Saludos, yo decidí poner en práctica la fantasía del repartidor de pizzas y pues antes que nada lo primero que hice fue ponerme una ropa sexy que constaba de una blusa escotada color rojo y pegada, una minifalda negra, medias negras, con ropa interior de encaje color rojo y una tanga bien sexy, me maquille y me puse lista para esperar al repartidor de una pizzería donde hice un pedido, sinceramente si me puse súper nerviosa pero en fin igual estaba emocionada y caliente. Después de un tiempo tocaron al timbre de la puerta, yo fui a abrir, era un chavo como de 20 años, moreno y delgado. De inmediato lo hice pasar con el pretexto de que ahora le traía el pago de la pizza, el solo entro y se quedo de pie a pocos metros de la puerta, mientras yo iba supuestamente por el dinero. Empecé a hacer como que buscaba en uno de los cajones de un mueble que está en la sala, me inclinaba suavemente sacando las pompas para que el pudiera deleitarse, mi minifalda pegada se subió un poquito, mostrando algo de mi ropa interior, yo me di cuenta pero no hice nada para que le siguiera disfrutando. Yo mientras decía que o encontraba el dinero. Agarre una silla y me subí, pidiéndole de favor que la agarrara, el rápidamente lo hizo, y yo empecé a simular que buscaba en la parte superior del mueble. Pero mis pompas estaban cerca de él, empecé a percatar que se estaba poniendo nervioso. Empecé a sacar las pompas al ver que estaban cerca de su rostro. El era un hombre que captaba rápido ya que fue cuando me pregunto, si yo quería algo, yo le dije que encontrar el dinero. Cuando me di cuenta, tenia rosando su rostro en mis pompas disimuladamente, o al menos eso creía él. Fue cuando le dije que le podría pagar de otra forma. El al instante se emociono y dijo que estaba bien, sabiendo a que me refería. Me baje de la silla y lo lleve al sofá donde hice que se sentara. Cuando me voltie el llevo sus manos a mis pompas y acerco su rostro dándome una mordida, lentamente me senté arriba de el restregando las pompas en su parte, jugábamos aún con la ropa, el al instante llevo sus manos a mis pechos, pero yo se los baje, diciéndoles que le pagaría lo que valía la pizza, y no vale tanto. El dijo que no lo torturara así. Me pregunto cuánto vale una pizza para mí. Yo le tome la mano y sobre la ropa hice que me acariciara, le dije que valía solo caricias. El dijo que quería mas, ya estaba bien excitado, me dijo que si no se vendría dentro de los pantalones. Mientras me acariciaba, trataba de subirme la falda, pero yo no se lo permitía. Me pare y le dije que con eso ya le había pagado, pero que ahora le daría una buena propina. Me alce la falda y le puse el trasero en su rostro, al instante el llevo su rostro dentro de mi trasero, y empezó a lamerme bien rico. Me acariciaba las pompas, mientras seguía embarrando su lengua por todo mi trasero. Introducía todo su rostro dentro de mi trasero pidiéndome que lo asfixiara de placer. Me bajo la tanga y empezó a lamerme la conchita metiendo su lengua y jugueteando con mis labios vaginales. Dijo que ya no aguantaba mas y haciéndome a un lado empezó a bajarse el pantalón, le dije que sus demás clientes estaban seguramente esperando su pizza, el dijo que no le importaba, que de todas formas ya renunciaría a ese trabajo. De nuevo lo senté en el sofá y empecé a chuparle su miembro que ya estaba bien parado y húmedo. El gemía de placer mientras le lamiaba desde el tronco hasta la puntita, me fui de nuevo al mueble y saque el condón, el se emociono diciendo que ya le urgía cogerme. Le puse el condón y al instante me senté sobre su pene sin que haya penetración, estaba entre mis pompas paradito mientras yo me movía haciéndole sentir mucho placer, el me pedía que ya lo quería meter. Yo le pedía paciencia, me gustaba sentir su miembro bien calientito entre mis pompas, sus manos lentamente empezaron a recorrer mi cintura, y una de sus manos fue hacia mi vagina, donde empezó a meterme el dedo suavemente, y la otra sobre uno de mis pechos, que acariciaba fuertemente. Le pregunte que si le gustaba su propina, el dijo que quería mas. Empezó a meter y sacar sus dedos de mi vagina, yo empecé a gemir de placer sintiendo el jugueteo. No aguante mas y le pedí que me cogiera, tomo su miembro y empezó a metérmelo por el trasero, dijo que le encantaba analmente, yo gemía de placer moviéndome, el seguía metiendo su dedo en la vagina, ahora jugueteaba con ambas manos. Después me pidió que lo montara, yo solo me voltie, y empezó a metérmelo por la vagina, el chupaba mis pechos bien rico mientras me sujetaba de la cintura, y sus manos bajaban a mis pompas, hasta que empezó a meterme un dedo en el trasero. Sus manos subían y bajaban acariciándome desde la cintura hasta las pompas, su lengua hacia maravillas con mis pezones, yo solo sentía todo aquel placer gritándole que quería más y más. Me acostó en el sofá y sobre mi seguía con la penetración untando su rostro en mis pechos, mordiéndome los senos y chupándome los pezones. Me tomo de las piernas y me abrió al máximo siguiendo con la penetración y acariciándome las piernas que apretaba una y otra vez. Yo quería más y más, sentía sus arremetidas y sus mágicas manos. Fue cuando él se vació. Ya estaba bien sudado al igual que yo. Pero no paro, siguió chupándome la vagina, succionando y metiendo la lengua. Me pedía que quería sin condón, pero le decía que no aún excitada y disfrutando su rica lengua. Saque otro condón y se lo puse, y siguió penetrándome bien rico. Así estuvimos un buen rato, al final del encuentro él se quedo tendido sobre mí acariciándome los pechos. Me dijo que no quería irse, fue cuando le dije la mentira de que era casada y mi marido no tardaba en regresar. El me pidió que si se repetiría, yo le di largas. No me preocupaba aquella casa era de un amigo, así que no creía que me volvería a ver. Después se vistió y se marcho si Nantes darle un beso a mi vagina jaja. Mis amigas y un amigo que estaban observando todo como testigos salieron y me felicitaron. Ahí nos comimos la pizza, nuestro amiguito ya estaba excitado por lo presenciado, por lo que entre las cuatro calmamos su excitación, pero esa es otra historia.
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