Pues ser adicta al sexo a veces trae remordimientos. Les contare lo último que he hecho. El papa de mi esposo estuvo un poco mal hace pocas semanas, por lo que toda la familia de el estuvo en su casa en su ciudad de origen, mi esposo y yo también fuimos a verlo dejando, afortunadamente el señor está bien y todo quedo en un simple susto. Durante la estancia en la casa de los suegros le puse más atención al sobrino de mi esposo, hijo de su hermana mayor ya estaba convertido en todo un hombre en sus apenas 16 años. Todo marchaba normal mientras estábamos en aquella casa. Todo empezó un día que yo estaba lavando unas ropas de mi esposo hasta el final del gran terreno que tienen mis suegros, ahí había un árbol de mandarinas, por lo que el sobrino de mi esposo estaba trepado bajando algunos frutos, no le di mucha importancia, pero me di cuenta después que era un tipo de pretexto para verme el escote desde arriba mientras colgaba las ropas. El bajo y solo me dio las buenas tardes, a mi me estaba empezando a llamar mucho la atención del sobrino de mi esposo, pero me dije a mi misma aguántate las ganas. Ya con el suegro recuperado, la familia de mi esposo se regresó a sus lugares donde Vivian, excepto mi esposo y yo, y su hermana junto con su hijo. Un día mí esposo y yo discutimos y el salió, después no llegaba, ya eran las dos de la mañana, por lo que baje de la habitación donde estábamos y me fui a buscarlo por la casa, pase en el cuarto de su hermana para ver si ahí estaba, toque la puerta y me abrió su hijo. Le pregunte que si no sabía donde andaba su tío, el me dijo que su esposo se había ido a un convivio de un primo, con su mama y sus abuelos, yo me enoje bastante ya que no me dijo. Le pregunte a sus sobrino por que el no fue, el me dijo que se la pasaban platicando en esos convivios de cosas aburridas y así se amanecían. Le dije que si me podía acompañar a esperar que lleguen, el dijo que si, por lo que me invito a entrar en su cuarto, sinceramente hasta ese momento no tenía yo malas intenciones, la verdad es que si tenía algo de miedo, ya que la casa era un poco tenebrosa, y estar sola me atemorizaba. El estaba viendo la televisión, y le empecé a preguntar sobre el programa que estaba viendo, solo para romper el hielo. Así iniciamos a platicar, pero en el transcurso de la plática de nuevo empecé a ponerle atención y me entraron malos pensamientos con él. Fue cuando en ese momento no recuerdo como salió, pero le pregunte si era virgen, el me dijo que sí. Fue cuando le pregunte que si quería dejar de ser virgen, el muy sorprendido por la pregunta solo me dijo, tía que cosas pregunta. Yo ya estaba calentándome cada vez más, nosotros solos y el solo con un short y una playera frente a mí. Fue cuando el pregunte si nunca había visto una vagina, el con una sonrisa nerviosa solo dijo que en películas. Le dije quieres ver una, solo que no se lo digas a tu tío. Al instante vi en su pantalón como se levantaba un bulto. Solo me dijo que no me entendía a que me refería. Fue cuando delante de el abrí las piernas para mostrarle algo más. Me dijo tía no debe de hacer eso, ya nervioso incluso hasta sudando. Le dije que si no se le antojaba solo ver, no sucedería nada más y seria nuestro secreto. El solo se quedo callado viendo entre mis piernas. Por lo que de inmediato me subí la falda quedando con las piernas abiertas, empecé a acariciarme sobre mi ropa interior, después la hice a un lado y empecé a meterme un dedo, estaba muy excitada, el también aunque trataba de disimular. Yo le explicaba, esta es una vagina, con los dedos me lo abrí, le dije que al menos ya conocía una en vivo. Empecé a tocarme y masturbarme frente de el, le decía que lo disfrutara que le mostraría como excitar a una mujer cuando tuviera sus primeras relaciones sexuales. De inmediato el se bajo el short mostrando todo su pene parado. Tia ya estoy bien caliente ya no quiero solo ver, diciéndome eso se abalanzo sobre mi acariciándome el cuerpo, una mano fue directa a mi vagina mientras con la otra me acariciaba de arriba para abajo. Le dije que nos podrían descubrir, el dijo que se tardarían aún mas. De inmediato y sin previo aviso sentí su polla penetrándome fuertemente, solo dijo que delicioso, lo metía y sacaba desesperadamente. Le dije que se tranquilizara, lo detuve y se puso de pie donde yo le empecé a chupar. El se corrió en unos minutos. Lo que empezó a hacer es hacerme sexo oral a mí, me lamiaba bien rico, su lengua la introducía dentro, me bajo la pantaletas y empezó a acariciarme las pompas, parecía que se asfixiaba mientras tenía mi vagina en su rostro succionando. Me decía; tía siempre he querido cogerte, yo le dije muy exaltada, pues cógeme, por lo que de nuevo empezó a penetrarme abriéndome toda la pierna, el ya estaba cubierto en sudor, me quite la blusa, y al instante el abalanzo su lengua en mis pezones, empezó a chupar como un recién nacido, lo detuve antes de que se corriera de nuevo, me incline en la orilla de la cama y le dije que lo quería por atrás. El sin dudarlo empezó a lamiarme las pompas y después un rico beso negro, estaba súper excitado incluso restregaba su rostro en todo mi trasero. Me dijo, tía siempre me he quedado viendo tus ricas nalgas cuando te descuidabas, redonditas y sexys. Ahí supe que siempre me quedaba viendo. Incluso las abrazaba como y seguía lamiando, me las abría y cerraba mientras las admiraba, aquella situación me excitaba aún mas. Me empezó a meter sus dedos y a juguetear con todo mi trasero. Fue cuando se decidió y empezó a metérmela analmente, se movía suavemente mientras sentía su pene dentro de mí, incluso dio un grito diciendo que era una rica forma de perder la virginidad. Me daba nalgadas una y otra vez. Cuando sentía que se corría dejaba de penetrarme y seguía dándome mordiditas en las nalgas, después seguía con la penetración, yo gemía y estaba hasta sudando, solo le pedía mas y mas, fue cuando saco su pene y se corrió en mis pompas. Solo se acostó en el suelo con cara de satisfacción. Yo me acosté en la cama boca abajo igual. El se subió en la cama y se recostó con su rostro encima de mis pompas, le dije veo que mis nalgas te encantan, el me dijo que se pasaría toda la noche pegada a ellas. Así nos quedamos como cinco minutos, cuando él se incorporo y me lo empezó a meter de nuevo, yo mordía la almohada de placer. Fue cuando escuchamos ruidos y rápidamente nos detuvimos y nos vestimos, yo Salí lentamente de la recamara de él, era mi esposo y su familia que ya había llegado y estaban en la sala, yo solo salude y me fui a mi cuarto. Mientras estaba acostada recordaba el rico sexo que había tenido aunque después me vinieron los remordimientos de haber seducido al sobrino de mi esposo. Hasta el momento no se ha vuelto a repetir, pero sinceramente si se presentara la situación seguramente yo no aguantaría y lo haría de nuevo.
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