Pues les contare. Mi tío del que les he platicado anteriormente se caso y se salió de vivir de mi casa, yo tenía como 17 años cuando eso sucedió. Aún así seguimos teniendo encuentros sexuales. Sin embargo hace poco paso lo siguiente. Yo fui a visitar a mis abuelos, por lo que llegue a la ciudad donde ellos habitan, quería darles una sorpresa. Pero la sorpresa fue para mí, que cuando llegue no había nadie en la casa, afortunadamente recordaba que dejaban una llave en el patio trasero, por lo que me salte la barda, toda una hazaña pues estaba súper alta y entre. Tome el pasillo que estaba a un costado en la casa para ir al patio, pero no encontré ninguna llave, por lo que me senté ahí a esperarlos. Saque mi celular y empecé a jugar con él para entretenerme. Fue cuando como a la media hora escuche pasos en el pasillo, pensé que eran mis abuelos, pero cuando me di cuenta era mi tío, que también había ido a visitar a sus papas. El igual se sorprendió al verme. Por lo que me pregunto que si venía de paseo, le conté que pensaba quedarme una semana. El me dijo que mi abuelo llegaría hasta como dentro de dos horas, no podía llegara antes ya que estaba haciendo algo importante, me dijo que él le hablo pero solo el dijo que lo esperara en la terraza del patio trasero. Ahí donde yo estaba esperando. Pues ahí se quedo esperando y platicándome de su viaje. Fue cuando él me dijo que si aprovechábamos el tiempo y para no aburrirnos me pregunto ¿Qué te pareces si me das una chupadita? se abrió el pantalón y saco su cosa que se veía deliciosa y simplemente no me pude resistir. Lo tome con mi mano y empecé a lamer la puntita, me fui más abajo y metía sus testículos dentro de la boca chupándoselos. Como estábamos sentados en una banca, yo a lado de el, solo me recosté para darle una buena chupada mientras él empezó a acariciarme por detrás. Empecé a meter toda su cosa dentro de mi boca chupándolo bien rico. Me dijo cada vez lo chupas más rico. Después me dijo sabes se me está antojando otra cosa, que te parece si hacemos travesuras. Yo le dije que esta vez no, ya que podían venir mis abuelos, el dijo que los conocía muy bien y que no llegarían pronto. Me convenció, fue cuando me desabroche los jeans, y me lo baje hasta media pierna. El me puso de espaldas frente de él y empezó a meter su lengua dentro de mi trasero, igual se paro y con su pene me lo frotaba por detrás, puso su pene entre las pomas sin penetrarme. Decía que parecía un hotdog, la salchicha entre los dos panes. Así lo puso mientras con sus manos me acariciaba la vagina. Después me metió su cosa entre las dos piernas sin penetrarme, yo ya estaba mojadita, por lo que abrí las piernas diciéndole; ¡ya tío métemelo quiero que me cojas ya! Me dijo que lo bueno es a lo último. Empezó a embarrar su puntita en mi vagina, y lo movía en círculos haciéndome sentir un rico cosquilleo alrededor de la vagina. Después empezó a hacerme sexo oral, yo estaba fascinada, el me hacia un rico sexo oral. Después lentamente empezó a meterme su cosa, lo metía y sacaba con mucha paciencia, mi vagina estaba excitada y quería más duro, por lo que se lo pedí. Fue cuando empezó a subir la velocidad, metiéndolo y sacándolo. Me dijo estas bien mojada eso me gusta, fue y me puso a gatas sobre la banca y ahí siguió haciéndome el sexo de perrito. Me dijo extraño tu culo. Fue cuando lo saco de mi vagina y empezó a lamerme por detrás con salivita lubricaba pensaba metérmelo analmente, con sus dedos lo abría y cerraba, decía hay que aflojar este manjar. Después de un momento sentí su cosa dentro de mi trasero. No pude evitar pegar un pequeño grito de placer, me dijo que en silencio que los vecinos podían escuchar. Ahí metía y sacaba y metía sus manos dentro de mi blusa jugando con mis pezones. El único testigo de aquel rico momento era un gato que nos observaba desde la barda. En la misma banca hicimos la posición de la cucharita, detrás de mi seguía penetrándome mientras me abrazaba. Y levantaba mi blusa para jugar con mis pechos con más facilidad, bajo más mis jeans hasta los tobillos. El decía que rico que rico. Yo solo me dejaba coger, sentir sus manos en mis pechos ahí en posición fetal mientras sentía su cosa entrando y saliendo de mi trasero. Una de sus manos lo bajo hasta mi vagina donde yo me estaba metiendo los dedos, el igual empezó a juguetear con sus dedos, con la otra seguía jugando mis pechos. Los dos nos sumergimos en un gran éxtasis. Tanto fue la distracción que en ese momento vi frente a nosotros a mi abuela, que ya había llegado. Mi tío no la había visto ya que estaba arremetiendo detrás de mí. Yo le grite ¡la abuela! Era tarde ya que mi abuela pego el grito en el cielo, maldiciendo y mentando madres. Ella es dura de carácter y aquello la había alterado. Mi tío y yo nos levantamos, yo me subí los jean y me baje la blusa. Mientras él era jaloneado por mi abuela diciéndole ¡cómo te atreves es tu sobrina!- yo estaba bien asustada, incluso a mi me toco unos jaloneos y dos que tres cachetadas. Después de casi una hora de regaños. Fue cuando mi abuela decidió no decir nada, con la condición de que no volviera a suceder, a mi tío le prohibió visitarla cuando yo este y visitar a mis papas, que se alejara de mi familia, y a mí me dijo que no le diría nada a mis papas, pero que ya había caído de su gracia incluso ese día me dijo que me regresara a mi casa que no me quería ver. Pues así sucedió yo me regresa para mi casa, mis papas no saben nada de lo sucedido. Y hasta el momento no he vuelto ver a mi tío. No sé cómo seguirá la situación, pero conociéndome si se volviera a presentar la situación yo y mi tío seguiríamos en los mismo, es algo que no podemos controlar. Lo hecho ya hecho esta y simplemente a ver qué pasa. Ese día quede triste y medio cogida, ya nimodos.
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