5. KARLA una anecdota no muy bonita

Hola de nuevo. Pues me han preguntado últimamente si me han atrapado haciendo alguna travesura. Y pues sí, la verdad más de una vez, pero no me rindo, les contare la primera vez que esto sucedió. Cuando yo tenía aproximadamente la edad de 16 años, para tener una entrada extra, me decidí a trabajar por lo que me contrataron en una tienda de abarrotes de cajera. La dueña me había contratado según porque yo me desenvolvía muy bien. La señora era una persona un poco sangronsilla, se creía una diva, pero a mí no me importo, yo decía que mientras no se metiera conmigo estaba bien, el trabajo estaba bien pagado y me gustaba. Yo era la única que la aguantaba, solo la ignoraba. Conmigo trabajaba un chavo que era gay, y siempre lo sacaba de sus casillas, decía "maldita gorda un día de estos te bajare los humos", yo solo me reía de sus comentarios. Su esposo era el encargado de las compras, un cuarentón que era súper morboso pero que no se atrevía a nada tal vez por miedo a su esposa. El hombre no era muy guapo, un hombre panzón y medio calvo, por lo que simplemente pasaba de largo para mí. Incluso a veces yo me quedaba de último limpiando y el señor llegaba a cerrar, yo simplemente terminaba mis tareas y me retiraba. Un en la noche mientras limpiábamos mi amigo el gay se quedo a ayudarme. No por acomedido, si no por chismoso. El estudiaba en la misma escuela que yo y se había enterado que me había ligado a uno de los chavos más guapos de la escuela. Yo le contaba mas allá de cómo nos habíamos vuelto novios, también le contaba nuestros encuentros, a lujo de detalle, de cómo me lo hacía, como lo tenía y como yo gozaba con él. Empezamos a bromear el me decía, eres una puta, yo le decía si soy me encanta que me cojan. En ese instante escuchamos una tos fingida. Era el señor que había llegado. Nos apenamos mucho, solo me quede callada. El dijo que nos apuráramos que tenía que cerrar. Al día siguiente comentábamos mi amigo y yo lo que había sucedido, el estaba súper apenado. Recuerdo que aquel día a mi noviecito se le ocurrió calentarme y dejarme plantada, por lo que seguía bromeando con mi amigo, le decía -hoye como amigas hazme el favor y de paso te quito lo gay ya verás-, el solo me decía antes muerta que tortilla, por lo que me empezaba a reír. El también tenía sus encuentros, por lo que aquel día salió rápidamente. Yo me quede solitaria para limpiar. Me sorprendió cuando el señor esposo de la dueña llego más temprano que antes. Solo me dijo que cerraría y que si le ayudaba a hacer un inventario. Yo le dije que no podía, pero dijo que me pagaría horas extras. Pues me convenció, de todas formas no tenía nada que hacer. Cerró las puertas de la tienda y empezamos a hacer el inventario. Le dije que nunca terminaríamos. El dijo que donde nos quedáramos, yo me dije a mi misma, este algo se trae. Mi sexto sentido me dijo que aquel era un pretexto para quedarse solo conmigo, simplemente no sabía mentir el tipo. Pues dije haber hasta donde llega. Por lo que yo empecé a hacer el inventario. La situación me empezaba a excitar, paso como media hora y el simplemente como si nada, note que solo me miraba cuando estaba descuidada. Y pues dije este solo quiere echarse un taco de ojo y ya, así que le di lo que quería, agarre un escalera y me subí para bajar unos productos. Le dije que si me podía agarrar la escalera. El así lo hizo, exactamente mis piernas quedaron frente a él, mientras yo me hacia la distraída bajando los productos. Después al bajar el producto me inclinaba sensualmente para contarlos. Es cuando él me dijo, entonces te gusta coger mucho. Yo voltee la mirada hacia él. El se puso nervioso y dijo que solo me decía lo que había escuchado. Yo solo le dije que si me gustaba mucho el sexo. Seguí con mis labores. Sentí que se me pego a mi trasero mientras me agarraba las pompas, me pregunto que si lo haría con él. Me pare frente a él y Le pregunte ¿y el inventario? El me respondió que podía inventariar otra cosa, se abrió el cierre del pantalón y se saco su pene. Yo estaba bien excitada por lo que le dije que si lo haría. Me empezó a besar al instante el cuello, mientras sus manos me acariciaban las piernas suavemente, poco a poco empezó a subir por debajo de la falda. Llego hasta mi vagina y empezó a jugar con ella. Me dijo que al fin tendría una mujer de verdad. Le dije que se esperara, fui a buscar mi bolsa y saque un condón y fui a ponérselo. El se sorprendió, dijo que se veía que siempre andaba preparada para el sexo. Antes de ponérselo empecé a chuparle el pene, le lamiaba desde los testículos hasta el glande después lo metía en mi boca. A él le gusto, me dijo que su esposa no le hacía sexo oral, la verdad yo no le creí. Estaba tan excitado que tiro unos productos sin querer, estábamos haciendo un desastre. Yo le quite los pantalones por completo. Le puse el condón y empecé a jugar con su pene. Después me quite la blusa quedándome solo con el sostén, el también se agacho y empezó a jugar con mis pechos. Mientras yo seguía jugando con su pene. El me chupaba mis senos casi como si se estuviera ahogando. Mientras acariciaba mi cuerpo. Me pare mientras él estaba de rodillas. Me quite la falda y la pantaletas frente a él. El empezó a chuparme la vagina, con la lengua jugaba con ella, después mientras seguía incado yo frente a frente me baje hasta que topar mi vagina con su pene, el al instante empezó a penetrarme. Era un poco incomodo por la mendiga pansota de el. Por ello me di la media vuelta y me lo hizo mientras estaba incado y a mi espalda. Me penetraba fuertemente. Yo solo me apoyaba en el piso con las manos, mientras el acariciándome las pompas me penetraba una y otra vez. Me decía que para ser una chavilla me movía muy bien. Me acostó boca abajo al piso y siguió penetrándome mientras seguía jugueteando con mis pompas. El estaba súper excitado, sudando y gimiendo, yo estaba igual, sin importarme nada empecé a decirle que me lo metiera más y más. El se sentó en el piso apoyando la espalda en la pared, yo me senté sobre el siguiendo con la penetración. Incluso se escuchaba el sonido de la penetración, quería decir que él estaba disfrutando tanto como yo. Mi vagina ya estaba mojada, aquel tipo no era guapo, pero si sabía hacer el sexo rico. La penetración era más rápida y resbalaba hasta el fondo de mi vagina con más facilidad. El gritaba que lo dejara quitarse el condón, mientras yo con gemidos le decía que no. En eso estábamos cuando se escucho el cerrojo de la puerta abriéndose. El dijo exaltado -¡mi vieja!- rápidamente yo me pare y fui por mi ropa que estaba a pocos metros detrás de un estante. Solo escuche los gritos de su esposa, diciendo ¡que chingados haces desnudo! Que estabas haciendo!- era difícil de ocultar, su esposo desnudo con los pantalones en la mano y el condon puesto. De inmediato la señora me vio y quiso arremeter contra mí. Yo estaba asustada. Por lo que su esposo la detuvo mientras estaba ella a los gritos. Solo me dio tiempo de ponerme la falda y la blusa, sin la ropa interior, Salí rápidamente de ahí. Dejando las pantaletas y el sostén en el lugar. De inmediato agarre un taxi, no vi para atrás. Estaba muy asustada. Le pedí al taxista que me llevara en casa de una de mis amigas. Al llegar ahí le conté todo lo sucedido. Ella me estuvo regañando, pero le dije que lo bueno es que no sabía donde vivía. Me bañe en la casa de mi amiga y me arregle. Ella misma me llevo a mi casa. Saludo a mis papas yo entre como si nada, no se percataron que mi ropa interior no estaba conmigo. Rápidamente despedí a mi amiga y me dirigí a mi cuarto donde me cambie. Yo seguía un poco asustada, me preguntaba cómo le había ido al señor. No regrese al trabajo. Al día siguiente me tope con mi amigo el gay en la escuela, le conté todo para que fuera preparado por cualquier situación. Después me entere que la tienda permaneció cerrada durante una semana. Aquella noche hubo un escándalo. Supe que la señora le rompió toda la ropa al señor, quedando el desnudo. Después a los gritos lo estaba sacando de la tienda. Llego la policía y se los llevaron a los dos. Después se divorciaron, y afortunadamente no los volví a topar, al menos hasta el momento, espero no topármelos jamás. En la escuela siempre era cuidadosa a la salida, ya que la señora no sabía donde vivía, pero si sabia donde estudiaba. Pero afortunadamente nunca sucedió nada.

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