por cuestiones de salud. Sin embargo el se puso a charlar conmigo, mientras yo ya quería llegar al despacho. Cuando me libre de él. Entre rápidamente al despacho. Fui al privado del contador, pero cuando entre vi a la secretaria acostada en el escritorio, con las piernas subidas al hombro del contador y este arremetía contra ella. No sé porque, aquella escena me excito mucho. El contador me dijo que no pudieron esperarme, que andaban muy calientes y que iniciaron sin mí. El contador que ya estaba sin pantalones y solo con la camisa puesta se acerco a mí, me agarro de las manos y me acostó en el escritorio a lado de la secretaria. Lentamente me empezó a bajar la falda y la ropa interior. Empezó a hacerme un rico sexo oral. La secretaria para mi sorpresa me empezó a desabrochar la blusa, dejándome al descubierto mis pechos. Que al instante empezó a acariciar y a chupar con gran maestría. El contador me abrió las piernas y empezó a penetrarme fuertemente. Después el contador nos inclino a mí y a la secretaria en el escritorio, ye empezó a penetrarnos, primero a ella por unos minutos, después a mí. cuando penetraba a una, con una mano estimulaba a la otra. Tiempo después el se acostó en el suelo, y me pidió que me subiera sobre de él. Ahí estuve montándolo, mientras me penetraba fuertemente. Y mientras el contador le hacía sexo oral a la secretaria, estuvimos cambiando de lugar, la secretaria y yo, cuando ella se pasaba a ser penetrada, yo me pasaba a recibir un buen sexo oral. Me agachaba cerca del rostro del contador, y sol sentía sus manos acariciándome las pompas y su lengua lamiendo y jugando con mi vagina. La secretaria me dijo que me sentara en una pequeña mesa que estaba en la oficina. Ella se puso a gatas y empezó a hacerme sexo oral, mientras el contador la penetraba analmente. Igual nos turnábamos en aquella posición. Después la secretaria se acostó en el piso, yo le devolví el favor y me subí sobre ella, acariciándola toda y chupándole sus pechos, pero el contador se puso a penetrarme analmente. El estaba detrás de mí metiéndome y sacándomelo por el ano, mientras la secretaria me estimulaba la vagina, y yo le estimulaba a ella. Hasta que llego el punto en que sentí el líquido caliente del contador sobre las pompas. Yo y la secretaria seguimos jugando. El contador se unió al juego, los tres estábamos con las caricias, besos y estimulo. Después de aquel día los tres éramos cómplices. A veces yo tenía sexo con el contador en la oficina, mientras la secretaria trabajaba. O a veces yo trabajaba y ellos tenían sus revolcones. O repetíamos el trió. Me Salí de aquel trabajo ya que casi siempre era sexo. Y pues había descuidado el trabajo y sentía que no estaba aprendiendo nada de mi carrera. A veces me quedaba hasta tarde para terminar, pero siempre era interrumpida cuando tenía al contador con su cosa frente de mí pidiéndome que se lo chupara. La única que trabajaba de lleno en aquel despacho era la contadora. Qué tiempo después me entere que también le ponía los cuernos al contador jeje. Bueno me retiro, hasta la proxima

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