Pues amigos y una que otra amiga jaja. Les seguiré contando un poco más de mi niñez con mi tío, a petición de ustedes:
Pues me había quedado donde tuve mi primera vez, y fue con mi tío a la edad de 10 años. Desde aquella vez que sucedió, siempre que tenía la oportunidad me penetraba. La verdad mis papas siempre estaban ocupados, viajaban constantemente por su trabajo de auditores. Como en la ciudad no tenia mas familia, me dejaban con mi tío para que cuidara de mi, después de todo era de la familia. Sin embargo el, siempre aprovechaba esa situación. En ocasiones me decía que nos bañáramos juntos. Ya bañándonos me decía que le lavara su cosa, yo lo enjabonaba y lo lavaba. A veces me decía que tenía la vagina muy chica, y decía que debería acostumbrarlo a algo grande, por lo que en el baño se sentaba y me pedía que me sentara sobre él, al hacerlo me metía lentamente su pene, y todo el transcurso del baño, no me lo sacaba. Incluso el me bañaba mientras estaba insertada en el. Para mí era un poco doloroso al principio. Incluso cuando estábamos solos me pedía que no me vistiera según para seguir con el tratamiento. El igual siempre andaba desnudo, en ocasiones viendo la tele en el sofá, me decía que siguiéramos con el tratamiento, me pedía que de nuevo me sentara penetrada sobre él, yo lo hacía, y así permanecíamos, él como si nada mirando la televisión, y yo sentada en el. Con el tiempo me acostumbre, que yo me olvidaba y miraba igual la tv. Los dos pegados uno a otro. Incluso dormíamos juntos, los dos desnudos, recuerdo que en ocasiones mientras dormía, yo juagaba con su cosa, el despertaba y me penetraba. Con el tiempo me fue gustando o acostumbrando que se yo, que cuando mis padres se iban yo me emocionaba ya que jugaría de nuevo con mi tío.
A la edad de los 11 años ya me empezaban a notar mis senos, el me miraba y me decía que cuando sea grande seguro estaría dotada. Yo no entendía que me quería decir en esos momentos. El me decía que moría de ansias por que me convirtiera en una mujer.
Cuando tenía doce años, no sé si era la edad o era muy precoz, mi cuerpo empezó a tomar forma, yo me emocionaba ya que vi que andaba cambiando. Era podo el cambio, pero yo lo notaba. Mis papas empezaron a viajar mucho menos, por lo que los encuentros con mi tío fueron disminuyendo. Hasta que un día se les presento un gran trabajo en la ciudad de México, por lo que ambos se tuvieron que ir durante una semana. Cuando mis papas no se daban cuenta antes de ir a su viaje, mi tío me confesaba que estaba desesperado y moría de ansias de que ya se fueran.
Ellos se fueron un día lunes, yo no vi que se marchen ya que estaba en la escuela. Cuando llegue a mi casa, no había nadie, ya que mi tío estaba trabajando. Ya como a las 7:00 de la noche, llego mi tío, con una caja, le pregunte que había ahí y no me contesto. Comió, se hecho un baño y después vino en la sala donde estaba viendo la televisión, me dijo que ya me había convertido en una mujer, y que ya no podíamos hacerlo como antes, debía evitar que me embarazara y todo aquel rollo. Pero que seguiríamos divirtiéndonos.
Me dijo que me desnudara, lo hice, el también se desnudo. Me dijo que me pusiera a gatas en el sofá, lo hice, el empezó a lamerme el clítoris y el ano. Me dijo que ahora había que cambiar, por lo que me iba a entrenar ahora por el ano. De la caja saco un lubricante y un pequeño consolador. Me dijo que ese era bueno para comenzar. Lleno de lubricante el consolador así como mi trasero. Después lentamente empezó a metérmelo en el ano. Yo pegue un grito ya que sentía un dolor intenso. El me dijo que no gritara, por lo que lo único que hice es morder un cojín. Me dijo que con el tiempo me dejaría de doler, metía y sacaba el consolador. Después se ponía un condón y me penetraba vaginalmente. Me dijo que mientras estuviera en mi cuarto, me fuera metiendo el consolador, para acostumbrarme, el escondió la caja donde dormía, pero me mostro el escondite, en la caja había juguetitos de todos tamaños, me dijo que cuando me acostumbrar con uno, agarrara otro. Así estuve durante mucho tiempo. Mis papas estaban ya mucho tiempo en mi casa, por lo que yo me encerraba en mi cuarto y empezaba a jugar con los juguetitos sexuales. Mi tio me preguntaba que como iba, yo le decía que creo que ya me había acostumbrado, puesto que ya no me dolía, y que ya le tenía un cierto gusto. Aquel día me dijo que no cerrara mi cuarto. Y así lo hice. Como a las 2 de la mañana, yo estaba dormida cuando sentí que alguien se acostó en mi cama, al voltear me di cuenta que era mi tío, me dijo que no hiciera ruidos. Al instante debajo de las sabanas empezó a bajarme la pijama junto con la pantaleta. Dijo que era hora de mi examen. Sentí como restregaba su pene en mis pompas, lentamente se acercaba a mi ano, al acercarse sentí como me penetraba lentamente. Yo quite las sabanas y prendí mi lámpara, quería ver cómo me penetraba por el ano. El solo tenía los pantalones bajados hacia la rodilla, y me metía y sacaba su cosa dentro de mi ano. Sin darme cuenta era mi primer sexo anal en mi vida. Acostada de costado y el tras de mí, agarrándome la cintura me jalaba hacia él para penetrarme, y sacaba con gran suavidad. A mi todavía me dolía un poco, pero el placer poco a poco se empezaba a sentir. Esa noche se vino dentro de mi ano. Me dijo que estuve deliciosa, se subió los pantalones y salió de mi cuarto. Yo me fui al baño para limpiarme. Me di cuenta que mi primer sexo anal fue placentero, y quería volver a tenerlo. Ese día no dormí, no sé por qué razón quería más, y seguí yo sola juagando y masturbándome con el consolador. La noche siguiente, fui yo quien fui al cuarto de mi tío, entre lentamente, y me subí a su cama, el mendigo dormía sin pantalones, por lo que me subí encima de él y lo empecé a besar, el se despertó y sentí que su cosa igual se despertaba debajo de mi. Le dije que quería más de lo de ayer, el me abrió las pompas, y metió lentamente su pene dentro de mí, y empecé a cabalgar arriba de el, el jugaba con mis pompas, abriéndomelas y cerrándomelas mientras me penetraba. Después de nuevo se vino dentro de mi ano. Yo quería quedarme con el, pero me dijo que me fuera a mi recamara, me dijo que era la última vez que lo hacíamos mientras mis papas estuvieran en la casa, porque aunque dormidos, corría el riesgo de que despertaran. Yo le dije que estaba bien. Me fui de nuevo al baño a limpiarme. Y me fui a dormir un poco triste, por que tardaría mucho en hacerlo de nuevo. La duda era me había gustado el sexo anal, o me había gustado el peligro de ser descubiertos. Pero en el futuro lo descubriría. Bueno es todo por hoy, espero les haya gustado mi anécdota. Buen fin de semana y pórtense mal jaja
besos
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