Normalmente cerca de mi casa los vecinos no sabían que me encantaba el sexo, hasta aquellos momentos solo lo había hecho con un vecino, pero una noche hubo una fiesta de vecinos en una navidad, todos los vecinos fuimos invitados. La fiesta se puso bien, baila, tragos y diversión, ahí convivimos con vecinos con quienes casi ni platicábamos. Ese día la fiesta de vecinos termino como las tres de la mañana, como siempre mi esposo ya estaba bien borracho a esa hora, por lo que se quedo ahí junto con dos vecinos mas, uno rentaba en aquella casa y el otro vivía a tres casas, era casado pero una discusión con su esposa lo hizo quedarse más tiempo sin que él quisiera llegar a su casa. Estaba la música aunque solo quedamos mi esposo yo y los vecinos. Yo igual había bebido un poco, por lo que me sentía un poco afectada por el calor, así como mi calentura subió. Mis vecinos platicaban cuando yo empecé a bailar cerca de ellos, no sé si por el alcohol o por la calentura. Mi esposo ya se había marchado en la casa borracho, por lo que seguramente no se acordaría de nada. Bailaba sensualmente frente de ellos, cuando uno se puso de pie y empezó a bailar pegadito conmigo. Fue cuando me tomo de la cintura y bailábamos sensualmente los dos. Sus manos empezaron a bajar y acariciaba mis pompas, yo le empecé a desabrochar el cinturón y el pantalón, cuando ya lo tenía flojo metí mi mano dentro de su pantalón, y empecé a acariciar su pene, ya lo tenía parado, el ya estaba bien excitado. Me dijo vecina ya sospechaba que usted en el fondo era bien puta, y con las ganas que le traigo. El otro vecino se puso de pie y empezó a bailar pegadito atrás de mí, tenía a uno enfrente y al otro atrás. El de atrás se untaba en mi trasero sus manos me tomaron de los pechos, el de enfrente me empezó a besar mientras me acariciaba las piernas por arriba del vestido. Los dos al mismo tiempo me empezaron a levantar el vestido, yo estaba bien caliente. Cuando tenía el vestido arriba el de atrás hizo un lado mi tanga y empezó a meter sus dedos en mi trasero. El de enfrente hacia lo mismo en mi vagina, los dos jugueteaban haciéndome enloquecer. Me puse de rodillas suavemente y empecé a chupar los dos penes. Ellos se quitaban la camisa se decían entre ellos, que rica nalgona nos vamos a coger. Yo tenía sus penes en las manos, los chupaba de abajo para arriba, era delicioso. Uno de ellos se acostó tras de mí y puso su cabeza debajo de mí, yo me senté en su rostro poniendo el trasero en su cara, sentí su lengua introduciéndose en mi trasero bien rico. Con sus manos abría mis pompas, mientras yo le chupaba la cosa al otro vecino. El de debajo de mi movía su lengua y restregaba su cara dentro de mi trasero, decía, si he de morir que sea asfixiado en esta ricura. Empapo de saliva todo mi trasero y la vagina, yo me movía para restregarle todo en su cara, el estaba excitado pidiendo mas y mas. El otro se puso de rodillas frente de mí, yo me puse a gatas para seguirle haciendo sexo oral, el de atrás se levanto y empezó a meter su pene dentro de mi trasero, me estaba haciendo un rico sexo anal. El otro me pregunto si aguantaría una doble penetración, le dije que eso me encantaba, el me dijo vecina es usted una zorra, yo me subí sobre el y metí su pene en mi vagina, el de atrás me lo metió en el trasero, ahí lentamente sentía los dos garrotes cogiéndome ricamente, yo gemía de placer pidiéndoles mas y mas. El de abajo saco mis pechos y empezó a chupar los pezones, los tres sudábamos de placer, el primero en correrse fue el de atrás, que me hecho todo dentro de mi trasero. El de abajo seguía. Me dijo que me volteara, que quería ver mis nalgas mientras me cogía, yo me voltie, mientras el seguía acostado, ahora lo tenía montado pero al revés. El abría mis pompas, le dijo a su amigo, se le está saliendo tu lechita, el otro se puso de pie, y me dijo que lo limpiara, yo empecé a chuparle su pene que aún estaba escurriéndose, yo estaba disfrutando todo, el otro saco su cosa y se corrió arriba de mis pompas, de inmediato se puso de pie y me puse a limpiarlos a los dos con la boca. Me dijeron que ahora sería su perra. Fue lo único que paso aquel día. Dos días después yo me dirigía al súper junto con mi hijo, fue cuando uno de aquellos vecinos me llamo, yo le dije a mi hijo que se quedara en el coche por lo que yo fui donde mi vecino estaba, en la entrada de su casa, me dijo que tenía ganas de coger y que su esposa no estaba, le dije que no tenía tiempo, el dijo que ahora cogeríamos cuando él tendría ganas, o correría la voz que era una putita. Lo pensé un momento la verdad si me enoje. Fui en el coche con mi hijo y le dije que me esperara 10 minutos, que el vecino tenía un problemita, mi hijo que solo jugaba con su videojuego se quedo ahí, yo entre con el vecino, y le dije que estaba bien pero que rápido. Al instante el vecino me jalo hacia un cuarto me puso a la pared y empezó a subirme la falda, bruscamente me bajo la pantaletas, saco su pene y lo introdujo en mi trasero, puso su cara de alivio, dijo mmm ya lo necesitaba, después empezó a moverse metiendo y sacándolo de mi trasero, me daba de nalgadas yo miraba por la ventana vigilando a mi hijo que no se diera cuenta de algo. El vecino dijo que le excitaba cogerme mientras mi hijo estaba afuera. Yo le dije que siguiera cogiéndome, mi vagina ya se estaba humedeciendo, la situación también me estaba excitando, ya estas empapada me dijo, empezó a penetrarme por la vagina, sentía delicioso como me lo metía y sacaba, sentía un rico cosquilleo dentro, incluso empecé a mover la cintura en círculos, mientras me cogía. Después el se corrió fuera de mi vagina. Yo quería mas pero no podía, de inmediato me subí la pantaletas, me baje la falda y me Salí a seguir el día. En la tarde del mismo día yo estaba sola, cuando timbraron en la puerta, era el otro vecino, diciéndome que me esperaba en su casa, de inmediato se fue. Discretamente me salí y me fui a su casa, cuando llegue me dijo con un grito que pasara, cuando pase ahí estaba sentado en el piso con su pene parado. Trae tu culo aquí me dijo. Yo me había quedado picada con lo del otro vecino, por lo que me baje la pantaletas fui y me senté lentamente encima de su pene, el me penetro en la vagina, y yo le daba unos ricos sentones. El gritaba ¡me gusta tu culo! Y me jalaba hacia él una y otra vez metiéndome su pene hasta el fondo. En ese momento sonó mi celular era mi esposo, el me dijo que contestara, que le excitaba eso, le dije que era un cochino, me dijo que yo era una putita, conteste a mi esposo alegando que había salido a correr, el avisaba que se quedaría más tiempo en el trabajo, todo mientras el vecino seguía cogiéndome una y otra vez, yo aguantándome los gemidos de placer. Mi esposo pensando que andaba corriendo mientras halaba con él. Cuando colgué, en ese mismo instante el vecino se corrió. Le dije que siguiéramos que mi esposo llegaría mas tarde. El me acostó sobre el piso boca abajo y puso su cara dentro de mi trasero lamiándome y acariciándome, sentía su lengua dentro de mi culo, todo era delicioso. Después siguió con la penetración. Desde aquel día, cuando ellos quieren sexo (que es muy seguido), me hablan y tenemos unas ricas cogidas. Yo lo disfruto mucho y creo que no parare de complacerles sus caprichos.
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