17. ANA JULIA viejo amigo

El otro día me tope a un amante que no había visto hace tiempo, un cubanito bien dotado que conocí en la escuela de mi hijo. Cuando lo vi en una plaza me emocione, comenzamos a platicar de viejas anécdotas incluso de mi sobrino y todo eso. Lamentablemente ese día no podíamos tener nada de nada pues no tenía ningún pretexto para desaparecer por mucho tiempo. Pero dos días después se presentó la oportunidad, mi esposo se iba de viaje, y durante toda la mañana que mis hijos estarían en la escuela tenía la casa para mi solita. Mi esposo se fue en la madrugada, lo lleve al aeropuerto y al regresar pase por mi caballito como le decía de cariñito jajaja. Llegue a la casa cuidando de que mis hijos no despertaran. A escondidas lo metí en la casa directo a mi habitación, ahí yo era la desesperadita, cerré con seguro la puerta y comencé a desabrocharle el pantalón, de nuevo veía aquel monstro que tenía como miembro por debajo de él, de inmediato comencé a chuparle las bolas, mientras jugueteaba con su cabecita, poco a poco me subí hasta la puntita para chuparlo, me encantaba saborearlo, era delicioso, chupaba y chupaba como si fuera mi paletita. Él me decía que ya extrañaba mis chupadotas. Lo metía todo en mi boca empapándolo por completo, a él le gustaba eso, se aguantaba sus gemidos para no despertar a mis hijos. Me pare y me quite la falda y la pantaletita, le pedí que me cogiera, ya estaba húmeda y quería ser penetrada de una vez. El me abrazo, yo enrede mis piernas en su cintura, me llevo a la cama donde me abrió más las piernas y comenzó a introducir su potente arma. Que delicia sentir todo eso metiéndose en mi vaginita que escurría de excitación. Gemía leve para no hacer ruido mientras le pedía más y más. Estuvimos toda la madrugada así, cogiendo una y otra vez. Solo dormimos dos horas, yo me levante para atender a mis hijos que se iban a la escuela, a él lo deje acostado en mi cuarto donde sabía que mis hijos nunca entrarían. El caso es que los lleve a la escuela, ya me andaba por regresar y que de nuevo me cogieran, mientras manejaba mi conchita escurría de la excitación pidiéndome verga.
Llegando a la casa puse seguro y le grite que ya podía salir. El bajo totalmente desnudo con el condón ya puesto. Yo traía un vestido, por la cual con facilidad me quite la pantaleta para coger con él, ya me andaba casi me lanzaba para devorar su cosota. Pero el me sentó en el sofá y comenzó a chuparme la vagina, me lamiaba y chupaba. Yo ahora si gemía libremente, después se subió sobre mí y me bajo el escote sacándome las bubis y comenzando a chuparme todita, yo le acariciaba su pelo mientras sentía su lengua rodear mis pezones. Me encanto cuando se sentó en el otro sofá y me pidió que me subiera. Yo me puse a espalda a él y comencé a menearle las nalgas, el me jalo y coloco su pene en mi vagina donde comenzó a penetrarme mientras me jalaba una y otra vez hacia él, me acosté sobre el de espaldas, sus manos se abalanzaron sobre mis pechos, mientras yo veía su cosota meterse en mi conchita, sentía su respiración en mi espalda mientras yo abría las piernas y el me cogía rico con aquel enorme pene que me encantaba. Su pene igual estaba húmedo al combinarse con mi escurriente conchita, estábamos teniendo un rico sexo. Cógeme mas le decía mientras él me preguntaba si me gustaba.
en ese momento el teléfono sonó y yo tuve que contestar, con el gran pene en mi vagina y yo sobre mi caballito conteste, el no dejaba de acariciar mis pechos, por lo que tuve que controlar la agitación. Era mi sobrino que me decía que estaba llegando a mi casa, supo que mi esposo se había ido y se había escapado de la escuela para coger conmigo. A mí no me importo decirle que viniera, de todas formas un rico trio no etaria mal, aunque no le dije que estaba con alguien. Pues estaba cerca a los dos minutos el abrió con la llave que le había dado. Cerró la puerta y nos vio a mi caballito y a mí cogiendo como locos. Vi su cara de asombro cuando observaba como mi caballito me cogía, yo sentada arriba de él caballito dándole la espalda y de frente a la puerta con las piernas abiertas mostrando el panorama a mi sobrino de cómo mi amante metía su pene en mi húmeda vagina y me hacía gemir de placer. El bajo la mirada pidiendo perdón, dio la media vuelta, yo le dije que se detuviera y que quería que se uniera y que si se iba me molestaría con él. El me nos miró nuevamente. El caballito se detuvo unos segundos para decirle que se uniera que no había problema, mi amante ya sabía la historia de mis sobrino por lo que no le causaba problemas. El caballito comenzó a cogerme nuevamente, yo le recordaba a mi sobrino que ya habíamos hablado de eso, que el sexo se disfruta y que sería un inmaduro si actuara de otra forma. El solo se acercó y se sentó en el otro sofá observándonos. El caballito le pregunto ¿te gusta cómo se abre el peluchito de tu tía?, yo gemía, en cierta forma me gustaba que mi sobrino nos estuviera observando. El caballito se detuvo, me baje de él y me empino sobre el sofá, le dijo a mi sobrino adelante coge a tu tía por el culo mientras me la chupa a mí. Él se puso frente y comencé a chuparle su cosa. Mi sobrino no se acercó. Por lo que el caballito se sentó y me dijo que lo montara ahora frente a él y mostrándole las nalgas a mi sobrino. Cuando lo hice el caballito comenzó a meter su pene lentamente por mi culo frente a los ojos de mi sobrino. A mí me fascinaba ese morbo, despacito lo fue introduciendo mientras me abría las nalgas. Hasta que al fin lo tenía todo adentro, el comenzó a cogerme lento mientras seguía abriéndome las nalgas para que mi sobrino viera como se introducía su pene en mi culo. Caballito dijo, bro no se te antoja este culote, ven a disfrutarlo tú también es delicioso. Caballito comenzó a gritar que rico tiene el culo tu tía calientito y delicioso. Caballito me abría y cerraba las nalgas, me nalgueaba y me las apretaba, el quería convencer a mi sobrino de unirse. Al fin mi sobrino se puso de pie, saco un condón de su mochila, se quitó los pantalones, y se acercó, caballito saco su pene de mi culo. Y le dijo q mi sobrino que metiera el de él. Ya lo tiene abiertito disfrútalo le decía. Mi sobrino puso sus manos sobre mis pompas y comenzó a meter su pene, era igual de rico. Que rico agujerito decía caballito mientras veía a mi sobrino meterme toda su verga. Rómpele el culo a la puta de tu tía le decía, mi sobrino comenzó a gemir mientras me penetraba rápidamente, yo gemía diciéndole "si rómpeme el culo sobrinito". El morbo de la situación me había enloquecido. El caballito me chupaba los pechos mientras metía su pene en mi vagina, mi sobrino no paraba de cogerme analmente. A mi sobrino se le salió un "que rico", y el caballito contestaba "delicioso". El caballito se quitó de debajo de mí, y mi sobrino seguía cogiéndome por detrás mientras yo estaba empinada sobre el respaldo del sofá. El caballito se quitó el condón y comenzó a untar su pene en mi cara le pregunto a mi sobrino ¿me dejas correrme en la cara de tu tía?. Él dijo que si, de inmediato comenzó a sacar la lechita para unos segundos después correrse en mi cara, mi sobrino también se quitó el condón y se corrió encima de mis nalgas llegando su lechitas igual hasta mi espalda.
El caballito se acostó a un costado, mientras mi sobrino se sentó y comenzó a besarme las pompas. El sobrino se levantó para ir al baño, yo lo acompañe para que de paso me limpiara también. Ahí le dije que como le había dicho antes, el sexo se disfruta mejor sin ninguna complicación, y que si yo detectaba algo más allá, que mejor lo dejáramos por la paz. Él me dijo que entendía. El caso es que al salir, el caballito le pregunto a mi sobrino que si quería aprender algunas posiciones ricas para que practicara conmigo. Mi sobrino dijo que sí. El caballito me pidió que le enseñáramos algunas posiciones locas a mi sobrino. Ahí él me dijo que me acostara en el suelo con las piernas arriba pegaditas lo más pegado a mi cuerpo. Cuando lo hice sentí algo de incomodidad, el caballito explicaba a mi sobrino todo sobre esa posición, me lamiaba mi conchita que estaba al descubierto junto con mi ano. Lamiaba los dos, con su rica lengua. Después se paró a espalda de mí, abrió las piernas y como agachadillas comenzó a meterme su verga en mi vagina, bajando y subiendo al contrario de mi cuerpo, decía que era delicioso porque mi vagina se sentía más apretadita, yo abrí las piernas para ver su espalda, pero por abajo su pene aparecía metiéndose en mi vagina abierta. Dijo que igual era rico al revés, el hombre acostado abierto con las piernas arriba y la mujer de espalda a él, abierta metiéndose el pene por el trasero. Ellos practicaban conmigo todas las posiciones posibles, yo estaba fascinada de que practicaran conmigo, dos orgasmos tuve en ese momento. Lamentablemente daba la hora de ir a buscar a mis hijos. Me hecho un baño, me vestí, el caballito se fue y mi sobrino me acompaño. Durante el camino charlamos y quedamos en no sentir otras cosas más que en la diversión, así los encuentros seguirían. Él dijo que si y pues ahí termino ese día de sexo que disfrute bastante.

Comentarios